Es Guna Yala, pero sus habitantes no son indígenas, sino mayoritariamente afrodescendientes
La Miel, aventura al borde del famoso Cabo Tiburón
Actualizado 2015/05/30 12:56:46
- Adiel Bonilla ([email protected]) /
La singular belleza del último poblado en la costa atlántica, hacia la frontera con Colombia, atrae a muchos turistas... pero muy pocos son panameños. Es una zona de contrastes: La Miel está en la selva de Darién, geográficamente pertenece a Guna Yala, pero sus habitantes son afrodescendientes.
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A los viajeros más aventureros y exigentes les atraen los lugares realmente exóticos. Y La Miel, un poblado darienita, pero geográficamente....
@adielbonillam
A los viajeros más aventureros y exigentes les atraen los lugares realmente exóticos. Y La Miel, un poblado darienita, pero geográficamente anexado a Guna Yala, tiene un aura enigmático... y muchas razones para visitarlo.
Lo primero que salta a la vista es su belleza natural, arropada con la fama de los paisajes paradisiacos de la costa atlántica.
Para llegar a este poblado turístico -que es panameño, pero muy pocos turistas locales lo conocen-, hay que tomar un vuelo doméstico desde el aeropuerto de Albrook (de más o menos una hora de viaje), hasta la localidad de Puerto Obaldía (Darién).
Y finalmente realizar un corto viaje en bote, de unos 20 minutos.
Desde el lado panameño, solo se puede acceder al lugar vía acuática, por estar ubicado en los dominios del tapón de Darién.
Pero desde Colombia llegan todos los días visitantes que caminan por senderos ecológicos, otros vienen en paseos grupales en botes... y algunos hasta en lujosos yates.
Todos vienen atraídos por su hermosa playa, de aguas traslúcidas y arena blanca.
Pero también por la seguridad que ofrece el sitio, ya que en el centro del pequeño pueblo hay una base permanente del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).
Adicional, la gran influencia de la cultura negroide colombiana permite pagar los servicios con pesos colombianos, y disfrutar de música, comidas y bebidas colombinas.
Días de playa
También está la opción de sudar por los senderos y admirar el paisaje desde el filo del emblemático Cabo Tiburón, que está justo en frente de La Miel.
En todo caso, nada mejor que terminar el día con un tibio chapuzón en una de las mejores playas del país.
No es extraño que los fines de semana hasta 700 turistas vienen desde Sapzurro, Capurganá y otros pueblos cercanos de Colombia.
“En las playas colombianas hay que estar pendiente de los bolsos; acá es diferente y seguro”, dice un operador turístico colombiano.
Calor humano
Más allá de los atributos naturales de La Miel, su principal recurso es su gente alegre. En su mayoría son negros, pero también hay indígenas que se mezclaron y dieron origen a la singular identidad de este pueblo.
Se ganan la vida con la pesca, el comercio y el turismo, viviendo en un paraje de brisa caribeña y noches despejadas, que parece divorciado del estrés.
Y para quienes deseen pernoctar, hay hospedajes desde $10 diarios.
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