Contrabando de madera en frontera con Costa Rica
Publicado 1999/10/19 23:00:00
- Carlos A. RodrÃguez /
El río Sixaola está siendo utilizado por contrabandistas de madera para transportar este material hacia territorio costarricense, según denunciaron residentes de Las Delicias, Tiger Hill, Sibube y otros sectores de Changuinola, en la provincia de Bocas del Toro.
Los denunciantes aseguran que diariamente observan cómo cientos de tucas pasan río abajo hacia las orillas del río Sixaola en el territorio tico.
De acuerdo con Vicente Romero, residente en Guabo de Yorkin, los madereros que cuentan con el permiso para desarrollar su actividad también se dedican a talar árboles de propiedad privada, lo que afecta a los lugareños.
Existe preocupación en el área porque de continuarse con estas prácticas, la región resultará seriamente afectada, máxime cuando se trata de una cuenca hidrográfica tan importante que alimenta varios ríos que benefician a ambos países.
De acuerdo con un documento, al que tuvo acceso El Panamá América, se solicita la investigación de una concesión de explotación de madera sobre un terreno de 3,000 hectáreas.
En la nota se afirma que "ceder semejante concesión significa un atropello a los derechos fundamentales garantizados en la Constitución Política, en el artículo 107 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, aceptado por los países miembros y el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
Al respecto, el director regional de la Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM, había manifestado que el proyecto se presentó a la institución, pero luego de realizados los estudios se determinó que no llenaba los requisitos necesarios, sobre todo en el aspecto social, por lo cual nunca se dio tal concesión.
Identificadas las faltas, la propia empresa responsable desistió de la solicitud hasta tanto se logre un consenso sobre algunas ideas y solicitudes con la comunidad, quienes deben ser los beneficiarios de cualquier tipo de explotación en el sector.
Los denunciantes aseguran que diariamente observan cómo cientos de tucas pasan río abajo hacia las orillas del río Sixaola en el territorio tico.
De acuerdo con Vicente Romero, residente en Guabo de Yorkin, los madereros que cuentan con el permiso para desarrollar su actividad también se dedican a talar árboles de propiedad privada, lo que afecta a los lugareños.
Existe preocupación en el área porque de continuarse con estas prácticas, la región resultará seriamente afectada, máxime cuando se trata de una cuenca hidrográfica tan importante que alimenta varios ríos que benefician a ambos países.
De acuerdo con un documento, al que tuvo acceso El Panamá América, se solicita la investigación de una concesión de explotación de madera sobre un terreno de 3,000 hectáreas.
En la nota se afirma que "ceder semejante concesión significa un atropello a los derechos fundamentales garantizados en la Constitución Política, en el artículo 107 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, aceptado por los países miembros y el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
Al respecto, el director regional de la Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM, había manifestado que el proyecto se presentó a la institución, pero luego de realizados los estudios se determinó que no llenaba los requisitos necesarios, sobre todo en el aspecto social, por lo cual nunca se dio tal concesión.
Identificadas las faltas, la propia empresa responsable desistió de la solicitud hasta tanto se logre un consenso sobre algunas ideas y solicitudes con la comunidad, quienes deben ser los beneficiarios de cualquier tipo de explotación en el sector.
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