Ropa en complejo de la CSS pasa por varios pasos para su limpieza
Personal de lavandería recibe vacunación como prevención ante riesgo
- Mellibeth González ([email protected])
La ropa de un hospital se convierte en principal foco de contaminación por su permanente contacto con enfermos.
A las 5:00 a.m., en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid, de la Caja de Seguro Social (CSS), ya hay una sala muy activa y ruidosa, sobre ella recae una gran responsabilidad: acabar con toda bacteria escondida en las ropas hospitalarias.
La sala es la lavandería del complejo, que empieza por recolectar toda ropa sucia que ya fue utilizada por los pacientes o el personal de salud que los atiende.
Los cestos con ruedas cargados de ropa sucia son divididos y se introducen en lavadoras industriales con barreras sanitarias.
Ahí, los dosificadores, equipos que funcionan para suministrar de forma ágil la cantidad de detergentes, vierten los insumos que necesita la ropa para su lavado: detergente alcalino, reforzador (mueve el sucio adherido), blanqueador (cloro a 12%), neutralizador y suavizante textil, según Manuel Villalaz, jefe de lavandería.
Tras una hora y 15 minutos de lavado, una luz verde indica que ha terminado el primer paso y la ropa pasa, ya limpia, al área de secado, proceso que podría demorar 40 minutos.
Si se acerca la hora de cierre y se prevé que el proceso no podrá ser completado, no se realiza, pues se trabaja hasta las 9:00 p.m.
Más de 15 mil libras de ropa se lavan diariamente en esta lavandería, que es la más grande del país, y brinda su apoyo a otros hospitales cuando una máquina sufre algún desperfecto.
Una vez seca, la ropa está lista para ser doblada manualmente y se coloca en bolsas de tela blanca, listas para su distribución.
Pero el proceso no culmina aquí. La ropa quirúrgica pasa al proceso de esterilización por vapor a alta presión en una autoclave.
Un trabajo de riesgo
Villalaz está consciente del peligro latente del personal por el tipo de actividad que se realiza, por ello, tienen un sistema de vacunación contra enfermedades -hepatitis, sarampión, gripe- que se le coloca, porque como cuenta, podría colarse una aguja entre la ropa, y si esto ocurriese, deben dirigirse directamente a Urgencias y se realizan exámenes y tratamientos.
“Ha pasado muy pocas veces, el año pasado no tuvimos ningún pinchazo”.
Según el encargado, se cuenta con un manual de lavandería que detalla los pasos a seguir.
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