El hombre de Sandra Sandoval se confiesa

Tener como mujer a una de las féminas más codiciadas y afamadas del momento, puede ubicar a un hombre en el más claro foco de envidia de los últimos tiempos. Que si es guapo, elegante, un "limpio" o ricachón, a quién le importa, cuando se es número uno en la lista del corazón de la rítmica y sensual Sandra Sandoval, la cantante, la abogada, la carismática artista que gana dinero a manos llenas.
Y es que Sandra, quien estuvo casada a principios de su carrera con Eliécer Guevara, está en su mejor momento. Ella es más que discos, baile, pelucas, autodiseños de vestuarios, incluso más que talento y jovialidad. Ella es, sencillamente, una de las más codiciadas, pero su corazón tiene un dueño que, según dice, le ha "enseñado a amar de nuevo". Más que amigos y amantes, ellos son jefe y subalterno, "uña y carne", Sandra y Tavo.
A donde ella va lleva su "parche pega"o", pero lo hace con gusto, con verdadero placer, para "darle donde más le duela" a las intrigas que generalmente surgen como las del "viejo pa" jodé". La cosa es que el apuesto galán forma parte de su conjunto Ritmo Montañero, de su apartamento y de su vida.
Esto fue lo que nos dijo en exclusiva Gustavo Alexis Flores, un tumbero de 30 años (quien ha dedicado 13 al ambiente de la música típica). El es el hombre que hoy comparte su vida con la intérprete de "Amándome se muere".
La primera vez que fui a tocar fue con Eddy Gutiérrez. Un amigo me preguntó que si me atrevía, porque se necesitaba un tumbero y aunque yo lo que tocaba era tambor, me arriesgué y eché pa" lante. Fui evolucionando, estuve así en unos cinco conjuntos musicales, el último fue el de Herminio Rojas, antes de pasar al de Samy y Sandra.
Estudié hasta sexto año "Práctica de Construcción" en el Artes y Oficios.
De Cerro Silvestre, en Arraiján.
Me dedico también ahora a la agricultura. Acabo de comprar una finca y me tiene loco. Estoy que siembro de todo.
Allá en Las Minas, cerca de la de Samy y Sandra.
¡No!, es que estaba interesado desde hace mucho tiempo en comprar una finca y me llegó la oportunidad de que estaban vendiendo una cerca de la de Samy y Sandra y la compré.
Bueno, siempre alguito por ahí. Pero sabes que hoy en día uno tiene que recurrir a los bancos.
La gente dice que por qué yo soy tan serio, que si estoy bravo. Les quiero decir que no, es que ese es mi físico. A veces me dicen ríete y hago el esfuerzo a veces de estar reído en todas partes.
Nos conocimos cuando yo tocaba con Herminio Rojas.
Con ella sí.
En un baile. Fui a un encuentro de acordeones que se hizo en el Centro Deportivo Las Américas y allí la conocí.
(Hace un coqueto guiño de ojos) Fue un flechazo de ambos.
Su sinceridad, es una muchacha que es muy tratable con todo el mundo. Tu ves que ella conversa con rico, pobre, con anciano, con todo el mundo, es una bella persona.
Sí. Estoy gordito, demasiado gordito, pesado.
No comer mucho y tratar de hacer bastante ejercicio, porque sabes que en esta vida tocando, llegas a tu casa a dormir, te levantas, arrancas a tocar de nuevo, realmente no hay mucho tiempo para ejercitarte como antes que jugaba fútbol y béisbol.
De todo. En especial arroz con poroto y carne, por eso estoy así.
Chicha de limón y de nance.
¡Ummm!, espagueti en salsa blanca, salsa roja, con langostinos y todo eso.
Le gusta que le cocine arroz con porotos. La comida en la casa no falla.
Me defiendo, no soy dizque el Chef, pero cocino bien.
Trabajar mucho.
No, no.
Tampoco. Eso sí, la relación nuestra no tiene nada que ver. A la hora de trabajar ella es jefa. Samy es cuñado mío y a la hora de trabajar es mi jefe. Si él me dice esto no se va a hacer, no lo hago y si ella dice no quiero que hagas esto, no lo hago.
No... Bueno, la verdad es que cuando empezamos la relación sí, pero ya no. Eso es una tontería. Si estoy con ella y ella conmigo, llegamos juntos, nos vamos juntos.
Me gusta.
¡Ajo!, todo.
(Sonríe con picardía) Sí hay planes. Tal vez para dentro de un año y medio o dos.
No. Eso no.