"Argentina: el país de los seis continentes"
Publicado 1999/11/14 00:00:00
- Carlos Christian Sánchez C.
De los países latinoamericanos, la República Argentina representa un sitio obligado para los curiosos, en el afán de describir los lugares de interés del mundo. Elevadas cumbres nevadas custodian el flanco occidental del Cono Sur. Los valles, lagos, glaciares y la extensa llanura de La Pampa, hacen como telón a la máxima atracción de la tierra meridional, el Mar de Plata. Como faro en la noche, las luces de Buenos Aires salen al paso de la nubes, dando la bienvenida a los forasteros que llegan al extremo del mundo.
El nombre de Argentina procede de la palabra latín "Argentum", que significa "plata". El origen de esta denominación se remonta a los viajes de los primeros conquistadores españoles al Río de la Plata. Los náufrafos de la expedición de Juan Díaz de Solís encontraron en la región a indígenas que les regalaron objetos de plata, que luego llevaron a España la noticia de la legendaria abundancia de aquel metal precioso, hacia el año 1524. Desde 1860, el nombre de República Argentina es la denominación del país.
Argentina está situada en el extremo sur de Sudamérica. Posee una extensión de 3.8 millones de kilómetros cuadrados. También tiene una población estimada en 35 millones de habitantes. Este país austral se le conoce como "El país de los seis continentes", debido a la gran diversidad de climas existentes en sus linderos.
La Selva de las Aguas Grandes, en la provincia de Misiones, mantiene la belleza del bosque tropical húmedo. Las gigantescas cataratas de Iguazú, fronterizas con Brasil y Paraguay, elevan la espuma de los ríos. El escenario es fantástico, creando una apoteosis de la naturaleza. La presencia humana en las antiguas ruinas de misiones jesuitas cristianas, son recuerdos del pasado. Hoy, el sitio es Patrimonio de la Humanidad, declarado por la UNESCO.
En cuanto a la región del Noroeste, se puede decir que es una zona de altas cumbres, volcanes nevados, altiplanos, quebradas y desiertos. Bajo un cielo azul diáfano, se levanta el Aconcagua o "centinela de piedra", cuya altitud supera los 6,935 metros, siendo la montaña más elevada del Hemisferio Occidental. Profundos cañones suben hacia la Puna, por donde polvorientas rutas conducen a aldeas perdidas prehispánicas, en la tierra de los "Hijos del Sol". Es aquí donde América habla con el cielo.
Hacia el sur, la Patagonia Andina ofrece bosques milenarios y silenciosos, con especies vegetales autóctonas que se extienden a orillas de serenos espejos de agua. En las cumbres de las montañas más hermosas de la tierra, la naturaleza se desborda en picos de granito y campos de hielo como el "Perito Moreno", que derraman sus lenguas glaciares en lagos de belleza sin igual. La Tierra del Fuego y la ciudad más austral del mundo. "Ushuaia", son la puerta abierta hacia la inmensa y misteriosa Antártida.
Al frente del Océano Atlántico, la Patagonia Antártica se convierte cada temporada estival, en la cuna de impresionantes mamíferos, y aves marinas, que viven en las agrestes costas donde cumplen su ciclo vital. Colonias de lobos y elefantes marinos tienen en Península Valdés; es también el sitio especial al que acuden puntualmente las ballenas francas, en los Golfos Nuevo y San José. En Punta Tombo, anida la mayor colonia de pingüinos magallánicos del planeta.
Subiendo desde las regiones meridionales, se llega a La Pampa, la tierra de los gauchos. Una gran llanura de hierba verde que cubre la cuarta parte del territorio argentino. En ella, la leyenda de los vaqueros australes, sentados tomando mate bajo la sombra del árbol ombú, centra fantasías románticas y el reencuentro del hombre consigo mismo. Los campos de alfalfa, sorgo, maíz y girasol, comparten con praderíos que la vista no abarca. Regiones ganaderas de miles de cabezas de ganado.
Clásico ejemplo de la nación austral es su capital federal, Buenos Aires. Una ciudad impresionante que no descansa. La Avenida de Mayo, los típicos barrios de La Boca, Recoleta y Palermo, la Plaza de la República, el Obelisco y los balnearios del Atlántico, asombran a los visitantes, quienes se empapan con el ritmo de la vida en Argentina.
Buenos Aires tiene en su hijo meritorio, Carlos Gardel, su máximo representante cultural. El tango, los bailes exóticos de esas melodías románticas, se mezclan con el ambiente europeo de la urbe bonaerense, engalanada con palacios y monumentos en honor a San Martín y el Congreso. Todo en la ciudad gira en torno a la Plaza Mayo, centro histórico de la urba, con el Cabildo, la Catedral, el Palacio Municipal y la Casa de Gobierno, o Casa Rosada, en el fondo.
Eso es la Argentina, la tierra del Sur, un espacio común entre el hombre y la naturaleza.
El nombre de Argentina procede de la palabra latín "Argentum", que significa "plata". El origen de esta denominación se remonta a los viajes de los primeros conquistadores españoles al Río de la Plata. Los náufrafos de la expedición de Juan Díaz de Solís encontraron en la región a indígenas que les regalaron objetos de plata, que luego llevaron a España la noticia de la legendaria abundancia de aquel metal precioso, hacia el año 1524. Desde 1860, el nombre de República Argentina es la denominación del país.
Argentina está situada en el extremo sur de Sudamérica. Posee una extensión de 3.8 millones de kilómetros cuadrados. También tiene una población estimada en 35 millones de habitantes. Este país austral se le conoce como "El país de los seis continentes", debido a la gran diversidad de climas existentes en sus linderos.
La Selva de las Aguas Grandes, en la provincia de Misiones, mantiene la belleza del bosque tropical húmedo. Las gigantescas cataratas de Iguazú, fronterizas con Brasil y Paraguay, elevan la espuma de los ríos. El escenario es fantástico, creando una apoteosis de la naturaleza. La presencia humana en las antiguas ruinas de misiones jesuitas cristianas, son recuerdos del pasado. Hoy, el sitio es Patrimonio de la Humanidad, declarado por la UNESCO.
En cuanto a la región del Noroeste, se puede decir que es una zona de altas cumbres, volcanes nevados, altiplanos, quebradas y desiertos. Bajo un cielo azul diáfano, se levanta el Aconcagua o "centinela de piedra", cuya altitud supera los 6,935 metros, siendo la montaña más elevada del Hemisferio Occidental. Profundos cañones suben hacia la Puna, por donde polvorientas rutas conducen a aldeas perdidas prehispánicas, en la tierra de los "Hijos del Sol". Es aquí donde América habla con el cielo.
Hacia el sur, la Patagonia Andina ofrece bosques milenarios y silenciosos, con especies vegetales autóctonas que se extienden a orillas de serenos espejos de agua. En las cumbres de las montañas más hermosas de la tierra, la naturaleza se desborda en picos de granito y campos de hielo como el "Perito Moreno", que derraman sus lenguas glaciares en lagos de belleza sin igual. La Tierra del Fuego y la ciudad más austral del mundo. "Ushuaia", son la puerta abierta hacia la inmensa y misteriosa Antártida.
Al frente del Océano Atlántico, la Patagonia Antártica se convierte cada temporada estival, en la cuna de impresionantes mamíferos, y aves marinas, que viven en las agrestes costas donde cumplen su ciclo vital. Colonias de lobos y elefantes marinos tienen en Península Valdés; es también el sitio especial al que acuden puntualmente las ballenas francas, en los Golfos Nuevo y San José. En Punta Tombo, anida la mayor colonia de pingüinos magallánicos del planeta.
Subiendo desde las regiones meridionales, se llega a La Pampa, la tierra de los gauchos. Una gran llanura de hierba verde que cubre la cuarta parte del territorio argentino. En ella, la leyenda de los vaqueros australes, sentados tomando mate bajo la sombra del árbol ombú, centra fantasías románticas y el reencuentro del hombre consigo mismo. Los campos de alfalfa, sorgo, maíz y girasol, comparten con praderíos que la vista no abarca. Regiones ganaderas de miles de cabezas de ganado.
Clásico ejemplo de la nación austral es su capital federal, Buenos Aires. Una ciudad impresionante que no descansa. La Avenida de Mayo, los típicos barrios de La Boca, Recoleta y Palermo, la Plaza de la República, el Obelisco y los balnearios del Atlántico, asombran a los visitantes, quienes se empapan con el ritmo de la vida en Argentina.
Buenos Aires tiene en su hijo meritorio, Carlos Gardel, su máximo representante cultural. El tango, los bailes exóticos de esas melodías románticas, se mezclan con el ambiente europeo de la urbe bonaerense, engalanada con palacios y monumentos en honor a San Martín y el Congreso. Todo en la ciudad gira en torno a la Plaza Mayo, centro histórico de la urba, con el Cabildo, la Catedral, el Palacio Municipal y la Casa de Gobierno, o Casa Rosada, en el fondo.
Eso es la Argentina, la tierra del Sur, un espacio común entre el hombre y la naturaleza.
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