Honor a grandes artistas
- Carlos Atencio-Atencio
Un torrencial aguacero bendijo este lunes 25 la entrega de los premios Anita Villalaz 2008.
Fue una entrega de premios culturales maratónica. El evento se inició pasadas las siete de la noche y terminó raspando las once, y con una lluvia tan fuerte que los paraguas volaban.
Los premios Anita Villalaz 2008, que entregan ex alumnos de la gran artista del teatro panameño, reunió a personalidades que promueven las artes desde diversas ramas.
La apertura de la noche estuvo a cargo de cuatro números de danza árabe, para calentar el teatro, mientras el público continuaba llegando.
Artistas eméritos.
La primera gran estrella en aparece fue la bailarina Teresa Mann, a quien presentó Miguel Moreno como una gran estrella que se mantuvo en el Ballet Nacional.
Mann recordó la época de amistad con Villalaz, con la que compartió su filosofía de vida: nada se logra sin esfuerzo. "Aunque el mundo vaya tan rápido, tenemos que olvidarnos, como lo hice yo, de la frase no puedo, esa palabra no existe en mi vocabulario", dijo.
Los moderadores, Miguel Moreno y Lolita Rivera, entre una entrega y la siguiente, compartían anécdotas y reflexiones del mundo artístico, muchas de las cuales incluían momentos compartidos en el pasado.
Una de las exposiciones de Moreno fue la explicación del porqué a él se le llama benemérito, pues con frecuencia se le han acercado a cuestionarle dicha distinción. Explicó que fue en 1982 cuando el Instituto Nacional de Cultura (INAC) lo reconoció con una resolución.
Seguido, recibió distinción, Ricardo Pasco, quien dijo que no tenía palabras para expresar la alegría por el reconocimiento.
Para gente de teatro.
Las copas Lucho Tapia, Rafael Chatroux, Harry Iglesias y Margarita Sevillano fueron para Alondra Badano, Agustín Clément, Mauricio Benaim y Marisín Luzcando.
Badano dijo que el arte tiene pocas voces, pocas caras, y que el premio es por aquella gente que hace que los actores se luzcan bajo las luces: el público.
Por su parte, Clément agradeció a los que le abrieron las puertas de los teatros para que empezara como "utilero" y que le enseñaron cómo ser actor.
Benaim recordó a su maestro Harry Iglesias, el que le dio hace 50 años la oportunidad de un primer papel, para el que tuvo que treparse en un taburete. También instó a que se cree el premio Miguel Moreno, y así no esperar que las personas mueran para rendirles homenaje.
Periodistas y escritores.
La periodista de EPASA, Rosalina Orocú Mojica recibió el premio de Comunicadora del año, destinción que compartió con Álvaro Alvarado y Wilfi Jiménez, ambos ausentes.
El novelista Ramón Fonseca Mora mereció el premio del Literario del año.
Radio Hogar, Tito Rodríguez, el Instituto Fermín Naudeau y la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena también recibieron premios.
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