Apuestan por combatir desnutrición con frijol
La nueva variedad biofortificada de frijol-poroto es rica en hierro y zinc, y se pudo comprobar que no hay diferencia de sabor con el poroto criollo, por lo que su consumo no debe ser una dificultad.
- Víctor Eliseo Rodríguez
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- - Publicado: 22/9/2017 - 12:00 am
Productores agropecuarios de las áreas rurales de los distritos de Calobre, San Francisco y Santa Fe, en las tierras altas de Veraguas, han iniciado una apuesta por disminuir los niveles de desnutrición con el cultivo de una variedad de frijol-poroto biofortificado.
Para ello, los agricultores han iniciado una estrategia apoyada por el Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (Idiap), que será el ente encargado de proporcionar la semilla, que es una de las propuestas que forma parte del Proyecto Nacional de Frijol-Poroto.
La meta, tanto de productores como de la entidad, es reducir en la población desnutrida de Veraguas problemas como anemia y deficiencias de micronutrientes como el hierro y el zinc, principalmente en niños en edad escolar.
Víctor Gómez, productor de la comunidad de Cañaveral, distrito de San Francisco, ve con optimismo el proyecto, pues ya recibió la semilla para sembrarla y ha podido comprobar que se trata de una variedad poderosa y adaptable a las zonas de cultivo de Veraguas.
"Realmente lo más importante es que esta actividad se va a traducir sobre todo en una mejor alimentación para nuestras familias", resaltó el productor Gómez.
De hecho, en estas áreas, los niveles de desnutrición en los pequeños, de acuerdo a los últimos indicadores del Ministerio de Salud (Minsa), están rondando en un 20%.
Los especialistas del Idiap, en la región central de Divisa, manejan el programa bajo la modalidad denominada fitomejoramiento participativo, en el cual se le entregó a cada productor de los tres distritos dos libras de semilla de frijol-poroto biofortificado para ser implementada en el ciclo agrícola del rubro que se inicia los primeros días del próximo mes de noviembre.'
Aceptación
El otro reto es que ahora la nueva variedad sea comprada y aceptada en otras regiones del interior del país, como es el caso de las Tierras Altas de Chiriquí, Las Minas de Herrera y la comarca Ngäbe-Buglé.
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