Letras Prohibidas: La Leyenda del Marqués de Sade
Publicado 2001/01/19 00:00:00
- Heriberto Bernal V./
El Marqués de Sade fue, bajo cualquier punto de vista, un hombre atormentado más que todo por la lujuria y la crueldad. Siendo un hombre con un talento innato para las letras, todo lo que tocaba con su pluma era impregnado de un deseo enfermizo, malsano y hasta satánico. Sólo un demonio o muchos de ellos podían convivir dentro y a través de él.
"El filósofo del sadismo no fue un victimario, sino una víctima" dijo el escritor Octavio Paz y estamos totalmente de acuerdo en el hecho de que este hombre monstruoso fue víctima de sus debilidades debido a que dejar a flote la maldad en nuestras vidas es fácil, lo difícil es enfrentar la lucha contra el mal y no permitir que radique en nuestro corazón. Por algo dice un refrán que no podemos evitar que los pájaros revoloteen sobre nuestra cabeza, pero sí podemos evitar que hagan nido en ella.
No podemos evitar que los deseos malsanos, los malos sentimientos, la maldad misma, toque la puerta de nuestras mentes y corazones, pero sí podemos evitar abrir la puerta y dejarlos entrar.
Y lo anterior es comprobable cuando leemos en la historia del Marqués de Sade que fue un hombre generoso, incluso con sus enemigos y perseguidores, lo que indica que había características buenas que quedaron opacadas bajo su mente macabra.
SOBRE SU VIDA
Cuando el Marqués de Sade murió en 1814 hizo una sorprendente última petición para un hombre tan completamente devoto al escándalo y al sensacionalismo: ser enterrado anónimamente en el bosque para que "todos los vestigios de mi tumba desaparecieran de la faz de la tierra, así como también espero que todo vestigio de mi memoria sea borrado de la memoria del hombre."
No corrió con tal suerte. Durante casi dos siglos, eruditos, críticos y artistas congéneres han hurgado en la tumba de Sade, en un esfuerzo por consolidar un retrato definitivo del hombre. Algunos pensadores lo consideran como un genio marginado; un profesor emérito del Mal. Los Surrealistas adoptaron a Sade como su santo patrono, al citarlo como "el ente más libre que jamás haya vivido".
Otros se rehúsan terminantemente a ver resucitar a Sade. Atacan sus escritos al considerarlos monótonos, su filosofía superficial y su impacto en el mundo de las letras meramente tóxico. Argumentan que su única contribución al mundo cultural es a lo mucho entomológica; el término "sadismo" se deriva de su nombre. Y hay quienes lo acusan de incitar los asesinatos de los moros en 1965 y los asesinatos en serie de Ted Bundy.
La ficción de Sade es más extrema que cualquier cosa que podamos encontrar en la cultura contemporánea. Su prosa es mordazmente divertida un minuto, repugnante al siguiente; va desde la sátira social aguda, a fantasías masturbatorias, a escenas tan depravadas-y descabelladas-que establecieron nuevos parámetros para la perversidad en la literatura. En la novela que Sade escribió en 1795, Philosophy of the Boudoir, una matrona respetable, de edad avanzada, es violentamente infectada con sífilis. En Justine (1791), un vampiro desangra a su esposa a muerte. Y en Juliette (1797), la heroína más monstruosa de Sade oficia una misa negra con el Papa, destripando a una expósita embarazada en el altar del Vaticano. Coprofilia, mutilación, necrofilia y pedofilia son temas centrales en la obra de Sade. Entre estas prolongadas aventuras sexuales, el caos gobierna supremo en un universo sin Dios, la fuerza bruta aplasta la moral a cada momento y la violencia es la única ruta segura al placer.
HIJA DE LA LUZ
Los presagios y la noción del Bien contra el Mal no tienen lugar en el universo ordenado y práctico de Maggie O"Connor (Kim Basinger). Su vida gira alrededor de su trabajo de enfermera en un concurrido hospital de Nueva York. Hasta que su hermana rebelde, Jenna (Angela Betis) aparece en el umbral de su casa en una lluviosa Nochebuena, para endilgarle a Maggie, una bebé recien nacida, autista, llamada Cody (Holliston Coleman).
Rápidamente, Cody conmueve el alma de Maggie y se convierte en la hija que ésta siempre había deseado tener. Pero inesperadamente, seis años más tarde, Jenna vuelve a aparecer en la vida de Maggie junto a su misterioso marido, Eric Stark (Rufus Sewell) y reclama a Cody.
Aparte del hecho de que Maggie no posee ningún derecho legal sobre Cody, el agente del FBI, John Tavis (Jimmy Smith), experto en homicidios, rituales y deliros relacionados con artes ocultas, se hace cargo del caso, al advertir que la pequeña nació el mismo día que varios niños recientemente desaparecidos.
La niñita es más que "especial", tiene poderes extraordinarios que durante siglos han sido incontrolables por las fuerzas del mal y su secuestro provoca un choque entre los soldados del Bien y del Mal que sólo puede ser resuelto por la fortaleza de la pequeña y el amor que inspira a aquellos que toca.
El director de la cinta, Chuck Russell, señala que este tipo de películas tratan de una batalla muy real entre el Bien y el Mal que todos los seres humanos debemos librar, en algún nivel, todos los días de nuestras vidas. Lo que hace único a este filme es que las películas sobrenaturales tienden a mostrar como poderoso solamente al Mal, lo cual siempre le ha parecido incompleto y cuestiona el hecho de que en Hollywood temen darle al Bien el poder que le corresponde.
No obstante, en "Hija de la Luz" hay una esperanza, una sensación de que el poder del Bien puede superar al poder del Mal, lo cual resulta conmovedor y hace salir de la sala de cine con la idea convincente de que podemos superar cualquier situación en nuestras vidas sin necesidad de caer en la maldad, agrega Russell. Es algo así como estar conscientes del poder del Mal, pero creer firmemente en el poder del Bien.
ALMAS PERDIDAS
De Janusk Kaminski, el cinematógrafo ganador del Premio de la Academia con "La Lista de Schindler" y "Rescatemos al soldado Ryan", llega "Almas Perdidas", una producción electrizante y terrorífica que se centra en la eterna batalla entre el bien y el mal.
Es una especie de crítica que examina los temas de las creencias, confianza, fe y amor. Es la historia de dos personas que están inexorablemente unidas por extrañas circunstancias. Un escritor de crimen no creyente y una joven mujer religiosa quien está convencida de que él es el blanco de una conspiración satánica.
Maya Larkin (Winona Ryder) es una mujer joven cuya vida fue salvada por la fe. Un oscuro pasado y problemático la dejó frágil y susceptible a la posesión demoniaca. Ella sobrevivió sólo luego de arrojar fuera de sí las garras del diablo por el Reverendo Lareaux (John Hurt), quien luego se convierte en su mentor. El la estimula a unirse a un grupo de sacerdotes quienes creen que llegará el día en que el diablo habitará el cuerpo de un ser humano y conducirá al mundo hacia una gran oscuridad.
Es una cinta un tanto oscura y confusa que pone de relieve la creencia de que el mal no existe y que la posesión demoniaca es una ficción religiosa.
Pedro, por su parte es la víctima de una tragedia de la infancia en la cual ambos padres fueron asesinados, así que él abandonó el catolicismo independientemente de haber sido educado en un ambiente devotamente religioso por su tío, el Padre James (Philip Baker Hall).
Los destinos de Maya y Pedro se unen cuando Maya participa en el sancionado exorcismo de Henry Bridson, un psicópata violento quien asesinó a su propia familia.
"El filósofo del sadismo no fue un victimario, sino una víctima" dijo el escritor Octavio Paz y estamos totalmente de acuerdo en el hecho de que este hombre monstruoso fue víctima de sus debilidades debido a que dejar a flote la maldad en nuestras vidas es fácil, lo difícil es enfrentar la lucha contra el mal y no permitir que radique en nuestro corazón. Por algo dice un refrán que no podemos evitar que los pájaros revoloteen sobre nuestra cabeza, pero sí podemos evitar que hagan nido en ella.
No podemos evitar que los deseos malsanos, los malos sentimientos, la maldad misma, toque la puerta de nuestras mentes y corazones, pero sí podemos evitar abrir la puerta y dejarlos entrar.
Y lo anterior es comprobable cuando leemos en la historia del Marqués de Sade que fue un hombre generoso, incluso con sus enemigos y perseguidores, lo que indica que había características buenas que quedaron opacadas bajo su mente macabra.
SOBRE SU VIDA
Cuando el Marqués de Sade murió en 1814 hizo una sorprendente última petición para un hombre tan completamente devoto al escándalo y al sensacionalismo: ser enterrado anónimamente en el bosque para que "todos los vestigios de mi tumba desaparecieran de la faz de la tierra, así como también espero que todo vestigio de mi memoria sea borrado de la memoria del hombre."
No corrió con tal suerte. Durante casi dos siglos, eruditos, críticos y artistas congéneres han hurgado en la tumba de Sade, en un esfuerzo por consolidar un retrato definitivo del hombre. Algunos pensadores lo consideran como un genio marginado; un profesor emérito del Mal. Los Surrealistas adoptaron a Sade como su santo patrono, al citarlo como "el ente más libre que jamás haya vivido".
Otros se rehúsan terminantemente a ver resucitar a Sade. Atacan sus escritos al considerarlos monótonos, su filosofía superficial y su impacto en el mundo de las letras meramente tóxico. Argumentan que su única contribución al mundo cultural es a lo mucho entomológica; el término "sadismo" se deriva de su nombre. Y hay quienes lo acusan de incitar los asesinatos de los moros en 1965 y los asesinatos en serie de Ted Bundy.
La ficción de Sade es más extrema que cualquier cosa que podamos encontrar en la cultura contemporánea. Su prosa es mordazmente divertida un minuto, repugnante al siguiente; va desde la sátira social aguda, a fantasías masturbatorias, a escenas tan depravadas-y descabelladas-que establecieron nuevos parámetros para la perversidad en la literatura. En la novela que Sade escribió en 1795, Philosophy of the Boudoir, una matrona respetable, de edad avanzada, es violentamente infectada con sífilis. En Justine (1791), un vampiro desangra a su esposa a muerte. Y en Juliette (1797), la heroína más monstruosa de Sade oficia una misa negra con el Papa, destripando a una expósita embarazada en el altar del Vaticano. Coprofilia, mutilación, necrofilia y pedofilia son temas centrales en la obra de Sade. Entre estas prolongadas aventuras sexuales, el caos gobierna supremo en un universo sin Dios, la fuerza bruta aplasta la moral a cada momento y la violencia es la única ruta segura al placer.
HIJA DE LA LUZ
Los presagios y la noción del Bien contra el Mal no tienen lugar en el universo ordenado y práctico de Maggie O"Connor (Kim Basinger). Su vida gira alrededor de su trabajo de enfermera en un concurrido hospital de Nueva York. Hasta que su hermana rebelde, Jenna (Angela Betis) aparece en el umbral de su casa en una lluviosa Nochebuena, para endilgarle a Maggie, una bebé recien nacida, autista, llamada Cody (Holliston Coleman).
Rápidamente, Cody conmueve el alma de Maggie y se convierte en la hija que ésta siempre había deseado tener. Pero inesperadamente, seis años más tarde, Jenna vuelve a aparecer en la vida de Maggie junto a su misterioso marido, Eric Stark (Rufus Sewell) y reclama a Cody.
Aparte del hecho de que Maggie no posee ningún derecho legal sobre Cody, el agente del FBI, John Tavis (Jimmy Smith), experto en homicidios, rituales y deliros relacionados con artes ocultas, se hace cargo del caso, al advertir que la pequeña nació el mismo día que varios niños recientemente desaparecidos.
La niñita es más que "especial", tiene poderes extraordinarios que durante siglos han sido incontrolables por las fuerzas del mal y su secuestro provoca un choque entre los soldados del Bien y del Mal que sólo puede ser resuelto por la fortaleza de la pequeña y el amor que inspira a aquellos que toca.
El director de la cinta, Chuck Russell, señala que este tipo de películas tratan de una batalla muy real entre el Bien y el Mal que todos los seres humanos debemos librar, en algún nivel, todos los días de nuestras vidas. Lo que hace único a este filme es que las películas sobrenaturales tienden a mostrar como poderoso solamente al Mal, lo cual siempre le ha parecido incompleto y cuestiona el hecho de que en Hollywood temen darle al Bien el poder que le corresponde.
No obstante, en "Hija de la Luz" hay una esperanza, una sensación de que el poder del Bien puede superar al poder del Mal, lo cual resulta conmovedor y hace salir de la sala de cine con la idea convincente de que podemos superar cualquier situación en nuestras vidas sin necesidad de caer en la maldad, agrega Russell. Es algo así como estar conscientes del poder del Mal, pero creer firmemente en el poder del Bien.
ALMAS PERDIDAS
De Janusk Kaminski, el cinematógrafo ganador del Premio de la Academia con "La Lista de Schindler" y "Rescatemos al soldado Ryan", llega "Almas Perdidas", una producción electrizante y terrorífica que se centra en la eterna batalla entre el bien y el mal.
Es una especie de crítica que examina los temas de las creencias, confianza, fe y amor. Es la historia de dos personas que están inexorablemente unidas por extrañas circunstancias. Un escritor de crimen no creyente y una joven mujer religiosa quien está convencida de que él es el blanco de una conspiración satánica.
Maya Larkin (Winona Ryder) es una mujer joven cuya vida fue salvada por la fe. Un oscuro pasado y problemático la dejó frágil y susceptible a la posesión demoniaca. Ella sobrevivió sólo luego de arrojar fuera de sí las garras del diablo por el Reverendo Lareaux (John Hurt), quien luego se convierte en su mentor. El la estimula a unirse a un grupo de sacerdotes quienes creen que llegará el día en que el diablo habitará el cuerpo de un ser humano y conducirá al mundo hacia una gran oscuridad.
Es una cinta un tanto oscura y confusa que pone de relieve la creencia de que el mal no existe y que la posesión demoniaca es una ficción religiosa.
Pedro, por su parte es la víctima de una tragedia de la infancia en la cual ambos padres fueron asesinados, así que él abandonó el catolicismo independientemente de haber sido educado en un ambiente devotamente religioso por su tío, el Padre James (Philip Baker Hall).
Los destinos de Maya y Pedro se unen cuando Maya participa en el sancionado exorcismo de Henry Bridson, un psicópata violento quien asesinó a su propia familia.
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