Sea en novela o en teatro 'Betty la fea' se metió en el bolsillo al público en Panamá

¡Se salvó Ecomoda! ¡Y Betty (léase Beatriz Aurora Pinzón Solano) no se quedó a vestir santos! Parece ser que Don Armando, otra vez, la prefirió 'fea', pero inteligente. 'Fea', pero sensible.

'Fea', pero sencilla. Y, aunque se burlaba de ella hasta el propio 'Don  Armando'- Freddy Steward Contreras es inocente hasta que se pruebe lo contrario- y llegó a llamarla la horrible durmiente, cuando en uno de esos sueños ella soñaba con su amado jefe, amor que para ese entonces todavía pensaba que sería imposible, pero, como en las novelas y también en el teatro (como quedó demostrado en esta puesta en escena) todo es posible, ella se quedó con el galán. Y pueden atestiguarlo los entusiastas  espectadores que en el Centro de convenciones  Vasco Núñez de Balboa, del Hotel El Panamá vieron cómo Don Armando (aquí entre nos, el verdadero, el mero mero) le suplicaba que no se fuera para Roma con ese italiano millonario ahora dueño de la mitad de las acciones de EcoModa (joint venture). Y como en los cuentos de hadas...fueron muy felices. Suponemos. Al menos cuando Don Armando le plantó el beso en la boca, con el que tantos años había soñado.

La que ríe de ultimo...
¡Ah!, y Marce (que diga, Marcela), bueno, pues, como el libretista es el que decide quién gana y quién pierde, salió de la vida de Don Armando.

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Homenaje póstumo
El elenco, productores y dirección de  'Betty la fea. Teatro'  (Fernando Gaitán, Natalia Ramírez y Fundación T de Teatro) a través de esta obra rinde un homenaje 'a nuestros ángeles', como escribieron en el programa de mano: Alberto Valdiri (1959-2014), Celmira Luzardo (1952-2014), Neffer Cañón (1966-2017) y Lina Marulanda (1980-2010), colegas de profesión, amigos y compañeros en ese trajinar lleno de emociones que es el mundo de la actuación, en donde puedes ser uno y mil, igual a ti o completamente diferente, según sea el caso y personaje, en donde convives tanto con el equipo que se convierte en cierto modo en tu familia.

¡Risas a granel!
Eso fue lo que predominó durante toda la función, de dos horas, de esta tragicomedia/musical en que el ingenio y talento de cada uno de los artistas hizo de la velada una sesión de risoterapia que todos en el público agradecieron con aplausos y aceptando gustosos la petición  de Marcela Valencia (Natalia Ramírez), al final del espectáculo teatral, de tomarse un selfie con el elenco."

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¡Luces!", pidió.
Y luces hubo. Y un numeroso público junto a un gran elenco, felices todos, sonrieron y flashes por aquí, selfies por allá, en una foto capturaron el instante en que Betty la fea, con todo su cuartel, su  amado Don Armando, y todos los detractores de la inteligente pero poco agraciada profesional, empezando por Hugo Lombardi y la peliteñida, le decían '¡Gracias! a Panamá.

Gracias a la gracia que tienen todos ellos para actuar. Esa capacidad de generar risas, de desarrollar una trama, de improvisar, cantar, bailar...¡Vaya enredo que se formaba-igualito que en la novela- cuando todas las del cuartel hablaban a la vez, parecía un mercado persa! Y tenía que venir ya sea Don Armando, Doña Marcela (como le decían ellas) o el impostor (léase Freddy) quien bien que gozó esos minutos  (¿serían horas?) suplantando a quien tuvo que hacer de tripas corazón y quedar siendo mensajero. Quien lo diría...

¡Vaya enredo que se formaba! También, cuando llegó Giorgio Carnevalli, el italiano, que venía a ser como el salvavidas de todos y se aferraban a él. Era esa 'inyección' económica que la agonizante Ecomoda necesitaba. Unas por la plata, otras por la pinta del italiano (lo de menos era la brecha idiomática, con un cursillo se solucionaba), otras porque veían en el un salvoconducto para poner tierra de por medio entre ellas y la 'elite' (como dice el viejo adagio y en un poema de un famoso español,  'ni son todos los que están, ni están todos los que son') de Ecomoda que tanto solía humillarlas.

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Fueron 120 minutos de sana distracción con teatro de primera. Todos disfrutaron a más no poder esta pieza de Fernando Gaitán, con dirección de Mario Ribero Ferreiro y parte de todo el equipo talentoso que a tantos millones de personas de varios continentes hizo reír ( y sufrir las peripecias y desplantes a la par que Betty -especialmente- y su cuartel de las feas, que ella se honraba en presidir como bien lo dijo en la obra, aunque reconoció que méritos no les faltaba a las demás para el puesto.

Aplausos sonaron en el Centro de convenciones Vasco Núñez de Balboa la noche de este miércoles 21 de noviembre, para Ana María Orozco, Jorge Enrique Abello, Jorge Herrera, Natalia Ramírez, Julián Arango, Lorna Cepeda, Julio César Herrera, Luciano D'Alessandro, Jorge Ordoñez, alberto León Jaramillo, Paula Peña, Luces Velásquez, Marcela Posada, Estefanía Gómez, Martha Isabel Bolaños y sus actores invitados: Luz Estrada, Juan Carlos Yela, Paola Moreno, Nataly Arbeláez. También para las bailarinas: Diana Correa, Angie Correa, Jehnny Paola Rojas y Paula Rodríguez.

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Rayando las diez de la noche, casi 20 años después de la presentación en Panamá de la novela  'Yo soy Betty la fea',  llegó a nuestro país 'Betty la fea, con su risa que parece de ultratumba. Llegó a la tierra donde el Descubridor del Mar del Sur es recordado con una moneda que lleva su nombre, una avenida y coincidentalmente, en el Centro de convenciones Vasco Núñez de Balboa fue donde Don Armando se le declaró esta vez y selló esa boca con frenillo con un beso que le cortó la respiración y arrancó aplausos a la concurrencia.

Es que ese amor de Betty por Don Armando, ese amor de Panamá por Betty es amor del bueno. Como amor del bueno es el que tienen por la actuación todos los artistas que actuaron otrora en la novela y en esta adaptación teatral tan bien recibida dondequiera que se presenta. ¡Enhorabuena, Betty la fea. Teatro!