Padre Domingo Escobar: 'Todos tenemos sida, en el sistema o en el corazón'
La ignorancia causa más muerte que el mismo VIH/sida, afirma el fundador de la casa hogar El Buen Samaritano, el párroco Domingo Escobar.
- Miriam Lasso
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- - Actualizado: 02/12/2018 - 08:14 pm
La única satisfacción que tiene la intervención en el mundo del VIH/sida en una población carente de recursos y en condición de abandono es la de servir. El padre Domingo Escobar, fundador de la casa hogar El Buen Samaritano, habló con El Trino sobre el sida, el abandono social y gubernamental.
¿Cuándo surge la necesidad de crear un hogar para los pacientes de VIH/sida sin techos?
Hace cerca de 20 años nos encontramos con unos muchachos que tenían VIH y en situación de calles. No conocíamos nada del sida, lo único que teníamos claro como Iglesia es que teníamos que darle una respuesta asertiva.
¿Qué tan difícil es aceptar e involucrarte en el mundo del sida?
Para unos inicialmente, cuesta mucho aceptarlos. Queríamos hacerlo, pero siempre había cierta renuencia. Conocimos al infectólogo Rigoberto Samaniego, con quien aprendimos mucho y nos fuimos adentrando a ese mundo nuevo. Nos dimos cuenta de que había mucha gente en situación de necesidad de una atención integral, y así surge la idea de fundar la casa hogar El Buen Samaritano.
¿Cómo es la sociedad con los pacientes de sida?
Han pasado más de 30 años y, a pesar de que se ha invertido en información, aún la gente no se ha dado cuenta del gran sentido de ignorancia respecto al tema. Alguien tiene VIH y lo estigmatizan, lo discriminan, incluso llegan a privarlos de sus derechos. Dentro del ámbito familiar también son muy sufridos.'
Frase
”Hemos fracasado algunos cristianos, pero el proyecto de Jesús sigue en pie y hacia adelante
¿Cuál es el resultado de la discriminación a los pacientes de VIH/sida?
Ha generado muerte, porque mucha gente está segura de que una vez diga que tiene VIH/sida será discriminada, y por esa razón le cuesta hacerse una prueba y buscar ayuda profesional para atender su seropositividad.
¿Qué hace falta para romper esta barrera?
La falta de educación, solidaridad y de humanidad, ir discriminando a diestra y siniestra está produciendo muchas muertes. Desde la casa hogar se trabaja en la educación y la prevención.
¿Cuándo y dónde es el momento para hablar del sida?
Hace falta un mayor grado de educación en la población en el seno familiar, e incluso dentro de nuestra comunidad eclesial para tener mayor posibilidades de prevención.
¿Por qué afirma usted que todos tenemos sida?
Nosotros empleamos un lenguaje incluyente. Para poder dar un acompañamiento válido debemos sentir que todos tenemos VIH, haciendo la diferencia que uno lo tienen en su sistema inmunológico y otros lo tenemos en el corazón. La única forma para que funcione es eliminando barreras.
Abandono a los pacientes con sida, ¿ignorancia o falta de solidaridad?
Es un poco de todo, cierto grado creciente de indolencia que lleva a que seamos descuidados con los ancianos y las personas que sufren y el tema de la ignorancia no manejada. Nos ha tocado visitar familia con pacientes de VIH/sida tensas y temerosas, cuando el hospital más importante para un enfermo es precisamente la familia.
¿Cómo es la realidad del sida en la población juvenil?
Hace 12 o 15 años, las estadísticas daban cuenta de la incidencia del sida en jóvenes de 24 años en adelante, hoy tristemente repuntan de 13 y 14 años para arriba debido a que nuestros jóvenes están anticipando etapas porque carecen de una debida educación sexual reproductiva y nuestras familias no están jugando ese rol de educadores.
¿Cree la Iglesia en la educación sexual?
Han querido polemizar y decir que la Iglesia no quiere una educación sexual, pues la Iglesia es la primera en aclamar por una educación sexual reproductiva que defienda la dignidad humana. Ante la carencia de un manual educativo terminaríamos como los animales actuando por los instintos.
¿Cuál es la realidad de los paciente de VIH/sida en Panamá en cuanto al sistema de salud?
Aquí en Panamá, el Ministerio de Salud no nos provee de los retrovirales ni a tiempo ni en las cantidades necesarias para cubrir la demanda. En la casa hogar insistimos en el tema de la adherencia a los medicamentos, pero sencillamente quienes nos los tienen que dar no están al día. Sin ánimos de incomodar a nadie, decimos que es una actitud criminal porque si yo sé que una persona necesita eso para vivir, y no se lo doy, entonces yo lo estoy matando.
¿A qué atribuimos ese desabastecimiento?
Es la falta de responsabilidad en todos los sentidos, es grave y hay que denunciarlo en todas las instancias de las esferas políticas o civiles del país. El Gobierno es responsable de tener los insumos necesarios para atender todas las situaciones, y es un poco de descuido, de politiquería y falta de escuchar a la sociedad civil.
¿Cómo reconocer labor de la iglesia en medios de escándalos que rodea a la misma?
Hemos tenido escándalos en la iglesia, es cierto. Alguien dijo: el escándalo más grande de la Iglesia Cristiana es la venta de Judas a Jesús por unas cuantas monedas. A lo largo de la historia del cristianos, sacerdote, obispos y papas hemos dado escándalo, pero no significa que si el padre Domingo haya dado un escándalo sobre todo en el ambiente moral, significa que el padre Domingo sea la iglesia. El gran temor mío, es que basado en el antitestimonio de algunos, porque nos somos todos, se quiera demostrar por eso que el proyecto de Dios haya fracasado. Me he dado cuenta que existe algún interés en demostrar que el proyecto de Dios ha fracasado. Hemos fracasado algunos cristianos, pero el proyecto de Jesús sigue en pie y hacia adelante'
Decimos que la iglesia tiene dos caras y no porque sea doble cara malamente dicho. La iglesia es Santa porque fue fundada por Jesucristo, pero al mismo tiempo es una iglesia pecadora porque nosotros los humanos somos sus miembros y somos pecadores.
¿Es la iglesia católica incluyente?
La Iglesia no puede tenerle miedo a ningún ambiente humano y por eso nos mezclamos con la personas en situación de calle, borrachos y prostitutas y hace algunos años se está trabajando en una pastoral para homosexuales. No es cierto que no se les escuche.
La iglesia es ante todo una madre y qué madre abandona a su hijo aunque sea drogadicto, homosexual o borrachito. Tal vez lo que quieren algunos, es que se una iglesia que contemporice, que se deje llevar por las corrientes de moda. Alguien decía, tenemos la esperanza de que el Papa Francisco meta en cintura a los obispos panameños y todos los sacerdotes para que aprueben el aborto, o que permitan el matrimonio sacramental de personas del mismo sexo.
El papado y la iglesia católica como tal, estamos al servicio de la obra de Dios, no podemos cambiar la moral cristiana, los mandamientos o hacer uno borrón y cuenta nueva, y editar la Biblia para atender las carencias, necesidades o pecaminosidad de algunas personas.
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