Hierbas y sidra para un baño de suerte
Publicado 2005/12/30 00:00:00
- Nayla Montenegro
Un baño para la suerte no es suficiente para encontrar la paz y la felicidad. Pero, quienes se los hacen deben entender que lo que no puede faltar es nuestro amor por Dios, ese sentimiento es el que realmente llenará nuestro corazón.
Mientras algunos se refugian en los amuletos, resguardos, saumerios y en la misma oración, otros buscan la bendición y gracia de los baños. Ante la llegada de un nuevo año son muchas las tradiciones a las que la gente cabalosa recurre con respeto y mucha fe. Se trata de la búsqueda afanosa por alejar todo lo negativo y abrir camino a la llegada de mejores oportunidades, suerte, positivismo y ventura.
En ese sentido, los baños o purificaciones son, entre otras, las prácticas a las que con más frecuencia se recurre; tradiciones que cada año ganan simpatía y adeptos, tanto en hombres como en mujeres.
Los baños para la suerte no son más que una mezcla de hierbas con "poderes". Sus componentes, según sus seguidores, proporcionan un baño relajante y fresco. Pero, más allá de esa satisfacción de bienestar está el misticismo de una poción especial para despedir el año viejo y todo lo amargo que nos dejó, y dar la bienvenida, con positivismo y ventura, al nuevo.
Estos baños son muy famosos en Colombia, pero hace algunos años se conocen en nuestro país. Santeros y curanderos los practican con la seguridad de lograr un efecto beneficioso, de paz y tranquilidad, pero sobre todo de suerte mucha suerte.
El principal componente de este mejunje es la sidra, por lo que es obvio descifrar que su nombre "baño espumoso" se le ha dado en honor a la más noble, social y económica de las bebidas.
El resto de los ingredientes son: una botella de vino blanco (cualquier marca), una taza de azúcar morena, cinco palitos de canela (de cualquier tamaño), dos tapas de raspadura, siete clavitos de olor, una botella pequeña de Agua de Maravilla, el jugo de tres limones grandes, dos ramitos de ruda (planta que se consigue con facilidad en Salsipuedes y en el mercado público), una botellita de "Siete potencias", que se consigue en toda casa esotérica.
Todos los ingredientes se mezclan sin ningún orden en especial y se revuelven por un minuto (tiempo reloj). Se pueden guardar en botellas de vidrio, plásticas o cualquier otro recipiente. Lo importante es seguir el procedimiento con mucha fe y esperanza.
¿Cuándo bañarse? Como este baño es para recibir el año nuevo con una limpieza de cuerpo y alma, se recomienda hacerlo el 31 de diciembre en horas de la mañana y en ayuna.
Debe echárselo con una pequeña vasija o taza, comenzando por los pies, siguiendo por las rodillas, la cintura y, luego, desde el cuello. Debe dejar que el baño seque sobre la piel y con la ayuda de la temperatura ambiental.
Mientras se hace el baño debe orar desde el fondo de su corazón y pedir fervorosamente a Santa Bárbara o a San Lázaro, que son los santos a los que se le debe invocar en estos rituales.
Debemos recordar que todo lo que hagamos con la finalidad de mejorar nuestras vidas no debe ser objeto de críticas por quienes sencillamente no creen. Aquí cabe mencionar las sabias palabras de Santo Tomás de Aquino cuando dijo: "Ver para creer".
En ese sentido, los baños o purificaciones son, entre otras, las prácticas a las que con más frecuencia se recurre; tradiciones que cada año ganan simpatía y adeptos, tanto en hombres como en mujeres.
Los baños para la suerte no son más que una mezcla de hierbas con "poderes". Sus componentes, según sus seguidores, proporcionan un baño relajante y fresco. Pero, más allá de esa satisfacción de bienestar está el misticismo de una poción especial para despedir el año viejo y todo lo amargo que nos dejó, y dar la bienvenida, con positivismo y ventura, al nuevo.
Estos baños son muy famosos en Colombia, pero hace algunos años se conocen en nuestro país. Santeros y curanderos los practican con la seguridad de lograr un efecto beneficioso, de paz y tranquilidad, pero sobre todo de suerte mucha suerte.
El principal componente de este mejunje es la sidra, por lo que es obvio descifrar que su nombre "baño espumoso" se le ha dado en honor a la más noble, social y económica de las bebidas.
El resto de los ingredientes son: una botella de vino blanco (cualquier marca), una taza de azúcar morena, cinco palitos de canela (de cualquier tamaño), dos tapas de raspadura, siete clavitos de olor, una botella pequeña de Agua de Maravilla, el jugo de tres limones grandes, dos ramitos de ruda (planta que se consigue con facilidad en Salsipuedes y en el mercado público), una botellita de "Siete potencias", que se consigue en toda casa esotérica.
Todos los ingredientes se mezclan sin ningún orden en especial y se revuelven por un minuto (tiempo reloj). Se pueden guardar en botellas de vidrio, plásticas o cualquier otro recipiente. Lo importante es seguir el procedimiento con mucha fe y esperanza.
¿Cuándo bañarse? Como este baño es para recibir el año nuevo con una limpieza de cuerpo y alma, se recomienda hacerlo el 31 de diciembre en horas de la mañana y en ayuna.
Debe echárselo con una pequeña vasija o taza, comenzando por los pies, siguiendo por las rodillas, la cintura y, luego, desde el cuello. Debe dejar que el baño seque sobre la piel y con la ayuda de la temperatura ambiental.
Mientras se hace el baño debe orar desde el fondo de su corazón y pedir fervorosamente a Santa Bárbara o a San Lázaro, que son los santos a los que se le debe invocar en estos rituales.
Debemos recordar que todo lo que hagamos con la finalidad de mejorar nuestras vidas no debe ser objeto de críticas por quienes sencillamente no creen. Aquí cabe mencionar las sabias palabras de Santo Tomás de Aquino cuando dijo: "Ver para creer".
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