Suiza. Basilea está dotada de una gran calidad cultural y está situada muy cerca de las fronteras con Francia y Alemania.
Río Rin, el espíritu de Basilea
Posee una armónica convivencia entre su casco histórico del siglo XV con edificios de los arquitectos más modernos.
Datos útiles
- App de guía de Basilea para móviles http://www.myswitzerland.com/es/city-guide-basilea-app.html
- Suiza es un país caro para cualquiera que lo visite, pero la ciudad de Basel ofrece regularmente oferta “weekend in Basel” a través de su web Basel.com.
El tren es el mejor sistema
- La ciudad está conectada por frecuentes trenes, decenas al día. Zurich, Ginebra, Luzerna, Chur, Berna o ciudades alemanas y francesas como Friburgo, Munich o París tienen conexiones diarias.
- Existen varios billetes especiales para turistas. Hasta finales de 2012 existe una oferta 2x1 para el Billete Swiss Saber Pass que permite utilizar prácticamente todos los trenes, barcos, funiculares y transporte público. Más en http://www.myswitzerland.com/es/inicio/transport-travel/vijar-por-suiza/viajar_por_suiza/lineas-del-route-express/accion-2-por-1-swiss-pass.html
La tercera urbe suiza por población es también considerada la “ciudad suiza de la cultura”. Basilea, situada en la triple frontera entre Francia, Alemania y Suiza, se ha consolidado como uno de los centros europeos de la cultura contemporánea gracias a su red de cuarenta museos, decenas de esculturas al aire libre y cientos de edificios diseñados por los arquitectos más famosos.
Eso sí, las calles trascendentales de su casco histórico siguen conservando el sabor del siglo XV.
El viajero que llega a la ciudad, especialmente si lo hace desde una gran urbe, puede sentir en los primeros minutos que Basilea no ofrece mucho. Nada más lejos de la realidad. Lo que ocurre es que el carácter tranquilo y sobrio de la ciudad y su tamaño humano hacen que Basilea tenga su propio ritmo.
La mejor forma de comenzar a descubrir esta capital Suiza es sentarte en la orilla del río Rin, cerca del Mittlere Brücke, o puente central, o en sus paseos aledaños, contemplar el caudaloso Rin con la catedral de fondo.
La otra manera es desde el casco histórico en el que se encuentra el ayuntamiento y la plaza del mercado, donde todos los días se colocan puestos de flores, verduras, salchichas y quesos donde compran los lugareños y muchos turistas aprovechan para degustar quesos suizos.
El Rin, siempre presente.
Junto con el casco histórico, el Rin es el origen y el espíritu de Basilea, por ello, se establecieron allí los celtas hace más de dos milenios, y por eso llegaron también los romanos en el año 30 a.C.
Caudaloso y grande, durante los meses de verano sus orillas son punto de reunión y muchas personas utilizan la corriente para nadar de un punto a otro de la ciudad, llevando la ropa dentro de unas bolsas impermeables. Después del baño, algún kilómetro corriente abajo, se acercan a la orilla y se vuelven a vestir. Hay casas de baños y playas preparadas para ello, y es una experiencia muy agradable.
El visitante que llegue en invierno también puede sentir el río, pero a bordo de un ferry (www.bpg.ch) que recorre la ciudad ofreciendo las mejores vistas. Otra opción es cruzar el río utilizando las barcazas a las que se llama tocando una campana en la orilla. Estas barcas, cuyo origen se pierde en la historia, son ecológicas ya que se mueven utilizando la fuerza de la corriente. Los días más fríos, en diciembre, para compensar la posibilidad de nadar en el Rin se abren dos pistas de patinaje al aire libre en la ciudad que combinan perfecto con los mercadillos navideños
Y por la noche, la oferta es amplia, pero con estilo suizo. El Bar Rouge, situado en el edificio más alto de la ciudad que es el hotel Ramada de la feria de muestras, ofrece desde sus cristaleras vistas de Alemania, Francia y Suiza y se ha convertido en uno de los lugares más “chic” de la ciudad. Un buen plan para una buena cerveza suiza, o no, después de una jornada de museos.
A su alrededor se encaraman, cuesta arriba, callejuelas con edificios típicos que hoy albergan boutiques de todo tipo. Desde las exclusivas y, esperadas por los turistas, tiendas de joyas y navajas suizas, hasta boutiques de moda como Kleinbasel, Erfolg, con diseños exclusivos, o Set & Sekt.
Se encuentran todas por las calles Schneidergasse o Spalenberg, aunque lo divertido aquí es perderse por esta zona de organización medieval. Por supuesto, en esta zona se pueden encontrar los comercios más famosos de Basilea.
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