El Cascanueces, un clásico de todos los tiempos
- Mabel Cruz R.
Estas piezas se han convertido en una tradición navideña al momento de decorar. Su origen es alemán y hoy son apreciadas y coleccionadas alrededor del mundo por su originalidad y encanto.
Este singular personaje que año tras año llena de color los hogares fue inspirado por el famoso escritor Theodor Amadeus Hoffmann, quien con su obra "El cascanueces y el Rey de los ratones" cautivó al mundo.
Este cuento infantil a través del tiempo ha sido llevado a obras de teatro, danza; además se ha convertido en una pieza decorativa y tradicional en Navidad.
Los Cascanueces inspiran ternura más aún por la forma peculiar y divertida en la que se pueden encontrar, algunos con uniformes coloridos y botones brillantes, otros representando a famosos personajes, que se roban el "show".
Se pueden colocar en mesas con adornos alusivos a la Navidad, en el arbolito, borde de las escaleras o cualquier otro espacio de su preferencia, ya que por sus tamaños son fáciles de ubicar.
Su fabricación como pieza de madera se remonta hasta Alemania siglo XIX y se le atribuye a Wilhelm Friedrich Füchtner.
A pesar de ser confeccionados con diversos detalles, todos tienen ese aire familiar inconfundible. Los puede encontrar en diferentes dimensiones desde la versión miniatura hasta algunas que pueden llegar a alcanzar un tamaño humano.
Esta cautivadora imagen ha saltado de los cuentos infantiles a la realidad, y se han convertido en una pieza decorativa por excelencia.
No importa el estilo que impere en su hogar, se adaptan a cualquier ambiente imprimiendo un toque festivo y de color que despierta el espíritu y sentido de la Navidad en niños y adultos.
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