Consejo de Seguridad: el centro de la persecución
Rolando López es el encargado de todos los planes de persecución desde el poder de este oscuro y poderoso ente.
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- - Publicado: 24/1/2019 - 12:00 am
El rol del Consejo de Seguridad fue distorsionado para convertirse, en el gobierno de Juan Carlos Varela, en el ente de persecución judicial más desenfrenado desde la dictadura militar en la que vivió Panamá.
Ya no es un secreto que el Consejo de Seguridad fue tomado por una estructura militar nombrada por Varela con el objetivo de acabar con sus rivales políticos, como el expresidente Ricardo Martinelli, la principal cabeza, junto a sus allegados.
Tampoco quedan dudas de que desde el Consejo de Seguridad se coordinó la apertura de expedientes ilegales que luego fueron judicializados cuando Varela sacó a Kenia Porcell de esa estructura para nombrarla procuradora general.
En junio de 2014, Varela puso al frente del Consejo de Seguridad a Rolando "Picuiro" López. Su seudónimo guarda relación con los indicios que existen entre los panameños de que es la persona que se encarga de las tareas de espionaje.
Varela le dio todos los poderes a "Picuiro" López para que controlara entidades claves como la Unidad de Análisis Financiero, el Ministerio de Seguridad, el Senafront y el Senan.
"Picuiro" López confesó en una entrevista en 2014 que fue él quien llevó a Porcell al gobierno de Varela. Incluso reveló que para ese entonces era su profesora de maestría en Derecho y fue así que la invitó a ser parte del Consejo de Seguridad.
Abogados han denunciado que muchos casos que ha judicializado la procuradora Porcell nacieron en el Consejo de Seguridad, pero también sigue presente el temor de que esta es la entidad que se encarga del espionaje contra líderes políticos, sindicales, empresariales y de la sociedad civil que se opongan a la línea del gobierno de Varela.
Hoy hay testimonios juramentados que indican o confirmarían que el Consejo de Seguridad realiza trabajos de espionaje contra personas civiles con la excusa de que se trata de "grupos de presión que atentan contra el orden público". Estos testimonios también ratifican que el Consejo de Seguridad sigue teniendo equipos de interceptación telefónica. En 2015, la Fiscalía Especializada Contra la Delincuencia Organizada obtuvo importantes revelaciones que ignoró sobre actuaciones del actual Consejo de Seguridad que podrían ser irregulares. Esto, a pesar de que son revelaciones que se asemejan a delitos que intentan investigar solo a figuras del pasado gobierno: el derecho a la privacidad o las llamadas escuchas telefónicas ilegales contra sindicalistas y personas de la sociedad civil a los que ellos denominan "grupos de presión".
El Consejo de Seguridad fue creado en 2011, luego de los actos terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos. La tarea inicial del Consejo de Seguridad era darle seguimiento al crimen organizado y contrarrestar toda actividad ligada al terrorismo, pero ese objetivo se distorsionó políticamente.
Por primera vez agentes operativos del Consejo de Seguridad describen cómo funciona esta entidad bajo el actual gobierno de Juan Carlos Varela.
En marzo de 2015, la Fiscalía Especializada Contra la Delincuencia Organizada tomó declaración jurada a tres agentes del actual Consejo de Seguridad para dos de sus procesos en marcha, solo buscando incriminar a personas allegadas al pasado gobierno.
Pero los agentes revelaron en sus declaraciones juradas algunos de los mecanismos que ejecuta el actual Consejo de Seguridad encabezado y bajo la responsabilidad del comisionado "Picuiro" López, quien por presión pública no pudo ser nombrado director de la Policía Nacional luego de la jubilación de Omar Pinzón. "Picuiro" buscaba jubilarse con un salario de 10 mil dólares mensuales.
Los tres agentes explicaron que el actual Consejo de Seguridad opera con varios grupos de tareas y que cada unidad tiene su seudónimo. Dentro del personal hay grupos de tareas dedicados a darles seguimiento a líderes de la sociedad civil (grupos de presión) y sindicalistas, participando de manera encubierta en sus actividades y protestas. Grabaciones y fotos a través de celulares son parte del material que tiene que recolectar para sus informes que son entregados directamente a "Picuiro" López.
Los agentes también declararon que el seguimiento a estos grupos civiles se hace, además, en las redes sociales.
Los agentes que rindieron estas declaraciones juradas son Carmen Esther Salinas, Rafael Sánchez e Isis Ernestina Valdés. Estos agentes aceptaron que desde el Consejo de Seguridad se da seguimiento a sindicalistas y líderes de "grupos de presión", a los que no escapa la sociedad civil. Incluso ratificaron que la entidad tiene bajo su operación máquinas de interceptación telefónica. Salinas, quien opera con el seudónimo de Raquel o "La Profe", dijo en su indagatoria del 10 de marzo de 2015, que la interceptación telefónica es una actividad regular en el Consejo de Seguridad y ratificó que la entidad cuenta actualmente con estos equipos.
La testigo también afirmó que se siguen haciendo seguimientos a grupos y personas civiles que atentan contra el "orden público", un calificativo que queda a discreción de "Picuiro" López. "Ahorita mismo, en el área de nosotros, que es el grupo de Orden Público, se elaboran carpetas, informes, los seguimientos, la vigilancia; menos las escuchas. No puedo dar fe de los demás departamentos", dijo Salinas.
El agente Rafael Sánchez, quien opera con el seudónimo de "Leonardo", sostuvo en su declaración que la entidad continúa dándoles seguimiento a "grupos sindicales de todo tipo, los que hacen medidas de presión como huelgas, marchas, cosas así".
Indicó que en cada manifestación, huelga o protesta se hace un informe al final del día, que incluye fotos y videos tomados desde celulares. Además, a los líderes sindicales y a los que denominan "agentes de presión" se les da seguimiento a través de las redes sociales como Facebook, Twitter, e información que proporcionan fuentes humanas.
Entre las actividades en las que se ha infiltrado Sánchez están las de Suntracs, en la gestión de Juan Carlos Varela, estando López al frente del Consejo de Seguridad.
Isis Valdés, cuyo seudónimo es "Tamy", fue la tercera agente del Consejo de Seguridad que rindió declaración jurada y reveló cómo opera esta oscura entidad. Dijo que el Consejo de Seguridad es una entidad de inteligencia donde "lógicamente se realizan trabajos de seguimiento, vigilancia, porque trabajamos con el crimen organizado". También reconoció que uno de los departamentos de trabajo es el de "Grupos de Presión", en el que se les da seguimiento a líderes sindicales y de la sociedad civil.
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