Panamá
Injertación: resistencia y menores tiempos en la producción
- Maybel Mainez / [email protected] / @panamaamerica
La principal razón por la que se injertan plantas es para mantener definidas sus características.
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La injertación es una técnica que permite la multiplicación de características deseables de las plantas. Variedad de frutales son injertados para mantener definidas sus características o para contar con plantas más vigorosas y productivas.
Consiste en unir tejidos de plantas de la misma especie o de géneros compatibles de manera que se funden en un solo tejido. El ejemplo más conocido en el país es la naranja injertada que corresponde al método de multiplicación de la naranja ombligo, conocida en el mundo como Washington Navel, popular en áreas frescas del país, dijo Alexis Bonilla, ingeniero agrónomo del Ministerio de Desarrollo Agropecuario.
Esta variedad frutal no cuenta con semillas y la forma más usada de multiplicación, es injertar sus yemas en un portainjerto de otro cítrico, preferiblemente resistente a las plagas que lo afectan. Es importante que todos los cítricos sean injertados para mantener sus características, como es el caso de los limones criollos, persas, peruanos, mandarinas, naranjas, toronjas, y demás, indicó Bonilla.
La principal razón por la que se injertan, sobre todo los frutales, es para mantener definidas sus características, ya que, si se multiplican por semillas, no hay seguridad de que las plantas resultantes sean iguales a sus progenitores, señaló.
“Así tenemos el caso de algunos tomates prometedores, pero muy susceptibles a plagas presentes en el suelo, entonces se les injerta sobre materiales de la misma familia”. También es el caso de las berenjenas o guanábanas que pueden implantarse sobre anonas más rústicas y menos comerciales.
Los mangos rústicos, pero de raíces vigorosas, se usan de patrones, para los mangos conocidos. En la actualidad hay gran cantidad de hectáreas de aguacate, que se están injertando para estar seguros de poder ser colocados en mercados internacionales como es el caso del material más comercializado en el mundo, el aguacate variedad Hass, explicó.
Experiencia
Félix Yanguez, productor de Renacimiento, se familiarizó desde hace años con la técnica. En la actualidad desarrolla un vivero en el cual se rotan entre 5 mil a 8 mil plantas, y se venden plantones.
Explicó que lo clave para lograr la pureza de una variedad es que se use una especie de aguacate criollo, resistente, rústico de la zona y se incluya la variedad deseada, a los dos años ya se observará la producción, con siembra a partir de la semilla se tendría que esperar entre 5 a 8 años para ver ese fruto. “La injertación acorta el periodo y permite tener la certeza de la variedad”, recalcó.
Indicó que existen variedades antillanas, guatemaltecas, mexicanas. Las antillanas son las que más se producen en Panamá en zonas bajas. Son aguacates grandes que llegan a pesar hasta un kilo. Los aguacates de variedad Hass en cambio, tienen textura cremosa, y son más pequeños, con un peso entre 150 a 400 gramos, se producen en montaña.
Entre otros productos, Bonilla, ingeniero del Mida dijo que, en el caso del café, se utiliza el injerto para contar con plantas más vigorosas y productivas, ya que el porta injerto, o base más rústica, les ofrece mejores raíces y resistencia a plagas del suelo.
El otro aspecto que se busca, en algunos injertos, es usar tejidos, en proceso de producción para tener plantas más prematuras, ya que por semillas algunas requieren muchos años para dar frutos. Como es el caso del mangostan, popularmente llamado mangotín, que por injerto a los dos años está en producción, y por semilla tarda hasta 8 años, concluye Bonilla.
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