Cine. “Locos por los votos”, una dura crítica al sistema electoral estadounidense, se estrena hoy en Panamá.
Batalla por ganar el Congreso
En la cinta participan los famosos comediantes Will Ferrell y Zach Galifianakis.
Ficha técnica de la película
- Título: Locos por los votos. (‘The Campaign’. EE.UU./ 2012).
- Dirección: Jay Roach.
- Elenco protagónico: Will Ferrell, Zach Galifianakis, Jason Sudeikis, Sarah Baker, Dylan McDermott, Katherine LaNasa, Brian Cox, John Lithgow, Dan Aykroyd.
- Duración: 85 minutos.
¿Qué mejor que en plena recta final de la campaña para las elecciones en Norteamérica se estrene una película que tome el tema de forma tan descarnada? “Locos por los votos” es una muy dura crítica al sistema electoral estadounidense y a los “lobbistas” y corporaciones que apoyan con sus dineros y recursos las políticas que desean implementar.
Todas las miserias humanas que se ven en el filme son mucho más plausibles de soportar si se dan por la vía cómica; y en ello, la elección de Jay Roach, el director de “Austin Powers” y de “Los Fockers”, ha sido acertada, al elegir a dos de los mejores cómicos de Hollywood.
Por un lado se encuentra el ya veterano en estas huestes, Will Ferrell, y por el otro, Zach Galifianakis, que desde “¿Qué pasó ayer?” viene subiendo escalones a paso fuerte. Aparte de resultar una muy buena dupla, a su vez fueron también productores de la película.
En un pequeño distrito de Carolina del Norte, Cam Brady (Ferrell) tiene todo para ganar una vez más como congresista, hasta que comete uno de sus típicos errores, lo que da pie a algunos “lobbistas” para pensar en que sería bueno presentar a otro candidato. Es el caso de Marty Huggins (Galifianakis), un ingenuo y extraño director de un centro turístico.
Cuando Cam, acostumbrado a ganar sin oponentes y a decir cualquier cosa, deba enfrentarse a Marty, que va puliendo sus ideas y personalidad, se irán dando las situaciones más disparatadas.
La película se encarga de mostrar a sus candidatos en todo tipo de actos, dando discursos sin mucha sustancia y haciendo hasta lo imposible en pos de obtener votos.
El más descarnado es Cam, ya que Ferrell dota a su personaje de todas las frases hechas más repetidas de los peores discursos de los republicanos más cercanos al Tea Party.
En cambio, Marty representa más al pueblerino ingenuo, que con el paso de los minutos y al acercarse al poder va cambiando, perdiendo su esencia.
Habrá tiempo para los homenajes a las comedias de los 80, ya que aparecen por allí Dan Aykroyd, recordado por sus participaciones en “Los cazafantasmas” y “Los Blue Brothers”, y John Lithgow, de la divertida “Pie grande y los Henderson”.
El director y su equipo de actores logran un final inesperado y posiblemente demasiado esperanzador, si se tiene en cuenta la crudeza de la campaña electoral actual, con cámaras ocultas incluidas.
Finalmente, esta sátira podrá ser disfrutada como una simple comedia o ser vista aun de manera más profunda, con todo lo que implica el poder y lo que está siempre en juego. Como señaló con su punzante humor Zach Galifianakis: “Si hay un mensaje aquí, es que todos estamos fregados”.
Enmarcado en la comedia.
El director Jay Roach declaró: “Creo que en estos días, la comedia es la respuesta correcta a la política. Al menos te da algo de qué reírte y hace que la realidad sea más fácil de digerir, mientras que si solo miras las noticias, se convierte en algo bastante aterrador. Viendo algunas de las campañas electorales actuales, no sé si esto es lo que nuestros fundadores tenían en mente”.
Y agregó: “Will y Zach son dos de los tipos más inteligentes del planeta. Actúan todo el tiempo como candidatos rivales que poseen los recursos para destruirse mutuamente al llevar a cabo todas las campañas sucias que uno pueda imaginarse, sacar a la luz cualquier video sórdido o haciendo trampas descaradas. A partir de ahí, todo se degenera rápidamente. Parece que los candidatos hoy no pueden hacer nada sin hablar de la libertad como si ellos hubieran inventado la idea misma, y tienen que retratarse a sí mismos como los norteamericanos más patriotas, por supuesto más patriotas que sus adversarios, de quienes nos quieren hacer creer que están asociados con terroristas”.
Sobre su personaje, Cam Brady --un congresista amigo de todos y fiel a ninguno--, Will Ferrell comentó: “Una de las cosas de las que se burla la trama es de la cantidad de dinero que puede invertirse en las elecciones y cuántas influencias puede haber. El distrito por el que compiten es relativamente pequeño, pero es vital para sus intereses. El gran lema de Cam solo son palabras, como su otro grito de batalla: ‘Cam Brady en el 12’, que ni siquiera tiene sentido numéricamente, pero suena poderoso y decidido”.
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