Llevó su danza a Estados Unidos
La bailarina panameña Eileen Frazer pertenece, desde hace tres años, a la compañía de ballet estadounidense Memphis. Considera que en Panamá hay mucho talento en el baile.
- Lissette Zorrilla C.
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- - Publicado: 04/7/2018 - 12:00 am
Sacrificio, disciplina y constancia son tres palabras que describen a la perfección a Eileen Frazer, una bailarina panameña de 28 años, que desde hace tres pertenece al Ballet Memphis de Estados Unidos.
A los 6 años inició su carrera en este mundo, que poco a poco se volvería su pasión. Y aunque en un principio sintió temor, fue superando esas barreras.
"Hubo un tiempo en que me daba tantos nervios que yo bailaba con cubetas al lado del escenario, salía, vomitaba, regresaba y seguía bailando", confiesa.
Frazer estuvo 12 años en un estudio de danzas, viviendo en carne propia los sacrificios que conlleva el ser bailarina.
"Desde que uno empieza se pierde todo, porque estás en el ballet todo el día y toda la noche", cuenta.
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Y así se perdía durante el año festividades que los demás disfrutaban. Sin embargo, todo valía la pena, porque para ella nada se comparaba con tener el placer de bailar.'
En Síntesis
A pesar de haberse ido al extranjero a estudiar a una edad que es considerada tardía en el mundo del ballet y de haber sido contratada por una compañía a los 25 años, esta joven ha obtenido muchas satisfacciones y logros del mundo de la danza. Esta panameña considera que con esfuerzo y constancia es posible lograr todos los objetivos que se trazan.
"Incluso sentarme afuera a verlo, no es lo mismo que estar en el escenario con todo el mundo y sentir el amor del público y te sientes libre, te sientes tú, sin atadura", expresa.
Durante todo ese tiempo existió una figura clave que le dio ese aliento y ese impulso para continuar, su tía abuela.
"Esa es mi inspiración a trabajar todos los días, a dar mi todo", dice con emoción.
Ballet Memphis
Luego de esta etapa llegó la hora de decidir si seguiría su carrera como bailarina o se inclinaría por una opción más tradicional. "Hice todos los exámenes para entrar a Medicina y ahí me di cuenta de que esto (el ballet) era algo que no iba a poder dejar", cuenta.
Estuvo cuatro años en el ballet nacional y a los 21 emprendió su viaje al exterior, estudiando pedagogía de danza en Butler University, en Indianápolis.
Entonces, a los 25 años, una nueva puerta se abrió, se le presentó la oportunidad de pertenecer a una compañía de danza y es ahí donde se convierte en bailarina del Ballet Memphis, consolidando así su carrera y demostrando que no se equivocó al elegir lo que su pasión y su corazón le dictaban.
Nuevas generaciones
La joven panameña participará del Panamá Ballet Fest 2018, donde realizará varias presentaciones. Además, brindará “master classes” a estudiantes entre los 9 y 17 años de diferentes academias de danza a nivel nacional y que representan el semillero de promesas artísticas. El grupo de docentes está conformado también por Anatoli Kucheruk, Elena Ovchinnikova, Misa Kuranaga y Dusty Button.
Al tener la oportunidad de compartir estos días con diferentes chicas, asegura que en Panamá hubo y sigue habiendo mucho talento. “Lo que falta es más apoyo para que la gente consiga becas para estudiar, para irse, porque ahí es donde te ven, te dan becas y de ahí ya vas abriendo tu camino. Es muy difícil quedarte aquí porque solamente hay una compañía, no hay tantas opciones como en Estados o Europa”, manifiesta.
En cuanto al mensaje que les envía a las nuevas generaciones es de no desistir. “Lo que yo les diría es que se olviden de todo lo que las personas dicen, que hagan lo que su corazón les diga, que trabajen duro, que el trabajo duro en esta carrera vale muchísimo”.
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