Colonenses mantienen la tradición de preparar saril
- Delfia Cortez/@CortezDelfia
En la Costa Atlántica consideran que la refrescante bebida no puede faltar en las fiestas de fin de año. El producto se puede conseguir en los mercados, donde es vendido en bolsas, incluye el pedazo de jengibre.
Navidad sin saril es como una fiesta sin juguetes. Es una flor que se ha convertido en el sabor del refresco que acompaña los ricos alimentos que se consumen en las fiestas de Navidad y Año Nuevo en Colón.
A pesar de que en la ciudad de Panamá la tradición del saril se ha ido perdiendo, en Colón sigue siendo la bebida que no puede faltar para esta época donde se comparte en familia.
Su color rojo intenso como la Navidad lo hace presentarse como una flor que es típica de estas celebraciones y que es vendida en el mercado público.
Esta flor, que proviene de África y Asia, es conocida como Hibiscus sabdariffa, rosa de Jamaica o también conocida como rosa de Abisinia o flor de Jamaica, y se cultiva en climas secos subtropicales, montañosos.
En otros países, como Jamaica, la bebida es llamada Jamaican Sorrel, y se utiliza como un mezclador para licor donde solo se le agrega limón y un poco de sal.
En el mercado público de Colón, muchos puestos se instalan para vender con o sin la semilla, como la pida el cliente.
José Ortiz, descendiente de afroantillanos, es un colonense que en su mesa no puede faltar esta rica bebida, que prepara con jengibre y azúcar.
Nos relató que su abuela, Doris Green de 80 años, les enseñó que el saril se debe tomar porque es una bebida natural y no debe faltar en sus fiestas de Navidad.
José va al mercado y compra el saril, el jengibre y el limón. Luego, en casa, saca los pétalos del saril, los lava y pone a hervir en una olla, junto al jengibre.
La bolsita de saril cuesta en el mercado dos dólares cada una, y dentro trae un pedazo de jengibre, lo que hace el trabajo más fácil.
Después de sacar el color del saril en el agua hervida, procede a colar el saril y dejarlo refrescar. Le pone gotas de limón y azúcar y le agrega hielo y queda listo para tomar.
Ortiz nos cuenta que sus bisabuelos y toda su familia conservan esta tradición de tomar el saril y así le enseñan a sus sobrinos, los mellos Xavier y María, de dos años.
Ya en casa tienen el saril que van a usar y solo les toca prepararlo para tener dos jarras para la familia y los invitados. El saril se cosecha en tierras altas de la provincia de Chiriquí.
Estudios científicos demuestran que las personas entre 30 a 60 años con problemas de triglicéridos altos, al tomarlo seguido, se observa una disminución de colesterol total en un 35% con aumento de colesterol de alta densidad y disminución de triglicéridos.
Los componentes del saril o Rosa de Jamaica son la antocianina, grupo principal de pigmentos con características de glucósidos, también la xeronina, alcaloide que ocasiona una reacción en el núcleo de la célula en la síntesis de proteína que nos da energía física y mental, y el damnacanthal, sustancia natural para combatir el cáncer.
En la región de Azuero también es una costumbre durante la época de Navidad consumir chicha de saril, ya que es una fruta silvestre de fácil adquisición.
Esta planta herbácea anual puede llegar a crecer entre los 3 y 5 metros, se cultiva con éxito en México, América Central y del Sur, y en el sudeste asiático, incluido el sur de China.
Al consumo de saril se atribuyen factores nutritivos y medicinales
Norma Elina Chang es la ayudante de una de las vendedoras de la flor del saril en el Mercado Público de Colón.
En lo que va del mes de diciembre ha tenido que desmenuzar al menos unos diez sacos llenos del producto.
Me encanta hacer este trabajo, dijo Norma, a la que encontramos en el mercado desde muy temprano haciendo esta labor.
Explicó que después de sacar todos los pétalos de la semilla, los va colocando en bolsitas plásticas con dos pedazos de jengibre que son preparados junto al saril.
Dijo que le fascina el saril, que es una bebida que lleva algo de picante por el jengibre, azúcar al gusto, limón y mucho hielo.
“Recomiendo a quienes no han probado este refresco que lo hagan, porque además es natural y nutritivo”, subrayó.
Las hojas de saril tienen unos 15 cm de longitud, alternas en el tallo, y las flores, de color rojo en la base y más pálido en los extremos, tienen de 8 a 10 cm de diámetro.
- 5 meses después de sembrada la planta de saril, se puede proceder con la cosecha, la más grande es en diciembre.
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