Mascotas olímpicas, un ícono que une atletas

Las mascotas olímpicas son sin duda una de las sorpresas más esperadas de cada edición de la justa deportiva. Divertidas, icónicas y, en muchos casos, sorpresivas, estos personajes se vuelven protagonistas de cada entrega y su diseño ha elevado a algunas de ellas a ser tan emblemáticas como los deportistas que imponen récords en cada edición.

El mismo Comité Olímpico Internacional (COI) reconoce abiertamente el peso de su presencia. “Tienen la misión de concretar el espíritu olímpico, difundir los valores resaltados en cada edición de los Juegos, promover la historia y la cultura de la ciudad anfitriona y dar un ambiente festivo al evento”.

Con el paso del tiempo, estas mascotas han evolucionado grandemente, pero siempre promoviendo y representando la historia, la cultura y las tradiciones del país anfitrión. La primera aparición de este personaje fue en los Juegos Olímpicos de Invierno de Grenoble en 1968 y, desde entonces, han desempeñado un gran papel en la creación de una identidad para cada edición de las Olimpiadas.

Desde aquel perro salchicha que se volvió el emblema de Múnich 1972, la maquinaria creativa no se ha detenido y le ha dado a los Juegos Olímpicos de todo, desde Cobi, el perro cubista que marcó Barcelona 1992, hasta Phryge olímpica, la mascota de París 2024. Presentamos a todas las mascotas de las olimpiadas:

Waldi - Múnich (1972)

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Este perro salchicha se convirtió en la primera mascota oficial de los Juegos Olímpicos. Creado por la diseñadora gráfica Elena Winschermann, Waldi representa a la popular raza canina común en Baviera, que sobresale por su resistencia y agilidad. De acuerdo con el COI, el diseño de esta mascota surgió durante una cena navideña de 1969 en la que entregaron crayolas y otros materiales a los asistentes para que crearan su propuesta de mascota. La creación de Winschermann cobró vida años más tarde y sobresalió por sus trazos simples que incorporaban al menos tres de los colores de los aros olímpicos.

Amik - Montreal (1976)

Amik representa a los castores, que son muy conocidos en algunos poblados de Canadá, de ahí deriva su nombre. Esta mascota es una de las menos coloridas y llamativas del amplio historial de embajadores olímpicos; sin embargo, representa la paciencia y el trabajo duro, dos cualidades muy vistas en los atletas de los JJOO. Sus creadores fueron Guy St-Arnaud, Yvon Laroche y Pierre-Yves Pelletier, quienes participaron en una competición nacional en Canadá.

Misha - Moscú (1980)

Luego de dos ediciones con mascotas minimalistas, el diseño del ilustrador de libros infantiles Victor Chizhikov creó este oso más detallado cuyo nombre real es Mikhail Potapych Toptygin. La mascota se convirtió en emblema nacional y para su creación se realizó una convocatoria pública en la extinta URSS en la que se recibieron más de 45,000 cartas. Misha se convirtió en la primera mascota olímpica en llegar al espacio al volar en un cohete en 1978 y también fue protagonista de la emotiva clausura en la que se elevó con unos globos.

Sam - Los Ángeles (1984)

A medio camino entre el Tío Sam y una de las populares caricaturas de los 80 se encuentra esta mascota de las olimpiadas que fue co-creada por Walt Disney Productions y Robert Moore. Su diseño grita Estados Unidos por doquier y es una celebración máxima de esa cultura, representada en el uso de los colores de la bandera y sus emblemáticas franjas en un sombrero que también lleva los aros olímpicos. La elección del águila es una doble referencia; también rinde homenaje al ave que recibía al ganador de la carrera cuando cruzaba la línea de meta en los antiguos Juegos Olímpicos. El diseño infantil de esta mascota permitió un gran despliegue de mercancía y hasta una caricatura.

Hodori - Seúl (1988)

Creada por Kim Hyun, esta mascota olímpica surgió luego de un concurso abierto que recibió más de 4000 propuestas que apuntaron al tigre, uno de los animales más comunes en la tradición coreana que lo relaciona con el humor, la valentía y la nobleza. Hodori lleva los aros olímpicos colgados al cuello como las medallas de las olimpiadas y también usa un sangmo, el sombrero tradicional coreano al que se le integró una S en alusión a la capital coreana que albergó la justa deportiva en 1988.

Cobi - Barcelona (1992)

Javier Mariscal fue el encargado del diseño cubista de esta mascota que reinterpreta al perro de montaña de los Pirineos y que se convirtió en un gran éxito comercial. El nivel de abstracción permitía tener diferentes versiones de Cobi siempre ostentando el logotipo oficial de Barcelona 92 que incluía los aros olímpicos. La versatilidad de Cobi y la recepción positiva fueron tales que llevaron a la creación de una serie animada que se transmitió en distintos países. Mariscal también creó la tipografía de los diplomas que se entregaban a algunos de los atletas.

Izzy - Atlanta (1996)

Esta singular mascota que lleva los aros olímpicos en distintas partes de su cuerpo, como los ojos o la cola, tiene un carácter singular, pues según el COI “no es un animal, ni una persona, ni un objeto”. Creado por John Ryan y el estudio DESIGNefx, Izzy originalmente fue nombrado “Whatzit” y luego de su aparición en la ceremonia de clausura de Barcelona 92 fue rediseñado debido a su poca aceptación. A esta mascota se le agregó una nariz así como una boca para hacerla más cercana a los niños. El rediseño incluso convirtió al personaje en la primera de las mascotas olímpicas en tener su propio videojuego.

Syd, Olly y Millie - Sídney (2000)

Las olimpiadas de Sídney fueron las primeras de la historia en tener tres mascotas: un ornitorrinco, una cucaburra y un equidna. Cada uno de los personajes hiperrealistas creados por Matthew Hatton celebraba la fauna local de Australia y, a la vez, representaban el agua, el aire y la tierra. Cuando se le comisionó a crear estas mascotas, la exigencia fue evitar el canguro y los koalas.

Febo y Atenea - Atenas (2004)

La vuelta de los Juegos Olímpicos a Grecia merecía una celebración a la altura. Justo eso fue lo que hicieron Spiros Gogos y el estudio Paragraph Design al crear a estas mascotas inspiradas en las daidalas, las muñecas de terracota de la antigua Grecia. Bautizadas como Febo y Atenea, simbolizan la unión de los antiguos Juegos Olímpicos y los de la era moderna. Al ser hermanos, representan la unidad de hombres y mujeres, y sus vestimentas evocan los Juegos Olímpicos (azul) y los Paralímpicos (naranja).

Beibei, Jingjing, Huanhuan, Yingying, Nini - Beijing (2008)

Los organizadores chinos se fueron a lo grande al adoptar cinco mascotas. El diseñador Han Meilin se dio a la tarea de crear a este quinteto de personajes que llevan un múltiple significado: cada uno tiene uno de los colores de los aros olímpicos, representan algún elemento natural como el agua, el bosque o el fuego y a cuatro de los animales más populares de China como el panda o la garza. Además del significado espiritual, al unir sus nombres se forma la frase "Bei Jing Huan Ying Ni", que significa "Bienvenido a Pekín".

Wenlock - Londres (2012)

El diseño de este par de mascotas se adjudica por completo al estudio de diseño Iris, que se dio a la tarea de crear estos personajes a partir de la ciudad británica de Much Wenlock, donde se desarrollan juegos tradicionales que sirvieron de inspiración para los Juegos Olímpicos modernos. Estas mascotas olímpicas nacieron de las gotas de acero de la construcción del Estadio Olímpico de Londres y su diseño incorpora elementos como los clásicos taxis londinenses y sus franjas en la cabeza representan los lugares del podio.

Vinicius - Río de Janeiro (2016)

Creada por el estudio de animación Birdo Produções, esta mascota tiene un diseño inspirado en los videojuegos que mezcla el exotismo brasileño al incorporar diferentes animales del país para representar la efervescente y diversa cultura de esa nación. El nombre que se le dio a este alegre personaje se inspira en Vinicius de Moraes, el gran poeta y letrista brasileño. Al provenir de un estudio de animación, no resulta extraño que Vinicius haya estelarizado cortos animados llenos de color.

Miraitowa - Tokio (2020)

Una combinación entre lo antiguo y lo nuevo es el concepto detrás de esta mascota que obtiene su nombre de las palabras "mirai" (futuro) y "towa" (eternidad). Concebida por el diseñador Ryo Taniguchi, este personaje materializa el concepto de “innovación desde la armonía”, según detalla el COI. En su frente, el personaje ostenta el logo de los juegos y su color blanco y azul representa un tablero de ajedrez.

Phryge olímpica - París (2024)

Phryge es el nuevo embajador de los Juegos Olímpicos de París 2024 y su diseño está inspirado en los tradicionales gorros frigios, que en la revolución francesa representaban la libertad, la fraternidad y la igualdad, en esta ocasión impulsándolo ahora a través del deporte. Fue creado por el equipo de diseño de París 2024. Lleva los colores emblemáticos de la bandera de Francia y su lema oficial para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos es: “Solos vamos más rápidos, pero juntos llegamos más lejos”.

Los Juegos Olímpicos de París 2024 se celebrarán desde el viernes 26 de julio hasta el domingo 11 de agosto. El inicio de la cita del deporte mundial estará marcado con la ceremonia inaugural que se desarrollará en el Río Sena, con alrededor de 600 mil espectadores.

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