Chiriquí
Juan Eloy Hemmerling: Vimos venir frente a nosotros una cabeza de agua con grandes rocas y troncos
Lo hicimos con el corazón en la mano, porque vimos mucha gente que necesitaba ser trasladada del área y no había otra forma, dijo el héroe silencioso que evacuó a más de 300 personas en Bambito.
- Aurelio Martínez
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- - Actualizado: 22/11/2020 - 09:08 am
En medio de la desesperación por abandonar el pueblo de Bambito, que colapsaba segundo a segundo tras los embates del río Chiriquí Viejo y los deslaves de las montañas provocados por varios afluentes, muchas personas esperaban el carrito. Un pequeño camión de trabajo, marca Mercedez- Benz, conducido por Juan Eloy Hemmerling, que iba y venía sacando gente de la zona de peligro.
Tras las inundaciones, muchos hablan del papel que jugaron los estamentos de seguridad, pero en el corregimiento de Paso Ancho, hablan de Hemmerling como el héroe sin capa, quien arriesgó su vida trasladando a personas desde la zona de riesgo y poniéndolas a salvo.
Juan Eloy Hemmerling asegura que no le gusta "la taquilla" y que todo lo que hizo y hace es en beneficio de la comunidad. De hecho, costó varios minutos convencerlo de que diera la entrevista.
"Antes de rescatar personas nos movimos con equipo pesado para tratar de despejar la vía hacia Cerro Punta, previo a lo más crítico, tuvimos a dos metros de lograrlo, pero se dieron más deslaves en el área y abandonamos esa misión", relató.
El 4 de noviembre, al ponerse crítica la zona de Bambito, por el desbordamiento del río Chiriquí Viejo, los afluentes y los deslaves provocados por los efectos del huracán ETA, que afectó además varios países de Centroamérica, Emmerling, junto a dos de sus colaboradores, se subieron al vehículo todo terreno y empezaron a sacar a niños, mujeres embarazadas y adultos mayores en medio de las inundaciones.
"Sacamos más de 300 personas, fuimos testigos de cómo poco a poco el área de Bambito iba siendo arrasada por la furia de la corriente del río, de las quebradas; vimos cómo destruía las casas, la calle y la iglesia, fue algo impresionante, pero nosotros nos enfocamos en ayudar a la gente a salir para que salvaran sus vidas", narró Hemmerling.
"Fue muy difícil la tarea, pero lo hicimos con el corazón en la mano y gracias a Dios logramos el objetivo que fue salvar a mucha gente y que hoy en día estén en albergues temporales en los corregimientos de Paso Ancho y Volcán", aseguró Hemmerling, quien tiene una compañía de equipos pesados.'
4
de noviembre, se reportó el colapso de varias vías y viviendas en el sector de Tierras Altas, a causa de los efectos de ETA.
Relató que el momento más difícil que afrontaron en la arriesgada tarea de rescate fue en su último viaje a la zona de Bambito que ya estaba inundada. "Fuimos a la entrada de La Amenaza, nos habían entregado a siete menores de edad y subimos al carro, además, a ocho adultos y ya solo quedaba un pequeño pedazo de la calle arriba de la finca de Sittón, porque el río se había llevado todo.
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En el momento que terminamos de pasar por el pequeño espacio de carretera que había quedado vimos hacia la derecha y de la quebrada se veía bajando una cabeza de agua que traía piedras y troncos gigantes, pero pasamos a tiempo.
"El agua le daba a la mitad del auto, pero logramos llegar donde estaban los miembros de la ONG SAR y el alcalde de Tierras Altas, Javier Pittí y los subimos a otros dos vehículos míos y saliendo de Bambito y fue cuando bajó la otra cabeza de agua de la quebrada Los Tribaldos, que se llevó la carretera. "En ese instante el carro iba como flotando empujado por el lodo y el agua" fue muy crítico, pero logramos salir a tiempo, después ya más nadie pudo llegar a Bambito", aseguró Hemmerling.
"Ese fue el momento más difícil para nosotros y cuando llegamos junto a las cabañas Kucikas vimos a un joven que se metió en una moto y quedó atrapado y nos regresamos en el vehículo a rescatarlo y de paso a siete personas más que estaban en una de las casas y que tuvimos que convencerlos para que salieran ante el inminente peligro".
Por su parte Damaris Rivera, residente de Bambito asegura que se quedó esperando el carro de Hemmerling con su esposo y su hijo para evacuar, pero nunca llegó porque la calle había colapsado en dos partes y se quedaron junto a tres familias más en Bambito viendo pasar los troncos y grandes rocas por la parte de adelante y atrás de su cabaña.
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Emmerling también estuvo en el sector de Los Pozos Termales, vía hacia Río Sereno, donde localizaron a 90 indígenas que estaban aislados, entre ellos, 20 niños que ya presentaban problemas de salud, porque tomaban agua lluvia y no tenían alimentos, porque ellos salen semanalmente a comprar comida, pero en ese momento no podían por las inundaciones.
Usó el vehículo para llevar comida a esa región del distrito de Renacimiento, donde habían muchas personas en diferentes fincas sin comer. Hemmerling también construyó en esa zona un helipuerto en una cancha de fútbol para que bajaran los helicópteros de rescate de Estados Unidos.
El aporte de Hemmerling a la comunidad no queda ahí, porque tras la tragedia que ha cobrado muchas vidas en la provincia de Chiriquí y en especial en Tierras Altas, ha prestado su camión cisterna para distribuir agua potable en el sector de Paso Ancho, porque todos los acueductos rurales están destruidos.
Limpieza en el área
Las maquinarias siguen canalizando el río Chiriquí Viejo y ayer despejaron la desembocadura de las quebradas, mientras que en Cerro Punta, los funcionarios de la Junta Comunal empezaron a desalojar sus oficinas ubicadas frente a la cancha de fútbol que fueron destruidas parcialmente por la quebrada que viene de la barriada Las Filipinas.
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