Salud emocional de las mascotas

Escuchar que un perro o un gato podría tener cuadros de estrés y ansiedad, tal vez sorprenda a más de uno, pero es una realidad.

Siendo ellos miembros de la familia, los dueños deben cuidar de su salud emocional.

Los cambios en los hábitos de vida, ocio y alimentación que pueden estar sufriendo en estos meses de cuarentena, podrían ser un detonante de cuadros de ansiedad y depresión, explica Patricia Cuan, delegada médica veterinaria para Purina Panamá.

Entonces, ¿cómo detectar las señales de estos cuadros? Los perros presentarán comportamientos diferentes a los usuales, pues son animales rutinarios.

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Ellos se harán notar, pueden optar por arañar paredes o muebles, se empiezan a lamer o limpiar más, muerden sus patitas o muestran señales de aburrimiento, enumera.

En tanto, en el caso de los gatos sienten que les están amenazando su territorio, es decir, que "estamos invadiendo un poco su espacio y se genera un nivel de estrés mayor, no quieren saber mucho de la gente, se esconden y también pueden tener ciertas señales de agresividad".

Igual que los perros se empiezan a lamer más, incluso, hacen sus necesidades fuera de la litera.

Por otro lado, las mascotas podrían deprimirse después de intentar adaptarse a un ambiente nuevo y no lo logran, según especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

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El entrenamiento violento hacia diversas especies también aumenta las probabilidades de presentar este estado, dicen.

¿Qué hacer?

En este punto, Cuan advierte que deben estar pendientes, porque "si no lo hacemos con el tiempo puede incurrir en alguna enfermedad".

A raíz de esto, los gatos podrían presentar algún tipo de cistitis idiopática que es una inflamación en la vejiga.

Mientras que el perro puede empezar a correr y jugar con su cola, andará más activo. Además, con la depresión puede perder el apetito, variar sus rutinas diarias, en cuanto al consumo de alimentos.

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Recuerden mantenerlos hidratados y con suficiente comida si los van a dejar solos por un tiempo.

Rol del juego

Patricia Cuan reitera que hay que mantener las rutinas de juego, así el perro mejorará su capacidad auditiva y su olfato. Una buena idea para esto sería esconderles la comida para que ellos la hallen con el olfato. También pueden jugar con los gatos utilizando bolas de lana.

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