Apoyo al sistema inmune
Se agregan a algunos alimentos y están disponibles como suplementos dietéticos.
- María Victoria Rivera
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- - Publicado: 17/8/2018 - 12:00 am
Los probióticos y prebióticos son sustancias que favorecen el sistema inmune.
Hay estudios comprobados en pacientes que tienen algún tipo de alergia a la proteína de la leche de vaca, alergia al gluten o ciertos tipos de marcadores alérgicos en el sistema, a quienes estas sustancias favorecen en cuanto al sistema gastrointestinal, explica la doctora en medicina general Lilia Jou.
Además, ayudan a que las defensas estén arriba y que cuando se presenten los alérgenos no puedan penetrar en el sistema.
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Por otra parte, las personas sanas lo pueden tomar, sin embargo, no hay estudios que certifiquen todavía que eso contribuya a disminuir los resfríos o los hongos, o que el sistema inmune esté arriba. Indica Jou.
"Si eres una persona sana, que no tienes cáncer, VIH o algún factor que produzca alergias, no vas a tener un sistema inmune deprimido y el hecho de tomar prebióticos no va a influir en aumentar las defensas", indica la médico general.
Según un estudio de Mayo Clinic, "no es necesario incluir probióticos (un tipo de bacterias 'buenas') en la dieta para estar sano".
No obstante, indican que estos microorganismos podrían ayudar con la digestión y ofrecer protección contra las bacterias perjudiciales, tal como lo hacen las bacterias "buenas" ya existentes en el cuerpo.
¿Qué son?
Los prebióticos son carbohidratos no digeribles que actúan como alimento para los probióticos.
Cuando los probióticos y los prebióticos se combinan interactúan de manera beneficiosa.
Los productos lácteos fermentados, como el yogur y el kéfir (yogur búlgaro), se consideran simbióticos, porque contienen bacterias vivas y el combustible que necesitan para desarrollarse.
Por otro lado, menciona que si bien se necesitan más investigaciones, hay pruebas de que los probióticos pueden ayudar a tratar la diarrea, especialmente después de tomar ciertos antibióticos; tratar el síndrome del intestino irritable; acelerar el tratamiento de determinadas infecciones intestinales; prevenir los resfriados y la gripe o reducir su gravedad; aliviar los trastornos alérgicos, como el eccema y la rinitis alérgica.
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