Chimán al borde de conflicto por tierras y tala de árboles
- José Alberto Chacón (Especial para Provincias)
Moradores de dos comunidades del distrito de Chimán, al este de la capital panameña, están a punto de repetir una contienda como la que sucedió en 2010, cuando indígenas y colonos se enfrentaron por la posesión de tierras y por la tala ilegal de especies madereras.
Moradores de dos comunidades del distrito de Chimán, al este de la capital panameña, están a punto de repetir una contienda como la que sucedió en 2010, cuando indígenas y colonos se enfrentaron por la posesión de tierras y por la tala ilegal de especies madereras.
- 2 personas fallecieron luego del pleito entre etnias por el control de las tierras en el distrito de Chimán.
Moradores de dos comunidades del distrito de Chimán, al este de la capital panameña, están a punto de repetir una contienda como la que sucedió en 2010, cuando indígenas y colonos se enfrentaron por la posesión de tierras y por la tala ilegal de especies madereras.
Se trata de los poblados Río Platanares y Río Hondo en Chimán cabecera que son habitados, en su mayoría, por indígenas de la etnia Wounnan, originarios de Darién.
Estos lugares, en los últimos años han ido experimentando un crecimiento de habitantes, dice Diogracio Puchicama, representante y vocero de la comunidad Wounnan las comunidades en conflicto.
La llegada de nuevas etnias, sobre todo de afros y asiáticos a esos caceríos donde muy poco llega el brazo del Estado, ha generado una serie de disconformidades entre los indígenas.
Una de las mechas que podría encender estas tierras es la tala indiscriminada árboles Cocobolo, especie protegida por la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam).
Puchicama denunció que él es el encargado de proteger 500 tucas de Cocobolo y que chinos, afros y hasta colombianos están robando este patrimonio que, según cuenta, les pertenece a los Wounnan.
Mediante un acta de custodia la Anam me encargó proteger la madera que fue talada sin permiso por un grupo de colonos.
La fuente también contó que hay bandas criminales que van hasta esas comunidades con un papel firmado por el Municipio de Chimán para explicarles a los lugareños que tienen permiso de las autoridades locales para tumbar árboles.
Hay varios comerciantes chinos engañando a la gente con un papel con sello del municipio de Chimán. Pero eso es solo una solicitud que no tiene validez alguna, contó.
Adicional a la tala de la vegetación y la apropiación de territorios ocupados, los indígenas señalan que últimamente se han presentado grupos de delincuentes armados para amenazarlos sin intentan detener el robo y tala de la madera.
Por último, aseguró que tienen miedo que ocurra una situación como la de hace tres años cuando colonos de Azuero se adueñaron de sus tierras. De esa disputa fallecieron dos indígenas y una decena resultaron heridos por machetazos.
Queremos evitar un derramamiento de sangre. Senafront estuvo cuidando el área, pero ya se fueron por falta de personal. Ni Anam ni la Policía hacen nada por controlar esta situación, concluyó.
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