Proyecto intenta rescatar el parque arqueológico El Caño
Publicado 2006/06/04 23:00:00
- Emileth Bósquez
El sitio arqueológico atraerá a más visitantes en bien de la comunidad.
La doctora en arqueología americana Julia Mayo realiza en el Museo Arqueológico El Caño varios estudios, entre los que se encuentra la posibilidad de trasladar el museo al centro del poblado para que el parque quede para el estudio de los indígenas.
Indicó que en el parque se realizaron las primeras investigaciones arqueológicas en 1924 por Hyatt Verril, quien se dedicaba a la búsqueda de piezas. Posteriormente, se desarrollaron trabajos a través de los años hasta quedar estancados tras la muerte de la arqueóloga Reina Torres de Araúz, en 1979.
Mayo dijo que el proyecto arqueológico se retomó en noviembre del año pasado con fondos del Smithsonian Institution y el SENACYT, que buscan reconstruir el sitio.
Mencionó que este proyecto surge por el interés al yacimiento ceremonial del parque arqueológico El Caño, que también ocupa parte de los terrenos del ingenio CALESA, institución que registra la huaquería en menor escala desde el año pasado.
Señaló que han realizado percepciones geofísicas para comprobar el tipo de estructuras aún enterradas en el lugar y luego harán las excavaciones.
Hay dos clases de yacimientos arqueológicos. Una sería la estructura de columnas basálticas, algunas de ellas talladas; y el otro tipo de yacimiento son los montículos de tierra, que tienen un valor didáctico para las visitas.
Anteriormente, el parque fue propiedad de la Azucarera la Estrella. Había unos 12 montículos, pero en la actualidad son visibles cuatro, porque antes que fuera parque arqueológico, entró maquinaria agrícola que niveló el terreno.
Se pretende intentar que sean devueltas las columnas que se encuentran en los museos del indio americano en Nueva York, para que las columnas permanezcan en su sitio original.
Para lograr esto, en Nueva York se tiene de enlace al propio director del museo en donde están las columnas, por lo que un miembro del equipo de investigación viajará a Estados Unidos para hacer un catálogo de lo que se está solicitando.
Las columnas tienen un valor en lo que se refiere a la creación de la identidad panameña, explicó la arqueóloga Mayo.
Por su parte, el profesor de historia del Centro Regional Universitario de Coclé, José Alvaro, apoyó el proyecto que busca un mejor uso y aprovechamiento de tipo cultural y arqueológico del parque de El Caño.
Dijo que se desea insertar al parque como polo de desarrollo turístico, por lo que la Universidad de Panamá y el INAC están viendo la posibilidad de que el lugar se convierta en patrimonio histórico.
Por otro lado, existe una propuesta de trasladar el museo a la comunidad para que ésta juegue un rol en el devenir histórico del lugar.
La casa museo, que se espera esté ubicada en el centro del pueblo, va a tener un salón de reuniones y estacionamientos.
La casa museo del parque arqueológico El Caño está deteriorada y es el lugar donde están los objetos de valor histórico; pero no cuenta con la seguridad y la iluminación adecuada.
En este museo se filtra el agua, mojándose las piezas arqueológicas de estructura ósea que se encuentran en el lugar.
Es por eso que miembros de la comunidad están de acuerdo con el proyecto que busca conservar este patrimonio histórico.
Los materiales con que hacían las huacas eran de la zona y no de procedencia colombiana, como decían algunos arqueólogos, señaló Mayo.
Dentro del Istmo, el área de Coclé es la más estudiada en cuanto a la arqueología, seguida de Chiriquí y Darién, que está totalmente olvidada.
Indicó que en el parque se realizaron las primeras investigaciones arqueológicas en 1924 por Hyatt Verril, quien se dedicaba a la búsqueda de piezas. Posteriormente, se desarrollaron trabajos a través de los años hasta quedar estancados tras la muerte de la arqueóloga Reina Torres de Araúz, en 1979.
Mayo dijo que el proyecto arqueológico se retomó en noviembre del año pasado con fondos del Smithsonian Institution y el SENACYT, que buscan reconstruir el sitio.
Mencionó que este proyecto surge por el interés al yacimiento ceremonial del parque arqueológico El Caño, que también ocupa parte de los terrenos del ingenio CALESA, institución que registra la huaquería en menor escala desde el año pasado.
Señaló que han realizado percepciones geofísicas para comprobar el tipo de estructuras aún enterradas en el lugar y luego harán las excavaciones.
Hay dos clases de yacimientos arqueológicos. Una sería la estructura de columnas basálticas, algunas de ellas talladas; y el otro tipo de yacimiento son los montículos de tierra, que tienen un valor didáctico para las visitas.
Anteriormente, el parque fue propiedad de la Azucarera la Estrella. Había unos 12 montículos, pero en la actualidad son visibles cuatro, porque antes que fuera parque arqueológico, entró maquinaria agrícola que niveló el terreno.
Se pretende intentar que sean devueltas las columnas que se encuentran en los museos del indio americano en Nueva York, para que las columnas permanezcan en su sitio original.
Para lograr esto, en Nueva York se tiene de enlace al propio director del museo en donde están las columnas, por lo que un miembro del equipo de investigación viajará a Estados Unidos para hacer un catálogo de lo que se está solicitando.
Las columnas tienen un valor en lo que se refiere a la creación de la identidad panameña, explicó la arqueóloga Mayo.
Por su parte, el profesor de historia del Centro Regional Universitario de Coclé, José Alvaro, apoyó el proyecto que busca un mejor uso y aprovechamiento de tipo cultural y arqueológico del parque de El Caño.
Dijo que se desea insertar al parque como polo de desarrollo turístico, por lo que la Universidad de Panamá y el INAC están viendo la posibilidad de que el lugar se convierta en patrimonio histórico.
Por otro lado, existe una propuesta de trasladar el museo a la comunidad para que ésta juegue un rol en el devenir histórico del lugar.
La casa museo, que se espera esté ubicada en el centro del pueblo, va a tener un salón de reuniones y estacionamientos.
La casa museo del parque arqueológico El Caño está deteriorada y es el lugar donde están los objetos de valor histórico; pero no cuenta con la seguridad y la iluminación adecuada.
En este museo se filtra el agua, mojándose las piezas arqueológicas de estructura ósea que se encuentran en el lugar.
Es por eso que miembros de la comunidad están de acuerdo con el proyecto que busca conservar este patrimonio histórico.
Los materiales con que hacían las huacas eran de la zona y no de procedencia colombiana, como decían algunos arqueólogos, señaló Mayo.
Dentro del Istmo, el área de Coclé es la más estudiada en cuanto a la arqueología, seguida de Chiriquí y Darién, que está totalmente olvidada.
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