¿Eres organizado?

Orden y organización van de la mano. Lo que sí es cierto es que serios problemas tienen muchos padres de familia con sus hijos porque los chicos dejan tirados por doquier sus juguetes, muchos adolescentes tienen el cuarto que parece un pataconcito y si de los hombres adultos hablamos, sus parejas en incontables ocasiones se quejan de que tiran la toalla por aquí, los calcetines por allá, los calzones, el cepillo de dientes... Es un nunca acabar y es que no es fácil para todos ser ordenados u organizados. Esto, así como otros hábitos se aprende en casa.

Veamos algunos que lo son, cómo hacen para lograrlo.

  Dinora Loré nos compartió algunos de sus secretitos: llevar una lista de asuntos pendientes. Por día, por mes y por año. "Vas anotando y cada día en la noche revisas y tachas. Y lo que no hiciste lo pasas para la del día siguiente. Hay asuntos urgentes e importantes. Hay otros que son caprichos o cosas que tú querrías hacer. En la mayoría de los casos no se acaba el mundo si no cumples con bastantes puntos anotados en tu lista. Pero si es asunto de salud o compromisos, hay que tener cuidado y tratar de cumplirlo", explica.

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Añade que "otra cosa, no te acostumbres a posponer. Eso te puede hacer pasar malos ratos, también podrías parecer irresponsable o poco importa. Otro aspecto en que te puede perjudicar es que quedes pagando multas, te señalen como mala paga o te corten servicios como el agua y la luz que son necesarios".

Colocar en una pared, mural o tablero papelitos con compromisos, deudas y otros o en tu agenda electrónica también vale, según coinciden María Luisa Acevedo, Doriana Solís y Alberto Pérez.

Doriana lo que hace es pegar papelitos con las tareas o reuniones pendientes en la puerta del refrigerador y hasta en el espejo de su tocador.

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En el caso de Dalys Martínez, con tres niños, uno adolescente, lo que hace es "a cada uno le digo que arregle su cuarto como quiera pero que no sea vea descuidado, ni sucio. Les doy un plazo y si cumplen los premio y si le quito algunos privilegios. Me funciona, casi siempre y trato de darles el ejemplo, al igual que mi esposo".

A continuación parte de lo que nos opinó el profesor Javier González sobre este tema, en una larga entrevista, la cual publicaremos en la red esta semana.

Destaca que "ser "organizado" es condición "relativa"; un asunto que para alguien es un caos, para otro es el gran orden. Y para muchos el "orden" es neurosis. Lo que sí es claro, es que "mi desorden" no debe afectar el orden de los demás, ni otros pueden ni deben obligarme a su personal concepto de "orden". Hay un orden, una lógica, una ética colectiva. El sano equilibrio entre derechos y deberes. "Un lugar para cada cosa. Y cada cosa en su lugar".

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