PANAMÁ
De libros hechos con papel de construcción a lecturas apasionantes
Las bibliotecas luchan por retomar sus espacios y un programa de Fundación Terpel ha contribuido a que esos lugares recuperen su brillo.
- Francisco Paz
- /
- - Publicado: 22/8/2024 - 12:00 am
¿En qué momento, las bibliotecas dejaron de ser parte de las escuelas?, cuestionó una educadora que asistió a un conversatorio en la Feria del Libro.
Y la realidad es que en muchos centros educativos, estos espacios han quedado relegados a ser depósitos o se han convertido en aulas ante la demanda estudiantil.
El programa Aventura de Letras, de Fundación Terpel, trata no solo de dotar de libros a centros educativos, sino de llegar a comunidades en donde no tienen ni facilidades tecnológicas para despertar ese interés en los niños.
"Adecuamos, dotamos y entregamos una colección variada con 60% de libros informativos y 40% de libros literarios, enfocándonos en autores panameños y que aborden alguna problemática o tema que queramos reforzar dentro de la comunidad", explicó Emily Camejo, jefa de Programas Sostenibles de la fundación.
Hoy día, tienen cuatro bibliotecas a nivel nacional, en Puerto Obaldía, San Miguelito, Dolega y Puerto Escondido, impactando a 3,300 menores y adultos, con una colección de más de 2,500 libros.
En Puerto Obaldía, comarca Guna Yala, la biblioteca escolar es la única del pueblo y el impacto del programa ha sido tal, que han reservado horarios para que la comunidad la visite y se le presta libros a los padres.
En el extremo del país, fronterizo con Colombia, a Puerto Obaldía se accede por aire en 45 minutos desde la capital o por vía terrestre y marítima, en un largo viaje de 12 horas en lancha.
El centro educativo solo llega hasta noveno grado y para seguir la enseñanza media los padres tienen tres opciones: mandar a sus hijos a Colombia, a la isla Narganá o a la Ciudad de Panamá si tienen familiares y recursos.
Dayana Ayarza, bibliotecaria del plantel, aceptó que la conectividad del pueblo no es buena, por lo que la biblioteca ha venido a llenar una necesidad de conocimiento tanto de los padres como de sus hijos.
"Antes por no tener esa biblioteca, los niños quizás no habían despertado ese gusto por la lectura y ahora que la tenemos hay más niños que van a cada rato, que quieren leer a veces hasta en horarios en que no estamos en la escuela", contó.
Esa necesidad, no solo se vive en esa área de difícil acceso.
En San Miguelito, Yuli, una de las estudiantes beneficiadas, comentó que antes como no tenían libros, creaban sus propios textos con ayuda de sus maestras.
"Creábamos un texto en hojas de papel y construcción y eso eran nuestros libros. Ahora tenemos libros divertidos y me interesa mucho más la lectura", dijo la estudiante.
El próximo destino de Aventura de Letras será la comarca Ngäbe Bugle.
"Sabemos las necesidades que hay y es clave poder dignificar primero, porque a través de nuestros programas dignificamos y llevamos educación de calidad", resaltó Camejo.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.