El Viejo Pipo entre la tradición y la excelencia
Publicado 2000/03/23 00:00:00
- ParÃs
Continuando con un gran legado gastronómico, renace en nuestro país bajo nueva administración el Restaurante El Viejo Pipo. Proyectándose con un amplio concepto que rompe esquemas tradicionales de la cocina regionalista para imponer la variedad de la comida internacional en su amplio menú.
Su propietario, Horacio Alejandro Pretroni, ha tomado inspiración de su padre don Horacio José Petroni que en Argentina dedicó gran parte de su vida al mundo de la gastronomía y dio gran prestigio a importantes restaurantes como: El Roseal y El Mercado del Puerto.
En Panamá, El Viejo Pipo se impone como ímpetu, logrando un sitial preponderante a la hora de satisfacer los paladares más exigentes.
Petroni se siente satisfecvho con el éxito alcanzado. Y así como su objetivo es satisfacer los gustos más diversos, así también son variados los ambientes de El Viejo Pipo, es por ello que su amplia terraza al aire libre es perfecta para los que buscan un contacto más directo con la naturaleza.
En su interior hay dos salas, una en donde un sobrio goque de elegancia es la nota dominante y otro más informal para esos eventos imprevistos, pero que requieren un área relajada y exclusiva.
Más que remodelado físicamente, incluir nueva mantelería, añadir a la decoración un toque más audaz y acorde con nuestros tiempos, la nueva administración busca elevar al máximo el arte gastronómico y señalar el camino a quienes degustan de la buena comida internacional.
El Viejo Pipo es el restaurante perfecto para compartir actividades de negocio, familiares y de amigos. Su amplia carta de vinos, nos lleva a un recorrido que desde américa del Sur nos traslada a Europa para saborear la exquisitez de importantes nombres qu ehan dado al mundo vinícola prestigio internacional.
Aquí cabe mencionar el famoso vino Marquéz de Cáceres (español) y Santa Carolina (chileno), ambos distribuidos en Panamá por el Tastevín y los cuales pueden acompañar sus platillo en El Viejo Pipo.
Orientaos siempre a lograr la máxima calidad. El Viejo Pipo, ofrece pastas caseras, que según su propietarios son las mejores de Panamá, carnes importadas con los mejores cortes, mariscos frescos, cordero de primera y su inigualable salsa hecha 100% de tomate natural.
Como servicio adicional se recibirán pedidos de lechón para las festiviades que se avecinan.
Siguiendo los pasos de su padre, Petroni está consciente de lo difícil que resulta este trabajo y las exigencias que demandan su clientela. Por ello, para mantenerse entre los primeros ofrece un amplio menú, hermosa decoración y variedad de vinos. Su personal está capacitado para hacer su trabajo de forma profesional. Atención y esmero son su norte.
Un horario flexible es una excelente carta para El Viejo Pipo, que abre sus puertas de lunes a sábado de 12 mediodía a 3:00 de la tarde y de 6 de la tarde a 11 de la noche y los domingos de 12 mediodía a 9:30 de la noche.
Sin establecer parámetro y mirando hacia el futuro, para el verano en la terraza se presentará música en vivo para dar al ambiente un toque especial y ameno. Ubicado en Calle 42, Bella Bista, a un costado del Banco Exterior, está El Viejo Pipo, un ejemplo de excelencia gastronómica nacido de la tradición familiar.
Su propietario, Horacio Alejandro Pretroni, ha tomado inspiración de su padre don Horacio José Petroni que en Argentina dedicó gran parte de su vida al mundo de la gastronomía y dio gran prestigio a importantes restaurantes como: El Roseal y El Mercado del Puerto.
En Panamá, El Viejo Pipo se impone como ímpetu, logrando un sitial preponderante a la hora de satisfacer los paladares más exigentes.
Petroni se siente satisfecvho con el éxito alcanzado. Y así como su objetivo es satisfacer los gustos más diversos, así también son variados los ambientes de El Viejo Pipo, es por ello que su amplia terraza al aire libre es perfecta para los que buscan un contacto más directo con la naturaleza.
En su interior hay dos salas, una en donde un sobrio goque de elegancia es la nota dominante y otro más informal para esos eventos imprevistos, pero que requieren un área relajada y exclusiva.
Más que remodelado físicamente, incluir nueva mantelería, añadir a la decoración un toque más audaz y acorde con nuestros tiempos, la nueva administración busca elevar al máximo el arte gastronómico y señalar el camino a quienes degustan de la buena comida internacional.
El Viejo Pipo es el restaurante perfecto para compartir actividades de negocio, familiares y de amigos. Su amplia carta de vinos, nos lleva a un recorrido que desde américa del Sur nos traslada a Europa para saborear la exquisitez de importantes nombres qu ehan dado al mundo vinícola prestigio internacional.
Aquí cabe mencionar el famoso vino Marquéz de Cáceres (español) y Santa Carolina (chileno), ambos distribuidos en Panamá por el Tastevín y los cuales pueden acompañar sus platillo en El Viejo Pipo.
Orientaos siempre a lograr la máxima calidad. El Viejo Pipo, ofrece pastas caseras, que según su propietarios son las mejores de Panamá, carnes importadas con los mejores cortes, mariscos frescos, cordero de primera y su inigualable salsa hecha 100% de tomate natural.
Como servicio adicional se recibirán pedidos de lechón para las festiviades que se avecinan.
Siguiendo los pasos de su padre, Petroni está consciente de lo difícil que resulta este trabajo y las exigencias que demandan su clientela. Por ello, para mantenerse entre los primeros ofrece un amplio menú, hermosa decoración y variedad de vinos. Su personal está capacitado para hacer su trabajo de forma profesional. Atención y esmero son su norte.
Un horario flexible es una excelente carta para El Viejo Pipo, que abre sus puertas de lunes a sábado de 12 mediodía a 3:00 de la tarde y de 6 de la tarde a 11 de la noche y los domingos de 12 mediodía a 9:30 de la noche.
Sin establecer parámetro y mirando hacia el futuro, para el verano en la terraza se presentará música en vivo para dar al ambiente un toque especial y ameno. Ubicado en Calle 42, Bella Bista, a un costado del Banco Exterior, está El Viejo Pipo, un ejemplo de excelencia gastronómica nacido de la tradición familiar.
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