Sistema cardíaco
Científicos explican por qué el chupete previene la muerte súbita del lactante
Publicado 2013/05/06 10:17:00
- EFE
El chupete previene la muerte súbita del lactante porque mejora el control cardíaco del recién nacido, según un estudio de científicos australianos que divulga la prensa local.
Rosemary Horne, del Instituto Monash de Investigación Médica, explicó que estudios han demostrado que el chupete protege al bebé contra la muerte súbita, pero éstos no explicaban de qué forma contribuía a evitar la temida "muerte en cuna".
En la investigación presentada en la reunión anual de las Sociedades Académicas Pediátricas en Estados Unidos, Horne y sus colegas sugirieron que el uso del chupete protege al recién nacido de la muerte súbita mediante la mejora del control cardíaco, según la cadena local ABC.
Horne indicó que esta patología se relaciona con un fallo en el sistema cardíaco del infante cuando no se produce un ajuste adecuado al ritmo del corazón o a la presión sanguínea, así como a incapacidad de poder despertarse cuando se deja de respirar o se registra una caída súbita de la presión arterial.
El equipo de Horne centró su investigación en el impacto que tiene el chupón en la presión sanguínea y el ritmo cardíaco y para ello vigilaron durante varios días el sueño de 37 bebés de entre dos y cuatro semanas, dos y tres meses, y cinco y seis meses.
Los científicos dividieron a los bebés en usuarios y no usuarios de chupetes para medir y comparar la presión sanguínea y el ritmo cardíaco y los hicieron dormir boca abajo, una posición que no se recomienda por considerarse de que existe un mayor riesgo en los neonatos de fallecer súbitamente.
Asimismo, hallaron que el acto de succionar el chupón aumentaba la variabilidad del ritmo cardíaco, que es una medida de variaciones de intervalos entre latido y latido y que indica la regulación autónoma de la función circulatoria.
Sin embargo, las diferencias de la variabilidad del ritmo cardíaco era evidente en el grupo de dos y cuatro semanas de nacidos, ya que los usuarios tenían una variabilidad más alta del ritmo cardíaco que los no usuarios cuando estos bebés no se encontraban succionando los chupones.
Horne dijo que el chupón parece mejorar el ritmo cardíaco en los recién nacidos, lo que parece servir como mecanismo para proteger contra la muerte súbita, aunque admitió que aún no ha resuelto el misterio sobre cómo evitar estos fallecimientos.
El estudio de Horne muestra que el chupete tiene un efecto en la presión sanguínea y en el ritmo cardíaco.
Desde 2005, su uso ha sido recomendado en Estados Unidos para los bebés, aunque Australia y Nueva Zelanda lo miran con recelo.
En la investigación presentada en la reunión anual de las Sociedades Académicas Pediátricas en Estados Unidos, Horne y sus colegas sugirieron que el uso del chupete protege al recién nacido de la muerte súbita mediante la mejora del control cardíaco, según la cadena local ABC.
Horne indicó que esta patología se relaciona con un fallo en el sistema cardíaco del infante cuando no se produce un ajuste adecuado al ritmo del corazón o a la presión sanguínea, así como a incapacidad de poder despertarse cuando se deja de respirar o se registra una caída súbita de la presión arterial.
El equipo de Horne centró su investigación en el impacto que tiene el chupón en la presión sanguínea y el ritmo cardíaco y para ello vigilaron durante varios días el sueño de 37 bebés de entre dos y cuatro semanas, dos y tres meses, y cinco y seis meses.
Los científicos dividieron a los bebés en usuarios y no usuarios de chupetes para medir y comparar la presión sanguínea y el ritmo cardíaco y los hicieron dormir boca abajo, una posición que no se recomienda por considerarse de que existe un mayor riesgo en los neonatos de fallecer súbitamente.
Asimismo, hallaron que el acto de succionar el chupón aumentaba la variabilidad del ritmo cardíaco, que es una medida de variaciones de intervalos entre latido y latido y que indica la regulación autónoma de la función circulatoria.
Sin embargo, las diferencias de la variabilidad del ritmo cardíaco era evidente en el grupo de dos y cuatro semanas de nacidos, ya que los usuarios tenían una variabilidad más alta del ritmo cardíaco que los no usuarios cuando estos bebés no se encontraban succionando los chupones.
Horne dijo que el chupón parece mejorar el ritmo cardíaco en los recién nacidos, lo que parece servir como mecanismo para proteger contra la muerte súbita, aunque admitió que aún no ha resuelto el misterio sobre cómo evitar estos fallecimientos.
El estudio de Horne muestra que el chupete tiene un efecto en la presión sanguínea y en el ritmo cardíaco.
Desde 2005, su uso ha sido recomendado en Estados Unidos para los bebés, aunque Australia y Nueva Zelanda lo miran con recelo.
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