Salud. El tratamiento dependerá de las causas subyacentes de cada individuo.
Hipertensión pulmonar, un enemigo del flujo sanguíneo
Fatiga, mareos, desmayos... son algunos síntomas.
Tratamientos más indicados
- Un diagnóstico es ideal antes de comenzar algún tratamiento. Este varía según el individuo, dependiendo de las causas subyacentes pero suele incluir medicamentos, hacer cambios en los estilos de vida y dieta o cirugía.
El pasado 28 de noviembre se celebró el Día de la Hipertensión Pulmonar, una enfermedad poco común, en la cual las arterias que llevan sangre del corazón a los pulmones se vuelven más angostas de lo normal, dificultando así el flujo sanguíneo a través de lo vasos.
Según los especialistas esta enfermedad ocurre en individuos de cualquier edad, raza y origen étnico, aunque es mucho más común en los adultos jóvenes y aproximadamente el doble del común en las mujeres que en los hombres.
Pero, ¿por qué se estrechan las arterias pulmonares? Los científicos creen que el proceso comienza con una lesión a la capa de células que cubren los pequeños vasos sanguíneos de los pulmones.
Esta lesión, que ocurre por causas desconocidas, puede causar cambios en la manera que estas células se relacionan con las células del músculo liso en las paredes del vaso sanguíneo. Como resultado, este músculo se contrae más de lo normal y estrecha el vaso sanguíneo.
Los síntomas son fatiga, mareos, desmayos, edema en los tobillos, abdomen o piernas, piel y labios de color azul, y dolor de pecho.
La hipertensión pulmonar es causada por diversos factores como la droga “fen-phen” que disminuye el apetito, las enfermedades del hígado y de los pulmones, trastornos reumáticos, la predisposición genética. En este último punto el trastorno puede ser heredado, por eso se debe estar alerta.
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