Los mayores escándalos

Desde que se organizó la primera gala de los premios Óscar en 1929 hasta la actualidad, se han presentado diversos momentos escandalosos, tragicómicos y de alto impacto en los medios.

Para la versión 91, el encargado de llenar con gracias y mohines los tiempos muertos entre premio y premio en la entrega de los Óscar iba a ser el actor Kevin Hart, pero este renunció después de que la Academia de Cine de Hollywood le exigió que se disculpara públicamente por sus comentarios "homofóbicos".

En 2011, en su cuenta de Twitter, Kevin escribió: "Si mi hijo llega un día e intenta jugar con la casa de muñecas de mi hija, se la rompería en la cabeza y le diría: "pará, eso es de gay".

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En 1973, Marlon Brando ganó el premio a mejor actor por su interpretación del capomafia "Vito Corleone" en El Padrino, de Francis Ford Coppola. Pero, enojado "por el trato del gobierno de Estados Unidos a los indios de su país", se negó a ir a la ceremonia. Y, en su lugar, con vestido de flecos y el pelo a dos aguas, envió a Sacheen Littlefeather, "Pequeña Pluma", una militante por los derechos de los aborígenes y aspirante a actriz.

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Un año después, el que llamó la atención en la glamurosa fiesta del cine fue el fotógrafo y dueño de una galería de arte de 33 años Robert Opel quien corrió desnudo por el escenario: su objetivo fue (según explicó después que se había puesto los pantalones) dar "un mensaje de paz".

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En 1997 Cuba Gooding Junior se llevó el premio a mejor actor de reparto por su papel en Jerry Maguire.

"¡Los amo! ¡Los amo a todos!", gritó, descontrolado y siguió: "Ustedes corten cuando tengan que cortar... ¡Los amo! ¡Los amo a todos! ¡Amo a Dios, amo a mi mujer, amo a mi familia, amo a Tom Cruise...!

Los organizadores de la ceremonia ya no sabían cómo hacer para que el actor dejara su lugar en el centro del escenario.

En 1999, el italiano Roberto Benigni estrenó una forma muy particular de acceder al escenario: en lugar de avanzar por el pasillo central lo hizo por encima de las cabezas del resto de los asistentes.

Y en el 2003 el director polaco nacido en Francia Roman Polanski no asistió a la ceremonia por el acceso restringido que tiene en el país porque fue acusado de violar a una menor en 1977. En su nombre, el que recibió el premio a mejor director por "El pianista" fue Harrison Ford, viejo amigo de Roman.