Santa Liberata de Las Tablas
Publicado 1999/07/18 23:00:00
A lo largo de la historia, el hombre siempre ha hecho inútiles intentos por descifrar la incógnita del Plan Divino. Incomprensible ante nuestro intelecto se va desarrollando el mismo con hechos insólitos como lo fue el nacimiento de nueve hermosas doncellas por el año 122 D.C., hijas legítimas del Rey Lucío Castelio Severo quien gobernaba el noroeste de la Península Ibérica junto con su amada esposa la princesa Calsia. Estas nueve gemelas fueron cruelmente abandonadas por la princesa, quien pensaba que este hecho era producto de una maldición. El cristianismo empezaba a germinar en el Viejo Continente y la buena voluntad no podía faltar en esta inverosímil historia ya que nueve mujeres recién dadas a luz amamantaron a las niñas bajo la dirección de la partera cristiana llamada Sila.
Con el pasar de los años, el Rey Lucío Castelio reconoce formalmente la paternidad de las niñas y crecen estas en el palacio. Llenas de vida y criadas entre comodidades y lujos las nueve hermanas: Genívera, Gemma, Victoria, Germana, Marciana, Eumelia, Basilia, Vilgerfortis y Quiteria; frecuentemente visitaban las catacumbas en donde herméticamente recibían la Santa Eucaristía y otros sacramentos de la entonces muy perseguida Iglesia Primitiva Cristiana. Sin embargo los planes del Rey Lucío Castelio estaban lejos de cultivar el camino al reino de los cielos, más bien su preocupación estaba centrada en la heredera del futuro reino de Portugal. Al acercarse la edad del matrimonio de las jóvenes, el rey orgullosamente prepara los mismos e inicia su cruzada por desposar a sus hijas con jóvenes pertenecientes a la realeza extranjera.
Las nueve hermanas cristianas, turbadas ante la decisión de su padre confiesan públicamente su formal voto de castidad, su entrega a la vida cristiana y se declaran esposas de Jesucristo. Ante semejante crisis en el palacio las jóvenes deciden huir a tierras lejanas en donde proclamando la palabra de Dios mueren todas como mártires. Vilgerfortis conocida también como Liberata se dirige a la región de Castilla en donde promueve la fe católica con humildad, oración y dedicación. Muere esta Virgen y Mártir en Sigüenza, España clavada en una cruz como Jesús dando honor y gloria a la fe católica por su valor, perseverancia en la fe e incondicional fidelidad al Plan Divino.
LLEGA SANTA LIBERATA A LA PENINSULA DE AZUERO
Narra nuestra historia que en 1671 la antigua ciudad de Panamá fue atacada por un cruel y avaro pirata inglés llamado Enrique Morgan. Llenos de terror e incertidumbre, muchos de los colonos que habitan Panamá La Vieja, se embarcan en sus galeones con expectativas de llegar a una tierra fértil que les permitiera vivir seguros de las inesperadas visitas de los bucaneros y corsarios. En ese histórico hecho se embarca el Almirante Don Gil jacinto de Barahona con su tripulación en un navío poco seguro pero dispuesto a encontrar nuevas tierras para habitar con sus familiares. Al cruzar el Golfo de Panamá son atacados esta vez por fuertes costas tropicales. Por feroces vientos eran estremecidos estos viejos galeones en alta mar y temerosos de perecer en el viejo suplican a la imagen llegar a tierra sanos y salvos. Entre tantas oraciones a la Santa Gallega le prometían construir una capilla en donde le rendirían tributo de agradecimiento.
La aventurera expedición arriba a las playas de Mensabé e inician la búsqueda de un lugar apto para vivir y es así como encuentran un pequeño villorio en lo que hoy es actualmente el barrio de Punta Fogón. Los nuevos colonos inician la construcción de sus casas con los restos de sus desmantelados navíos y es por eso que son bautizados por los pobladores del villorio como "la gente de Las Tablas". Estos gallegos de "Las Tablas" fieles a sus costumbres y tradiciones dan cumplimiento a la solemne promesa que hicieron en alta mar encontrándose con la resistencia de los habitantes originales quienes reconocían como su patrona a la Santa Cruz de Mayo.
Al verse presionados por la oposición a su patrona deciden llevarse la imagen de Santa Liberata hasta la Villa de Los Santos en donde la colocan en una cálida capilla cumpliendo así su fervorosa manda. Cuentan nuestros antepasados que sorprendentemente reaparece la Santa Gallega entre el caserío de "Las Tablas" en el preciso lugar donde hoy se levanta su santuario.
Este insólito hecho le otorga a los nuevos colonos el permiso para entronizar la imagen de Santa Liberata sin desplazar el honor a la Cruz de Mayo. El poblado va creciendo y todos los años para ambas fiestas patronales solían salir tunas o estudiantinas cantando por las calles. Oficialmente se escoge como patrona del poblado a Santa Librada la cual era agazajada por las tunas, que se convirtieron en rivales de la fe. Con los años las coplas entonadas en sus cantos se tornaron fuertes y ofensivas por lo que la Iglesia sugiere cambiar esta tradición a las fiestas del carnaval originando así las legendarias tunas de Calle Arriba y Calle Abajo.
Para el año 1692 ya estaba fundado oficialmente el pueblo como "Santa Liberata de Las Tablas" y en una modesta iglesia se coloca la 1ª. imagen conocida como Santa Liberata La Peregrina. Dentro de la pared frontal de la iglesia en un sencillo nicho colocan la 2ª. Imagen conocida como Santa Liberata La Pequeñita, en esa hermosa urna aparecían junto con ella sus ocho hermanas mártires y vírgenes. Con el transcurso de los años esta hermosa urna fue deteriorándose de forma tal que un buen día el cura párroco decide dejar sólo la imagen de la Pequeñita pues esta permanecía intacta.
En 1816 un fuerte temblor de tierra derrumba una de las torres de la iglesia y se inicia la reconstrucción del templo tableño. Ya para ese entonces es donada la 3ª. Imagen de Santa Librada conocida como La Moñona la cual es colocada en el centro del altar mayor. En 1862 Don Janvario Cedeño del Castillo, Don Casimiro Bendiburg y sus familiares se encontraban, disfrutando de las hermosas playas de Mensabé cuando divisan a Don Pedro Gil Del Cortizo luchando por rescatar una mediana caja que flotaba en alta mar. Para sorpresa de todos en la caja venían una imagen de Santa librada y una de San Gerónimo. En la caja había adentro una inscripción que decía: "Esta es Santa Librada" y desde entonces este ha sido el nombre con el que se conoce a nuestra Santa Patrona. A esta cuarta y última imagen que llega a Las Tablas se le conoce como La Chola por su tez más trigüeña pero con rasgos más delicados y finos. Desde entonces cada 19 de julio el pueblo tableño pasea por sus calles a la imagen de "La Chola" rodeada de flores naturales y largos cirios. Esta procesión se lleva a cabo en la noche resaltando así el carisma y la belleza de la Mártir Gallega. Lujosamente adornada e iluminada se presenta la patrona a su pueblo recordándole a sus feligreses el martirio sufrido a causa de su fe en Cristo allá en Sigüenza, España. Una vez concluida esta piadosa romería se dan cita frente a la Iglesia grupos de gaiteros quienes con ese inconfundible sabor español le rinden tributo a la milagrosa princesa gallega. Fuegos artificiales, violines, cantaderas, tamboritos y otras expresiones folclóricas elogian los milagros de la Patrona Tableña. El día 20 se celebra la solemne misa con la participación del alto clero y el pueblo de Azuero. El día 21 es el 1er día de toros el cual lo preside un abanderado quien entra a la plaza de la corrida entre salomas, cohetes y tamboritos. El día 22 se le denomina sereno, el cual era usado por nuestros antepasados tableños para salir en tunas rivales entonando coplas que con sabor provinciano se echaban "puyas" una y otra vez. Como esta tradición se cambió a carnaval quedó el día sereno como el día de estreno de la muda de ropa nueva.
Esta actividad promovía y motivaba el interés de los jóvenes tableños por lucir sus mejores galas, donde se percibía un derroche de polleras de distintos tipos y colores por las calles de la capital santeña. Esta costumbre resultó muy lucida y ya para el año 1958 se le denomina a esta actividad como el Festival Nacional de la Pollera. Este se lleva a cabo en el Colegio Manuel María Tejada Roca y se premia a la mejor pollera del año con el galardón "Margarita Lozano" quien una vez fuera proclamada Reina Nacional de la Pollera y el Folclore. Esa misma noche se presenta un desfile en carros alegóricos con las concursantes bellamente empolleradas. El día 23 es el último día de toros que culmina con cantaderas, brindis y bailes populares.
Como todos los años una vez más esta noche se desplazará en su anda por las calles tableñas la hermosa Princesa Gallega con sus brazos extendidos como queriéndonos abrazar con ese cristiano amor con el que fueron conocidas Vilgerfortis y sus 8 hermanas gemelas, hijas legítimas del Rey Lucío Castelio Severo y su esposa la Princesa Calsia.
Con el pasar de los años, el Rey Lucío Castelio reconoce formalmente la paternidad de las niñas y crecen estas en el palacio. Llenas de vida y criadas entre comodidades y lujos las nueve hermanas: Genívera, Gemma, Victoria, Germana, Marciana, Eumelia, Basilia, Vilgerfortis y Quiteria; frecuentemente visitaban las catacumbas en donde herméticamente recibían la Santa Eucaristía y otros sacramentos de la entonces muy perseguida Iglesia Primitiva Cristiana. Sin embargo los planes del Rey Lucío Castelio estaban lejos de cultivar el camino al reino de los cielos, más bien su preocupación estaba centrada en la heredera del futuro reino de Portugal. Al acercarse la edad del matrimonio de las jóvenes, el rey orgullosamente prepara los mismos e inicia su cruzada por desposar a sus hijas con jóvenes pertenecientes a la realeza extranjera.
Las nueve hermanas cristianas, turbadas ante la decisión de su padre confiesan públicamente su formal voto de castidad, su entrega a la vida cristiana y se declaran esposas de Jesucristo. Ante semejante crisis en el palacio las jóvenes deciden huir a tierras lejanas en donde proclamando la palabra de Dios mueren todas como mártires. Vilgerfortis conocida también como Liberata se dirige a la región de Castilla en donde promueve la fe católica con humildad, oración y dedicación. Muere esta Virgen y Mártir en Sigüenza, España clavada en una cruz como Jesús dando honor y gloria a la fe católica por su valor, perseverancia en la fe e incondicional fidelidad al Plan Divino.
LLEGA SANTA LIBERATA A LA PENINSULA DE AZUERO
Narra nuestra historia que en 1671 la antigua ciudad de Panamá fue atacada por un cruel y avaro pirata inglés llamado Enrique Morgan. Llenos de terror e incertidumbre, muchos de los colonos que habitan Panamá La Vieja, se embarcan en sus galeones con expectativas de llegar a una tierra fértil que les permitiera vivir seguros de las inesperadas visitas de los bucaneros y corsarios. En ese histórico hecho se embarca el Almirante Don Gil jacinto de Barahona con su tripulación en un navío poco seguro pero dispuesto a encontrar nuevas tierras para habitar con sus familiares. Al cruzar el Golfo de Panamá son atacados esta vez por fuertes costas tropicales. Por feroces vientos eran estremecidos estos viejos galeones en alta mar y temerosos de perecer en el viejo suplican a la imagen llegar a tierra sanos y salvos. Entre tantas oraciones a la Santa Gallega le prometían construir una capilla en donde le rendirían tributo de agradecimiento.
La aventurera expedición arriba a las playas de Mensabé e inician la búsqueda de un lugar apto para vivir y es así como encuentran un pequeño villorio en lo que hoy es actualmente el barrio de Punta Fogón. Los nuevos colonos inician la construcción de sus casas con los restos de sus desmantelados navíos y es por eso que son bautizados por los pobladores del villorio como "la gente de Las Tablas". Estos gallegos de "Las Tablas" fieles a sus costumbres y tradiciones dan cumplimiento a la solemne promesa que hicieron en alta mar encontrándose con la resistencia de los habitantes originales quienes reconocían como su patrona a la Santa Cruz de Mayo.
Al verse presionados por la oposición a su patrona deciden llevarse la imagen de Santa Liberata hasta la Villa de Los Santos en donde la colocan en una cálida capilla cumpliendo así su fervorosa manda. Cuentan nuestros antepasados que sorprendentemente reaparece la Santa Gallega entre el caserío de "Las Tablas" en el preciso lugar donde hoy se levanta su santuario.
Este insólito hecho le otorga a los nuevos colonos el permiso para entronizar la imagen de Santa Liberata sin desplazar el honor a la Cruz de Mayo. El poblado va creciendo y todos los años para ambas fiestas patronales solían salir tunas o estudiantinas cantando por las calles. Oficialmente se escoge como patrona del poblado a Santa Librada la cual era agazajada por las tunas, que se convirtieron en rivales de la fe. Con los años las coplas entonadas en sus cantos se tornaron fuertes y ofensivas por lo que la Iglesia sugiere cambiar esta tradición a las fiestas del carnaval originando así las legendarias tunas de Calle Arriba y Calle Abajo.
Para el año 1692 ya estaba fundado oficialmente el pueblo como "Santa Liberata de Las Tablas" y en una modesta iglesia se coloca la 1ª. imagen conocida como Santa Liberata La Peregrina. Dentro de la pared frontal de la iglesia en un sencillo nicho colocan la 2ª. Imagen conocida como Santa Liberata La Pequeñita, en esa hermosa urna aparecían junto con ella sus ocho hermanas mártires y vírgenes. Con el transcurso de los años esta hermosa urna fue deteriorándose de forma tal que un buen día el cura párroco decide dejar sólo la imagen de la Pequeñita pues esta permanecía intacta.
En 1816 un fuerte temblor de tierra derrumba una de las torres de la iglesia y se inicia la reconstrucción del templo tableño. Ya para ese entonces es donada la 3ª. Imagen de Santa Librada conocida como La Moñona la cual es colocada en el centro del altar mayor. En 1862 Don Janvario Cedeño del Castillo, Don Casimiro Bendiburg y sus familiares se encontraban, disfrutando de las hermosas playas de Mensabé cuando divisan a Don Pedro Gil Del Cortizo luchando por rescatar una mediana caja que flotaba en alta mar. Para sorpresa de todos en la caja venían una imagen de Santa librada y una de San Gerónimo. En la caja había adentro una inscripción que decía: "Esta es Santa Librada" y desde entonces este ha sido el nombre con el que se conoce a nuestra Santa Patrona. A esta cuarta y última imagen que llega a Las Tablas se le conoce como La Chola por su tez más trigüeña pero con rasgos más delicados y finos. Desde entonces cada 19 de julio el pueblo tableño pasea por sus calles a la imagen de "La Chola" rodeada de flores naturales y largos cirios. Esta procesión se lleva a cabo en la noche resaltando así el carisma y la belleza de la Mártir Gallega. Lujosamente adornada e iluminada se presenta la patrona a su pueblo recordándole a sus feligreses el martirio sufrido a causa de su fe en Cristo allá en Sigüenza, España. Una vez concluida esta piadosa romería se dan cita frente a la Iglesia grupos de gaiteros quienes con ese inconfundible sabor español le rinden tributo a la milagrosa princesa gallega. Fuegos artificiales, violines, cantaderas, tamboritos y otras expresiones folclóricas elogian los milagros de la Patrona Tableña. El día 20 se celebra la solemne misa con la participación del alto clero y el pueblo de Azuero. El día 21 es el 1er día de toros el cual lo preside un abanderado quien entra a la plaza de la corrida entre salomas, cohetes y tamboritos. El día 22 se le denomina sereno, el cual era usado por nuestros antepasados tableños para salir en tunas rivales entonando coplas que con sabor provinciano se echaban "puyas" una y otra vez. Como esta tradición se cambió a carnaval quedó el día sereno como el día de estreno de la muda de ropa nueva.
Esta actividad promovía y motivaba el interés de los jóvenes tableños por lucir sus mejores galas, donde se percibía un derroche de polleras de distintos tipos y colores por las calles de la capital santeña. Esta costumbre resultó muy lucida y ya para el año 1958 se le denomina a esta actividad como el Festival Nacional de la Pollera. Este se lleva a cabo en el Colegio Manuel María Tejada Roca y se premia a la mejor pollera del año con el galardón "Margarita Lozano" quien una vez fuera proclamada Reina Nacional de la Pollera y el Folclore. Esa misma noche se presenta un desfile en carros alegóricos con las concursantes bellamente empolleradas. El día 23 es el último día de toros que culmina con cantaderas, brindis y bailes populares.
Como todos los años una vez más esta noche se desplazará en su anda por las calles tableñas la hermosa Princesa Gallega con sus brazos extendidos como queriéndonos abrazar con ese cristiano amor con el que fueron conocidas Vilgerfortis y sus 8 hermanas gemelas, hijas legítimas del Rey Lucío Castelio Severo y su esposa la Princesa Calsia.
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