Panamá
La necropsia del cadáver se tiene programada para este viernes 20 de agosto, por los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
El cabo segundo Willy Alexander Espinoza fue visto por última vez el pasado viernes en Bugaba. Foto: José Vásquez
La cédula y licencia de conducir del desaparecido cabo segundo de la Policía Nacional, Willy Alexander Espinoza, de 36 años de edad, fueron ubicadas entre las pertenencias que mantenía el cadáver de un hombre encontrado en Barro Blanco, corregimiento de Aserrío de Gariché, distrito de Bugaba, provincia de Chiriquí, según confirmó este jueves una fuente judicial.
Pese a encontrarse estos documentos del uniformado, no se puede afirmar que se trate de él, debido al nivel de depredación que presentaba el cuerpo encontrado, ocasionado por las aves de rapiña, sostuvo la fuente.
La necropsia del cadáver se tiene programada para este viernes 20 de agosto, por los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Las investigaciones las realiza el fiscal adjunto de Homicidio y Femicidio del Ministerio Público en Chiriquí, Aris Pitti, quien realizó las diligencias de levantamiento del cuerpo.
El cadáver fue ubicado en un área de difícil acceso, dentro del río Gariché, en la comunidad de Barro Blanco, siendo necesario que un equipo de rescatistas del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) sacara el cuerpo para realizar la diligencia de levantamiento y posterior traslado a la morgue judicial, ubicada en la ciudad de David.
El cuerpo encontrado mantenía pantalón jean color oscuro y, dentro de uno de los bolsillos, la cartera del cabo desaparecido y zapatillas de color gris.
Espinoza fue visto por última vez el pasado viernes, próximo a la Policlínica Pablo Espinoza, en el corregimiento de La Concepción, en el distrito de Bugaba.
Desde entonces, según su esposa, no ha contestado el teléfono celular y se desconoce su paradero.
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La esposa del cabo segundo dijo que viven en el distrito de Dolega en un apartamento alquilado. En esta morada viven junto a sus tres hijos de 18, 16 y 13 años.
El cabo laboró por 9 años en el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y luego fue trasladado al Grupo Alfa de la Policía Nacional en Colón.
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