Fallamos en monitoreo de desatres naturales
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El director del Sinaproc, José Donderis, expresó que 'gracias a Dios', el impacto de 'Nate' no fue grande ante la falta de información certera.
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La Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (Spia) recomienda a la población construir casas con una distancia de 120 metros de los ríos para evitar inundaciones. /Foto Archivo
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Recomiendan respetar la distancia entre las construcciones y los ríos
Panamá ha vivido en los últimos años, intensas estaciones lluviosas que han dejado pérdidas humanas y materiales, así como miles de damnificados y afectados, quienes han tenido que reorganizar sus vidas como consecuencia de inundaciones, fuertes vientos o deslizamientos.
Luego de tragedias vividas por las secuelas, el año pasado, del huracán Otto, los componentes que forman la protección civil en Panamá todavía tratan de ordenar la casa para evitar que se repitan.
El director del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), José Donderis, reconoció que todavía hay una falencia de monitoreo de eventos extremos.
"Como país necesitamos tener la información más certera", agregó, y advirtió que "Gracias a Dios", la última tormenta Nate no dio un gran impacto, a pesar de que dejó a más de 12,000 personas afectadas en Chiriquí, Veraguas, Panamá Oeste y la comarca Ngäbe- Buglé.
Y es que esta es una labor constante, porque la naturaleza no avisa cuando nos da golpes.
La Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (Spia) recomendó al Sinaproc diseñar un plan de riesgo en áreas vulnerables, como Juan Díaz, en coordinación con otras instituciones como la Autoridad de Aseo Urbano (AAUD), con operativos de recolección de desechos sólidos, como estufas, neveras y muebles, que obstruyen los cauces de los ríos y provocan inundaciones.
En el caso de los deslizamientos de tierras, fenómeno recurrente en los últimos años, que han ocasionado muertes, como las recientes en la comarca Ngäbe-Buglé, donde una familia de seis miembros fue enterrada por un alud, la presidenta de la SPIA, María Lombardo, dijo que programan hacer evaluaciones, pero es muy difícil decirle a la población que vive en zonas de riesgo que se tiene que ir de sus casas.
'Recomiendan respetar la distancia entre las construcciones y los ríos
Respetar la distancia que hay entre los asentamientos humanos y los ríos.
Esa es la recomendación que dio la presidenta de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (Spia), María Lombardo, para evitar que se sigan dando situaciones como la de Juan Díaz, en donde varias comunidades han sido afectadas por inundaciones en los últimos meses.
Esta situación atañe tanto a las constructoras que levantan proyectos cerca de los afluentes como a las personas que osan construir cerca de estos, cuya distancia por lo menos tiene que ser 120 metros, agregó.
En el caso reciente de los estragos en Juan Díaz, donde el río del mismo nombre sobrepasó su nivel y cientos de familias resultaron afectadas, se tiene programado ampliar el cauce de 110 a 115 metros.
Arquitectos y personal de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) trabajan ya en las medidas inmediatas para este corregimiento, lo que costará $7 millones.
"Muchos de los deslizamientos se dan en áreas donde se hicieron asentamientos; se tendría que hacer unos planes para reubicar", indicó Lombardo, quien a su vez, mencionó que serían los municipios, colocando como ejemplo el de San Miguelito, que se formó sin un plan de ordenamiento territorial, los responsables de hacer un censo de lugares en riesgo.
Árboles enfermos
Tras casi un año de la tragedia ocurrida cerca de la escuela San Vicente de Paul, en Ancón, cuando un menor falleció dentro de un carro al que le cayó un árbol, la Unidad Administrativa de Bienes Revertidos (UABR) anunció la tala de especies enfermas en esta zona.
El secretario ejecutivo de esta unidad, adscrita al Ministerio de Economía, Luis Felipe Icaza, explicó que la jornada busca salvaguardar la vida de residentes y transeúntes, evitando caídas de árboles mórbidos y longevos.
La acción, sin embargo, se pone en ejecución, apenas dos semanas después que fuertes vientos de hasta 30 kilómetros por hora, provocaran la caída de casi 20 árboles en el territorio nacional, como efecto indirecto del huracán Nate.
13 árboles corotú, especie que puede alcanzar hasta 28 metros de altura y 4 metros de diámetro, serán derribados entre este y el próximo fin de semana.
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