A través de un comité, se comenzará a instalar los paneles solares en las comunidades indígenas
Abuelas naso teribes logran grado de ingenieras solares
Las tres indígenas panameñas estudiaron en una universidad de la India, donde aprendieron cómo instalar y mantener instalaciones fotovoltaicas. Ellas forman parte del programa Energía Solar para Todos que promueve en Centro y Suramérica la empresa Enel Green Power, en apoyo a la ONU.
- L.Machuca([email protected])
- - Actualizado: 06/4/2014 - 03:33 am
Un plan piloto para generar electricidad en comunidades en el corregimiento de Teribe, en Bocas del Toro, será responsabilidad de tres abuelas indígenas recién graduadas en instalación de redes de energía solar.
Las señoras Brígida Machado, de la comunidad de Solón, y Benedicta Salvador y Mayra Rodríguez Salina, de la etnia naso teribe, deben iniciar el plan piloto en las comunidades de Sori, Bonyic, Sieyic y Solón.
Para ese propósito, hay que crear un comité que les ayudará a administrar los equipos y materia prima para los trabajos aprendidos.
Las denominadas “abuelas solares” estudiaron por seis meses en la India, donde aprendieron a instalar y mantener pequeñas instalaciones fotovoltaicas.
Ellas forman parte del proyecto Energía Sostenible para Todos que promueven en 8 países de Centroamérica y Suramérica la empresa Enel Green Power, en conjunto con la Barefoot College de la India, en apoyo a las Naciones Unidas.
Enel Green Power se dedica a la generación de energía y es administrador de la hidroeléctrica La Fortuna, mientras que el proyecto ha logrado que 40 mujeres semianalfabetas de Centro y Suramérica se preparen en esta labor tecnológica.
Félix Sánchez, miembro de la dirigencia del pueblo naso que encabeza el rey Tito Santana, dijo que luego de contactos con la Oficina de Electrificación Rural (OER) y ejecutivos de la Enel Green Power, se escogió a las tres abuelas naso, quienes cumplieron con todos los requisitos exigidos.
Una de ellas, Mayra Rodríguez Salina, dijo a Panamá Américaque cuando salió de su casa jamás se imaginó lo que iba a encontrar, primero un viaje en avión que duró 24 horas con escala en Amsterdam.
Narró que demoraron dos semanas en acostumbrarse a la comida, que es muy picante, además, el calor las sofocaba.
En tanto, Brígida Machado comentó que esperan conformar el comité administrador y recibir los materiales aportados por la empresa patrocinadora de la beca, para iniciar los trabajos de instalación de los paneles en las 4 comunidades piloto y después seguirían con las otras 8.
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