Los rincones de lectura, aliados

La sabiduría popular queda de relieve en muchos acertados refranes y aquel que reza así: "lo que bien se aprende en la cuna jamás se olvida", no deja de tener razón y ser aplicable para el tema que nos ocupa, el de la lectura y los rincones escolares.

A juicio de la doctora Irene de Delgado, presidenta de la Academia Panameña de Literatura Infantil y Juvenil (Aplij), está probado que los buenos hábitos es más fácil adquirirlos desde tierna edad. La lectura no es la excepción. Ella ha llamado la atención sobre este asunto en reiteradas ocasiones.

Se lamenta: "Hay una gran falla por parte de muchos maestros en Panamá y del Ministerio de Educación (Meduca). Hay falta de bibliotecas escolares, de rincones de lectura".

Es su parecer que debería haber bibliotecas en todos los planteles. Que el Meduca debería al menos asegurarse de que en las aulas de preescolar y primaria hubiese un rincón para que el maestro dispusiera de algunos libros adecuados para la edad de sus alumnos.

"La Academia ha luchado mucho por eso", expresó Delgado.

Explica que el Meduca abrió a concurso licitaciones para entusiasmo de muchos autores y editoriales, pero todo quedó en nada, ya que "impugnaron mil veces, en vez de resolver, las anularon todas".

La presidenta de Aplij, quien también es docente y escritora, continuó diciendo que "los rincones estaban previstos para este año. El Meduca tiene que estar consciente de que no todo es el libro de texto".'

Más detalles

Proyecto

Según plantea la escritora de literatura infantil, de lo que se haga en los primeros años de vida y el acercamiento que tenga el niño a los libros dependerá que tenga una actitud positiva hacia estos.

Los maestros de los grados bajos si tuvieran un rincón de lectura, podrían invitar al niño a tomar el libro de su preferencia y a leer por placer. 

Actuar

Se requiere iniciativa y disposición. El maestro y los niños podrían crear obras de teatro basados en cualquier libro. Hay autores que tienen piezas de teatro y verso para niños pequeños, de primer grado: como Bolívar Valderrama, Carlos Francisco Changmarín, Hersilia Ramos de Argote.