PANAMÁ
Parejas: Vida sexual y fertilidad
Los expertos recomiendan reeducar el deseo.
- Fanny Arias
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- - Actualizado: 15/2/2024 - 12:00 am
No es un secreto que el estrés es enemigo de una sexualidad sana y placentera, pero si a esto le agregan la presión por lograr un embarazo, el resultado puede llegar realmente a hacer obstáculo en la vida sexual de la pareja.
Cuando las parejas en buscan un hijo pasan por varias fases: con la ilusión inicial, siguen manteniendo relaciones como vienen haciendo habitualmente. Luego pasan por ajustar esas relaciones a los días fértiles, y cuando ven que no se consigue el embarazo fácilmente, aumentan esa frecuencia para lograrlo.
En esta última fase ya empieza a planear la frustración por no conseguir el objetivo deseado, y lo que era divertido y excitante se convierte en poco apetecible e incluso insatisfactorio en el contexto de una sexualidad planificada.
"La pasión y espontaneidad inicial puede ir desapareciendo a medida que va pasando el tiempo y no hay novedades. A nivel sexual, a partir del sexto mes, las tasas de estrés y de ansiedad que supone el encuentro empiezan a aumentar y a medio-largo plazo puede traducirse en la aparición de disfunciones sexuales", explica la doctora Susana Rabadán, ginecóloga de Instituto Valenciano de Infertilidad Madrid.
En los hombres, lo más habitual es encontrar alteraciones en la erección, eyaculación precoz, mientras que en la mujer se manifiesta una disminución del deseo, incapacidad de orgasmo o incluso molestias o dolor por el estrés que puede generar el acto, así como una disminución de la respuesta sexual en ambos. Todo esto viene motivado porque, en la búsqueda del embarazo sin éxito, el encuentro sexual es cada vez más mecanizado y planificado en torno a la ovulación, lo que provoca una progresiva pérdida de la libido y ansiedad anticipatoria.
"El deseo es una respuesta sexual humana, en la que interviene el sistema parasimpático, que regula las conductas que dependen del ser humano, es decir, las involuntarias", añade la Dra. Rabadán.
"El problema viene cuando añadimos la imposición de tener relaciones, por así decirlo, a algo que de manera natural es instintivo. Aquí entra en juego la rama simpática, que regula las voluntarias. Y estos dos sistemas funcionan como las compuertas de un río, no pueden estar activos a la vez si queremos que estén en funcionamiento", dice.'
Si el deseo se ve afectado por la recurrente planificación de la sexualidad, es necesario reactivarlo para recuperar la dinámica erótica de la pareja. La comunicación y, en algunos casos, la intervención de un profesional es clave para liberar estos bloqueos
"Y lo que a veces sucede es que se acaban teniendo cada vez más relaciones sin deseo, con todo lo que eso conlleva tanto a nivel de respuesta sexual como a nivel mental y afectivo", señala.
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