Recuerdan a Rosa María Britton, una gran mujer: auténtica, irrepetible, irreverente y con gran sentido de la amistad y el humor
"Panamá tiene una gran deuda con Rosa María. Tenemos todos", afirmó, el Dr. Xavier Sáez-Llorens, en el homenaje póstumo que se le rindió el 19 de julio a la fallecida escritora y doctora, e instó a "que se haga la ley Britton de educación sexual." Ante ello público presente en el Grand Salón del Sheraton secundó con aplausos esta petición.
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- - Actualizado: 19/7/2019 - 07:14 pm
Amigos, familiares, cientificos, escritores y colegas de la Dra. Rosa María Britton- fallecida este martes 16 de julio- se dieron cita en el Hotel Sheraton para rendirle homenaje póstumo, cumpliendo de esta manera con una celebración de su vida que ella había dicho le gustaría que tuviese lugar cuando ella muriera. Que en vez de lágrimas hubiera alegría y, sí, se entremezclaron los sentimientos de aquellos en quienes de una forma u otra influenció. Cientos de ellos, se reunieron en el Salón Gran Ancón del Sheraton y compartieron anécdotas y recuerdos en un emotivo encuentro que incluyó música. Que ella tanto amó: "Historia de amor", "Piel canela", "Lamento Borincano"..
Fueron dos horas en que uno tras otro, los que hicieron uso de la palabra durante la Celebración de la vida de Rosa María Britton, fueron exaltando sus virtudes y reiterando su amor, gratitud, respeto y admiración por ella. A saber: Dr. Xavier Sáez-Llorens, Dr. Juan David Morgan, María Magela Brenes, Briseida Bloise y Gabrielle Britton.
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Música de fondo, pasillos y boleros principalmente, también complementaron este homenaje póstumo donde los oferentes y el público celebraron y aplaudieron la vida y logros de Rosa María Britton: la profesional de la Medicina (que durante más de dos décadas dirigió el Hospital Oncológico Nacional, entonces en la Justo Arosemena y por más de medio siglo laboró como oncóloga y ginecóloga, parte de ellos en el Centro Médico Paitilla), la escritora (ganadora de seis premios 'Ricardo Miró' y autora de más de 10 libros, entre ellos las novelas 'El ataúd de uso', 'Todas íbamos a ser reinas', "La muerte tiene dos caras", 'No pertenezco a este siglo', 'Tocino del cielo'), la promotora cultural y literaria (Presidenta de la Fundación Pro Biblioteca Nacional, conferencista que no perdía oportunidad de dialogar con los jóvenes sobre la lectura y sexualidad responsable), la amiga y luchadora incansable por los derechos de la mujer y los adolescentes a recibir información oportuna sobre sexualidad (abogaba por la enseñanza de la educación sexual en los colegios para prevenir el embarazo precoz y las infecciones de transmisión sexual, ITS), la madre y, sobre todo la amiga, que siempre estuvo allí, para tender la mano y brindar apoyo a quien lo necesitase y/o solicitase.
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El doctor Xavier Sáez-Llorens, dijo sobre su colega profesional y amiga que ella escribió un libro titulado "Yo no pertenezco a este siglo" y, definitivamente, ella no pertenece a este siglo". Mencionó diferentes fragmentos de entrevistas que le habian realizado a la Dra. Britton, donde salían a relucir su franqueza y sarcasmo. De ella destacó que era "políticamente incorrecta" y "tan atrevida", en sus planteamientos. Resaltó los aportes de la afamada médica a la salud pública del país, dijo que era una gran activista en materia de asuntos de derechos humanos, mujeres y el tema sexual en Panamá.
Él dijo que laboró con ella en el Instituto Oncológico por más de 20 años. La considera "polifacética y extraordinaria".
"Faro mío",dijo para referirse a quien fue mentora suya.
"Panamá tiene una gran deuda con Rosa María. Tenemos todos", afirmó, e instó a "que se haga la ley Britton de educación sexual." Ante ello público presente en el Grand Salón del Sheraton secundó con aplausos esta petición.
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Juan David Morgan, por su parte, dijo que palabras le faltarían "que sean capaces de abarcar la inmensidad del universo de Rosa María Britton, la valentía de su ----social, la fortaleza de sus convicciones, la entereza de su compromiso con las causas que ella defendía".
El escritor Juan David Morgan también festejó la belleza de la literatura de su amiga y homóloga, "su solidez en la formación profesional, su lucha sin cuartel contra la enfermedad, su preocupación por defender sin claudicar el derecho de los otros, su amor por la familia y su inigualable sentido de la amistad, destacada profesional de la Medicina , autora prlífica y luchadora y gestora pertamente de la bibiloteca. Una ciudadana ejemplar que amó y dio brillo y esplendor a su patria.
También dijo de Rosa María Britton, que era una "dama noble y sencila, amante de la música, de sus mascotas, la buena comida", colega irrepetible. Una mujer extraordinaria.
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"Sabemos que para ella la amistad era sagrada y que decía presente cuando un amigo lo necesitaba. Y relató una anécdota que la pinta como ella era, una mujer que no se arredraba y de gran temple. Dijo que dos días antes de morir, recuperó fuerzas y pidió a sus hijos y amistades una botella de champaña para despedir una vida plena de realizaciones".
"Cuán grande y fuerte fue Rosa María en la vida y en la muerte y aunque hoy me faltan las palabras y me sobran los silencios y esas palabras que me faltan y esos silencios que me sobran me alentan a despedir a mi amiga, como ella hubiera querido, con una sonrisa", concluyó Juan David Morgan.
María Magela Brenes
La directora general de la Biblioteca Nacional 'Ernesto J. Castillero', María Magela Brenes, compartió con la audiencia que conoció a Rosa María Britton hace 40 años , cuando ambas realizaban investigaciones sobre biometría de cáncer cérvico uterino. Trabajaron juntas 15 años y esto le permitió conocer su capacidad de organización, disciplina, tesón y habilidad para sistematización del registro de tumores, detalló Brenes. Y, a raíz de ello, de ese compartir, "nació una gran admiración, una gran amistad, que fue recíproca. Fue una gran mujer conmigo", enfatizó.
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Siguió relatando que a la hora en que con Leonor Motta se embarcaron en el proyecto de reestructuración de la Biblioteca Nacional y bibliotecas públicas, hallaron en la Dra. Rosa María Britton una irrestricta e incondicional colaboradora.
También sobre el mismo tema Brenes exaltó el gran trabajo que desarrolló Rosa María Britton al frente de la Fundación Pro Biblioteca Nacional, Binal- posición que ocupó hasta su deceso- al suceder a Leonor Motta. "Tengo una directiva de lujo", afirmó Britton entonces, y siempre solía decirlo, según contó la directora de la Binal.
Dijo asimismo, que Rosa María Britton desde el principio tuvo tuvo claro dos aspectos: el concepto de la memoria nacional, de la recuperación del patrimonio documental del país, tanto la bibliografía producida por Panamá dentro y fuera del país, como por los panameños y, la importancia del fortalecimiento de las bibliotecas públicas.
Esto se debía a que, como recalcó, la Dra. Britton era "una convencida de la importancia de la lectura, de leer y de despertar en los niños el amor por los libros".
"La doctora Britton era la doctora Britton", puntualizó.
Añadió que "Siempre ha sido una persona que nos ha estimulado y valorado. Siempre tuvo algo bueno qué decir por una labor bien hecha. Fue una gran gestora de fondos para la Biblioteca Nacional y se fajó muchísimo" por buscar padrinos para esta institución salvaguarda del patrimonio cultural bibliográfico del país.
"Crreo que su espíritu, su vehemencia, su trabajo en la Biblioteca Nacional va a estar siempre con nosotros", concluyó María Magela Brenes.
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Acto seguido hubo un intermedio musical durante el homenaje a #UnaGranMujer, como se leía en la pantalla gigantesca donde aparecía una foto de la Dra. Britton, sonriente, posando con su biblioteca al fondo, foto que le tomó la colega mía en Panamá América, Anayansi Gamez, durante entrevista donde, acompañada de su esposo Karl y de sus inseparables perritos, la doctora nos habló acerca de su amada Cuba, de la cocina y música cubana, de su niñez y de "Tocino del cielo", la obra que ese año iba a presentar en la Feria Internacional del libro de Panamá, FIL, que en su edición de 2019- que se celebrará del 13 al 18 de agosto, dedicada a los 500 años de Fundación de la Ciudad de Panamá- la va a extrañar mucho. A propósito de la FIL 2019, cuando la suscrita la entrevistó previo a las elecciones del 5 de mayo, para que hablase del dominio del español por los candidatos a puestos de elección y le pidió que le adelantara algo sobre su próxima novela, nos compartió que sería sobre su vida y experiencias como médica. No sabemos qué tanto adelantó en la materia.
Sí, en este inolvidable homenaje, el Grupo de Cámara Atacp tal como anunció Jorge Iglesias Bloise (quien fue el maestro de ceremonia) interpretó el Danzón Mamá Eva, para celebrar la vida de una gran mujer. Este tema, nos comentó acá desde su puesto, entre el público Mario García Hudson (coordinador del Centro audiovisual de la Binal) es de autoría de Vicente Gómez Gudiño.
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Briseida Bloise
Le llegó el turno de hacer uso de la palabra en el programa del homenaje a una de las más entrañables amigas que tuvo la Dra. Britton, Briseida Bloise.
"Solo hay encuentros y no despedidas", dijo y agregó que "Rosa María fue un ser tan extraordinario que faltan palabras para describirla: mujer excepcional, referente en nuestra literatura, poseedora de un alto sentido humanista, defensora de los derecho humanos y de las mujeres", expresó Bloise.
Contó que tuvo el honor de acompañarla en a conversatorios y charlas no solo en colegios de distintos puntos del país, sino también en otros escenarios y siempre se notaba el gran aprecio y admiración que le tenían los jóvenes. Ellos "abarrotaban los lugares donde ella se presentaba".
También Bloise hablo de la lectora insaciable que era Rosa María Britton. Habló de la biblioteca de la escritora, de los platos, estatuillas y medallas que tenía en un rinconcito de su apartamento, al que llamaba la vanidoteca, resaltó su buen humor, su valentía y voluntad, su disciplina y espontaneidad.
"Fue amiga, confidente, madre, hermana, como un ángel guardián que ha marcado la hoja de ruta de mi trayectoria personal y profesional. Como escritora fue mi escuela", dijo Bloise con entrecortada voz por la emoción de la amiga que partió.
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Destacó, de igual forma, que fue Rosa María Britton la primera en posicionar la literatura panameña a nivel internacional.
Mencionó Bloise distintas editoriales que avalaron la producción bibliográfica de Rosa María Britton, seis veces galardonada con el Premio Nacional de literatura 'Ricardo Miró'. Este trascender fronteras con su pluma, hizo que en 22 países se conociera la literatura panameña.
Rosa María Britton- siguio diciendo Bloise- "fue esencial en los equipos de trabajo que lideró". Y mencionó personas cercanas a ella en las distintas áreas en que impactó, que al igual que Bloise y los asistentes al acto sienten un vacío, pero, a la par se sienten afortunados de que haya tocado de una forma u otra sus vidas.
Enumero, también, Bloise, al Consejo editorial y quienes conforman la directiva de la Fundación Pro Biblioteca Nacional que tuvo en Britton una gran líder.
Cuando se refirió a las postrimerías de la vida de Rosa María Britton, Briseida Bloise calificó de "días duros, muy difíciles, pero muy aleccionadores".
"A personas como Rosa María Britton no se le despide , se le lleva puesta, se le lleva aprehendida. Hasta el último momento de su vida mostró una fuerza, valentía honor y gloria. Mandó a pedir Champán y en cada visita me asignó una tarea: No permitir que su legado literario se apagara," expresó Bloise.
"Querida Rosa María, tu sabiduría innata os fortalecerá para siempre", concluyó.
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A continuación, se proyectó un video de Dayrita, la ahijada de la Dra. Britton, que desde Londres exaltaba a su madrina con emotivas palabras: "Pude entrar al mundo mágico que ella habitaba. Gracias a ella, amar a su familia, al país y al mundo. El vacío que deja es enorme. Pero su legado es aún mayor. Para mí su legado más grande fue su autenticidad".
Gabrielle Britton
Tomó la palabra su hija Gabrielle, quien junto con su hermano Walter, su esposo Karl (quien precedió a la doctora en su encuentro con la muerte), Edilsa y sus queridos perros, además de los libros, sus dos profesiones (medicina y literatura), la Biblioteca Nacional (con la Fundación), sus amigos, la buena comida y música y su Cuba, eran los tesoros de Rosa María Crespo de Britton.
"Felicidad, música, reunión de amigos y familiares". Así describió Gabrielle la ocasión.
Dijo que Edilsa, Walter y ella, Gabrielle, estaban "sumamente contentos por todo el apoyo que hemos recibido".
Mencionó que estaba emocionada y abrumada porque a raíz de la muerte de su madre "miles de amigos, de personas que no conozco y que no habría conocido", de no ser por el fallecimiento de ella, "me llamaron, me mandaron correos " y mensajes. Personas, que le decían cómo su madre, la Dra. Rosa María Britton les había mandado mensajes y palabras de estímulo, de emponderamiento. Otros eran testimonios de "vidas que había salvado". Los hay de amigos, colegas escritores, médicos... "Fue abrumador y conmovedor y estamos tan orgullosos de ella, por lo que representaba".
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"Cocinaba mucho, le gustaba tener la casa llena de buena comida, buenos vinos", siguió diciendo Gabrielle.
Hubo muchas fiestas en su casa en que la Dra. Britton era la anfitriona, según rememoró su hija, quien recalcó esa "pasión por la comida, que heredó Walter", mientras que ella, Gabrielle, "heredé esa parte brusca de mi mamá y la parte científica, lo que defendía, yo, la más feminista".
Contó que de niña, como la doctora andaba de congreso en congreso, eso influyó mucho en ella. Y que, le llamaba la atención que en muchos de esos congresos la doctora era la única mujer y/o en ocasiones la única mujer expositora. Mencionó distintos tipos de congreso y sea que hubiese o no mujeres, ese descollar de su madre, lo cual la enorgullecía.
Destacó que como madre, la Dra. Britton se esmeró en inculcarles la importancia de estudiar, para nunca depender de nadie.
Gabrielle habló de ese acompañamiento de niña, joven y adulta joven a su madre en viajes y presentaciones científicas. Y en los últimos años, a la inversa, de su madre acompañarla a ella en congresos y actividades científicas. Experiencia que fue un disfrute mutuo, según puso Gabrielle de relieve.
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Rememoró ese viajar, su curiosidad por explorar nuevos lugares, nuevos menús, vinos, su hambre por la cultura... A veces se cansaba primero Gabrielle. "Era insaciable", dijo.
Por ella fue que nació con fuerza un grupo de promotores científicos, Ciencia en Panamá. "Mi madre fue una de las grandes Cheer leader" de este, según concluyó Gabrielle.
Para cerrar con broche de oro el emotivo Homenaje a #UnaGranMujer", en Sheraton Hotel, el Grupo de Cámara Atacap acompañó a Carlos Rodríguez, quien cantó una canción que le escribió su amigo Tony Fergo (escritor,músico, humorista y publicista ya fallecido) a Rosa María Britton, a raíz de un homenaje que hicieran a la connotada escritora.
MÁS DETALLES
Al concluir el pasillo a Rosa María, se acusó recibo de más de 20 resoluciones de duelo de instituciones hospitalarias donde laboró la Dra. Britton, oenegés, instituciones estatales y gremios.
En la entrada al homenaje a la escritora y oncóloga panameña había un gran afiche con palabras de uno de sus más caros amigos y colega de las letras, Ernesto 'Neco' Endara, donde se leía un mensaje cariñoso, un hasta luego. Hélo aquí:
"Au revoir, Rosa
Rosa, Rosita, Roxana, Rosa de Oxalá, Rosa de las lluvias y de los vientos; Rosa de pluma y bisturí, Rosa Centrifuga; Rosa de tamborito y champaña; Rosa, la de Chimán; Rosa de cante jondo y Guitarra, de flamenco y bolero; Rosa metida en libros y en fríos salones de cirugía; Rosa de las Marías, Rosa de Panamá. Todavía caminan cuerpos que salvaste. Y cuando esos perezcan, te sobrevivirán tus páginas, llenas de vida, menjurjes, sabidurías y alegrías. Habrá personajes rondando La Esquina del Paraíso; otros perdidos por los Laberintos del orgullo; enamorados en busca de los Suspiros de fantasmas; un despistado Adán surgiendo de la Costilla de Eva. ¡Ay, Rosa de agüeros y de embrujos! Bataclana frustrada (¿quién no te oyó declararlo?). Será mejor que te busquen en ese Siglo al cual ya no perteneces. Si la Muerte es buena perdedora, te recibirá con su mejor cara. Que no intenten enterrarte en tu ataúd de uso, le pondrías una vela latina y que miren a ver cómo regresan a esa María Rosa marinera. Si te encuentras con Toñito Riba y cerca hay un piano, habrá muchos “Dime que sí”, que no dejarán dormir a los gatos celestiales. Sé que buscarás a tu amigo Jorge Amado. Ojalá lo encuentres con su Celia.
En todo me ganaste, hasta en arribar primero a esa isla sin privilegios ni reclamos del “Ya nada importa”.
Si algo es fijo en lo no probable, es que nos veamos nuevamente... aunque no tengo ningún apuro."
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Más sobre el homenaje
Además, en Sheraton Hotel se proyectó un video de fotos de la Dra. Britton, de su vida familiar, con amigos, en sus viajes, durante pasatiempos...
Se brindó con champaña para celebrar la vida de Rosa María Britton. La audiencia alzó la copa junto a los oferentes y familiares y dijo: ¡Salud!
Como parte del brindis se desgustaron bocadillos y otras viandas, porque, tal como la Dra. Britton pidió, quería que después de su muerte todos disfrutaran de placeres de los cuales ella no se privó y celebraran su vida. Sus hijos le cumplieron ese deseo.
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Obras de Rosa María Britton
El ataúd de uso (INAC, Panamá, 1983; Editorial Oveja Negra, Bogotá, Colombia, 1986), El señor de las lluvias y el viento (INAC, 1984; Editorial Lil, Costa Rica, 1988; Editorial Sibauste, 1993); La costilla de Adán (Editorial Lil, San José, Costa Rica, 1985), ¿Quién inventó el mambo? (INAC, Panamá, 1986; Editorial Sibauste, Panamá, 1995), Esa esquina del paraíso (INAC, Panamá, 1987), La muerte tiene dos caras (Editorial Costa Rica, San José, 1987), Banquete de despedida/ Miss Panamá Inc. (INAC, Panamá, 1988), No pertenezco a este siglo (INAC, Panamá, 1992; Editorial Costa Rica, San José, 1996), Semana de la mujer y otras calamidades (Editorial Torremozas, España, 1995), Todas íbamos a ser reinas (Plaza & Janés, Bogotá, Colombia, 1997), La nariz invisible y otros cuentos (Editorial Torremozas, Madrid, 2000), Laberintos de orgullo (Alfaguara, San José de Costa Rica, 2003), Suspiros de fantasmas (Alfaguara, 2005), Historias de mujeres tristes (Alfaguara, Panamá. 2011).
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