Celulares en el aula, ¿qué hacer?
Publicado 2007/04/20 23:00:00
- Qatia Melara Saldaña
Muchos colegios han prohibido el uso del móvil durante el horario escolar. Otros lo permiten.
NO ES una novedad que adolescentes desde los 11 años tengan un teléfono celular a su disposición.
Con este nuevo hábito, educadores y psicólogos revelan que el papel de padres y madres resulta determinante, no sólo por convertir el teléfono móvil en el regalo estrella de la Navidad, comuniones y cumpleaños, sino por haber "animado" a sus hijos a llevar consigo estos aparatos para tenerles siempre localizados.
El interés por saber dónde están y con quién (aunque siempre queda la opción del joven de no decir la verdad) ha puesto en manos de los menores un accesorio que, si bien le pueden ayudar en momentos de urgencia, también les causan problemas de concentración en los colegios.
El Ministerio de Educación, (MEDUCA) no ha dispuesto ninguna reglamentación al respecto.
Toda vez que los colegios oficiales se rigen por el Decreto 142, en donde el teléfono celular no es parte del uniforme, manifestó Ezequiel Cedeño, director de asuntos estudiantiles del MEDUCA
En algunos colegios particulares, los cuales tienen reglamentos internos, (debidamente aprobados por el MEDUCA) permiten el uso de este aparato solo antes y después de clases, y en los recreos.
Por ningún motivo el móvil podrá sonar o vibrar en las horas que el profesor imparte la materia.
Llevar un celular al colegio es responsabilidad del padre de familia y del estudiante, señala Cedeño.
"El prohibirles el uso de celular a veces no es porque lo utilicen, sino que se les pierda o que los agredan para quitarles el móvil", dijo.
Los directivos de los colegios en donde admiten celulares, le piden a los padres de familia que eduquen a sus hijos en el uso racional del teléfono.
Por otro lado, muchos colegios, en la mayoría oficiales, han optado por prohibirlo.
Aunque en ocasiones de poco sirve ya que los menores reconocen recurrir al modo "silencio" o "vibrador" para evitar que, cuando reciben una llamada o un mensaje, los profesores no se enteren de ello.
Según Yadira Ruíz, sub directora del Instituto América, el colegio se rige por el Decreto 142 y no pueden ni deben portar un móvil, a menos que previa autorización del plantel, se compruebe que el estudiante necesita portar uno
Este no deberá usarse en clases.
Lizzie Brostella, psicóloga, indicó que un padre le debe dar un móvil a su hijo o hija en el momento en que ellos empiezan a salir solos.
Los padres tienen el deber de enseñarle a sus hijos el propósito de este aparato.
"Un celular no es un lujo, es un gasto que todos los meses los padre deben pagar", dijo. Por ello, el adolescente debe ser responsable con el celular.
Brostella, no aprueba ni desaprueba el darle un celular a un niño de 8 o 9 años.
Sin embargo, señala que a esa edad el infante debería estar acompañado de un adulto, que debe velar por él. Pero depende de las circunstancias .
Algunos padres de familia aseguran que darle un celular a su hijo representa seguridad, saber dónde está, con quién, y si se encuentra bien. Otros padres sugieren que para evitar cualquier situación que los ponga en riesgo (robos, envío de correos, chats o imágenes no aptas) no darles móviles sofisticados y limitarles algunas opciones.
Estudiantes entrevistados, señalan que llevan el móvil al colegio, porque así se pueden comunicar con sus padres, de llegarles a suceder algo por el camino.
Aunque siempre esta la duda, de que el celular puede servirles para "copiarse" los entrevistados dicen que es muy difícil sacar el celular en clases; buscar en el menú y además estar pendiente de que el profesor no los sorprenda y les decomise el aparato y el ejercicio.
Algunos estudiantes, reconocen que sacan el celular en las horas libres (de estudio) para chatear, jugar o escuchar música.
Con este nuevo hábito, educadores y psicólogos revelan que el papel de padres y madres resulta determinante, no sólo por convertir el teléfono móvil en el regalo estrella de la Navidad, comuniones y cumpleaños, sino por haber "animado" a sus hijos a llevar consigo estos aparatos para tenerles siempre localizados.
El interés por saber dónde están y con quién (aunque siempre queda la opción del joven de no decir la verdad) ha puesto en manos de los menores un accesorio que, si bien le pueden ayudar en momentos de urgencia, también les causan problemas de concentración en los colegios.
El Ministerio de Educación, (MEDUCA) no ha dispuesto ninguna reglamentación al respecto.
Toda vez que los colegios oficiales se rigen por el Decreto 142, en donde el teléfono celular no es parte del uniforme, manifestó Ezequiel Cedeño, director de asuntos estudiantiles del MEDUCA
En algunos colegios particulares, los cuales tienen reglamentos internos, (debidamente aprobados por el MEDUCA) permiten el uso de este aparato solo antes y después de clases, y en los recreos.
Por ningún motivo el móvil podrá sonar o vibrar en las horas que el profesor imparte la materia.
Llevar un celular al colegio es responsabilidad del padre de familia y del estudiante, señala Cedeño.
"El prohibirles el uso de celular a veces no es porque lo utilicen, sino que se les pierda o que los agredan para quitarles el móvil", dijo.
Los directivos de los colegios en donde admiten celulares, le piden a los padres de familia que eduquen a sus hijos en el uso racional del teléfono.
Por otro lado, muchos colegios, en la mayoría oficiales, han optado por prohibirlo.
Aunque en ocasiones de poco sirve ya que los menores reconocen recurrir al modo "silencio" o "vibrador" para evitar que, cuando reciben una llamada o un mensaje, los profesores no se enteren de ello.
Según Yadira Ruíz, sub directora del Instituto América, el colegio se rige por el Decreto 142 y no pueden ni deben portar un móvil, a menos que previa autorización del plantel, se compruebe que el estudiante necesita portar uno
Este no deberá usarse en clases.
Lizzie Brostella, psicóloga, indicó que un padre le debe dar un móvil a su hijo o hija en el momento en que ellos empiezan a salir solos.
Los padres tienen el deber de enseñarle a sus hijos el propósito de este aparato.
"Un celular no es un lujo, es un gasto que todos los meses los padre deben pagar", dijo. Por ello, el adolescente debe ser responsable con el celular.
Brostella, no aprueba ni desaprueba el darle un celular a un niño de 8 o 9 años.
Sin embargo, señala que a esa edad el infante debería estar acompañado de un adulto, que debe velar por él. Pero depende de las circunstancias .
Algunos padres de familia aseguran que darle un celular a su hijo representa seguridad, saber dónde está, con quién, y si se encuentra bien. Otros padres sugieren que para evitar cualquier situación que los ponga en riesgo (robos, envío de correos, chats o imágenes no aptas) no darles móviles sofisticados y limitarles algunas opciones.
En el mercado de los celulares, existe uno para cada necesidad y marcas como Nokia, tienen para los jóvenes celulares con la accesibilidad de Radio AM y FM; cámara de 1.3 mpixeles, reproductor de música que permite almacenar hasta 1, 500 canciones entre otras opciones. Y su costo esta alrededor de los 100 dólares.
Según la Autoridad Nacional de los Servicios Público, en el 2005, existían 1 millón 351 mil 924 abonados a telefonía celular.
Estudiantes entrevistados, señalan que llevan el móvil al colegio, porque así se pueden comunicar con sus padres, de llegarles a suceder algo por el camino.
Aunque siempre esta la duda, de que el celular puede servirles para "copiarse" los entrevistados dicen que es muy difícil sacar el celular en clases; buscar en el menú y además estar pendiente de que el profesor no los sorprenda y les decomise el aparato y el ejercicio.
Algunos estudiantes, reconocen que sacan el celular en las horas libres (de estudio) para chatear, jugar o escuchar música.
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