Boquete, Bugaba y Dolega son los distritos de mayor riesgo, y panamá no está preparado
124 mil personas, en peligro si erupciona el volcán Barú
- José Vásquez ([email protected])
Es importante saber qué se debe hacer en caso de una erupción volcánica en Panamá, ya que, según los expertos, esto no se descarta en el Barú. El director del Sinaproc se reunirá hoy con la junta técnica de Chiriquí, donde se les entregará un estudio realizado en 2007 sobre el volcán Barú.
Los distritos de Boquete, Bugaba y Dolega son los de mayor riesgo ante la posibilidad de una erupción del volcán Barú, en Chiriquí, aseguran los....
- 25 millones de dólares se necesitarían si erupciona el volcán Barú, dijo el director del Sinaproc.
@periodistajose
Los distritos de Boquete, Bugaba y Dolega son los de mayor riesgo ante la posibilidad de una erupción del volcán Barú, en Chiriquí, aseguran los expertos que han realizado estudios sobre el punto más alto de Panamá.
“Las zonas de mayor riesgo por la erupción del volcán Barú son los distrito de Dolega, Boquete y Bugaba, ya que son los lugares más cercanos al mismo, por lo cual, se debe capacitar a los pobladores sobre qué hacer en caso de que se registre una erupción volcánica”, asegura el geólogo y profesor de la Universidad Tecnológica de Panamá Saturnino Torre.
Explicó que no hay forma de predecir cuándo puede ocurrir una erupción volcánica, pero los riesgos en la comunidad se mantienen, por lo cual las autoridades deben establecer los planes de emergencias para estas zonas que son de alto riesgo.
Solo en estos tres distritos hay una población general de 124 mil 621 personas, lo que indica que debe existir prioridad por parte de las instituciones responsables en establecer los planes de emergencias para que la comunidad esté preparada si llegara a registrarse un hecho de esta naturaleza.
Recientemente se publicó una revista titulada “El volcán Barú, lo que debemos saber acerca de un gigante dormido”, donde se muestra un mapa de las amenazas del punto más alto de Panamá.
El documento recoge las posibles consecuencias de una nueva erupción de este volcán, determinadas en el estudio de los depósitos de material volcánico dejados por erupciones pasadas, que los científicos estudian.
Esto fue financiado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, elaborado en el 2007 y en el que participó el Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, Sinaproc y Meduca. El mismo muestra las áreas de mayor riesgo en caso de una erupción, para que la población que vive en los alrededores del volcán esté debidamente informada.
El mapa que aparece en esta revista muestra claramente dónde se encontraron los flujos piroplásticos que dejó el volcán Barú, la última vez que hizo erupción; dejando claro hasta dónde llegaron las lluvias de cenizas.
Por otro lado, José Donderis, director general del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), dijo que de ocurrir en este momento una erupción volcánica, Panamá no está preparada para un desastre natural de este nivel.
El funcionario dijo que en la actualidad se trabaja con gobiernos locales del Ministerio de Gobierno y los municipios de Boquete y Bugaba, para elaborar un plan de emergencia, con el objetivo de que el mismo sea divulgado entre las comunidades.
Agregó que trabajarán en elaborar un mapa que establezca las rutas de desalojo de las comunidades en caso de darse una erupción y la colocación de las señalizaciones que sean necesarias.
“Estamos conscientes del riesgo que representa el volcán Barú para las poblaciones que están a su alrededor y las posibles consecuencia de los afluentes, lo que ocasionaría una emergencia, por lo cual se trabaja para que exista un manual que sirva de referencia”, afirmó Donderis.
Población debe adoptar medidas ante posible erupción del volcán
Los expertos señalan que los fenómenos naturales no se pueden predecir, pero sí debemos estar preparados para saber qué hacer cuando ocurran y en especial si se trata de erupciones volcánicas, las cuales dan algunas señales previas al suceso.
Afirman que en ese caso se pueden reducir las posibilidades de pérdidas de seres humanos, ya que es necesario que la población sepa cómo protegerse y conocer las rutas de desalojo.
Los residentes en las áreas próximas deben mantener botiquín de medicamentos, agua, linterna y radio de baterías. Además, se recomienda a la población mantener la calma para evitar que se genere histeria colectiva y se actúe por impulso, lo que podría originar la pérdida de vidas humanas.
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