Panamá
¿Por qué no logran repetir los gobiernos en Panamá?
La desilusión y frustración de la población es la que influyen en muchas ocasiones a que el partido gobernante no repita en el Gobierno.
- Alberto Pinto
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- - Actualizado: 18/4/2022 - 07:58 am
En Panamá en la era post-invasión ningún partido político ha podido reelegirse y mantenerse por un periodo más en el Gobierno.
Las razones son distintas, y van desde el no haber hecho una buena gestión, hasta el desgaste ante el electorado que siempre que elige a un presidente espera que hayan grande cambios positivos.
Cuando Guillermo Endara Galimany (QEPD) asumió al poder había mucha expectativas sobre los cambios radicales que se debían hacer no solo en materia económica, sino también en terminar con las malas prácticas de corrupción que imperaron durante la dictadura militar, pero al final de esa gestión el descontento de la población era evidente, afectando así a la entonces candidata Mireya Moscoso.
Si bien en esas elecciones de 1994, el perredista Ernesto Pérez Balladares ganó con un porcentaje bajo debido a que el voto anti PRD se dividió, la frustración, descontento y ola de críticas contra el gobierno panameñista influyó de forma negativa en la derrota de Moscoso.
Luego en los comicios de 1999, la cuestionada gestión de Ernesto Pérez Balladares conllevó la derrota del entonces candidato Martín Torrijos Espino.
De igual forma sucedió en la contienda electoral de 2004, cuando el candidato oficialista José Miguel Alemán quedó en tercer lugar, ante un evidente rechazo del electorado.
En las elecciones generales de 2009 por primera vez triunfa un candidato que no pertenecía ni al PRD ni al panameñismo, rompiendo con el bipartidismo. En esa contienda la candidata del oficialismo, Balbina Herrera fue derrotada ampliamente.
Si bien se vaticinaba que tras los altos niveles de popularidad del expresidente Ricardo Martinelli, había la posibilidad de que el candidato oficialista fuera en primero en repetir, en los comicios de 2014 José Domingo Arias no contó con el suficiente apoyo para lograrlo.
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Cinco años después, y ante un gobierno panameñista cuestionado en todos los sentidos, el PRD logra volver al poder luego de diez años de estar lejos del Palacio de las Garzas.
En ese sentido el analista Danilo Toro plantea: "Los gobiernos no repiten porque cada gobierno que ha estado en el poder ha enfrentado un reto de desgaste mayor que el anterior y eso causa en el electorado una mezcla de disgusto y de desilusión".
Plantea que la gente sencillamente apuesta a algo distinto por esa doble sensación de disgusto y desilusión, "si uno se da cuenta en otros países de América Latina hay gobiernos que han repetido. Nosotros no solos diferentes a los votantes de otros países de América Latina, no somos tan especialmente distintos".
Cuestiona que si en otros países de América Latina los gobiernos han repetido, e incluso ha habido reelección de presidentes, en Panamá no ocurre, porque el panameño se desencanta muy rápido, se frustra muy rápido, y al tener esa sensación de disgusto y desilusión enseguida dice voy a probar con otro.
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Agrega que también se suma que hay poco apego a ideologías, "porque en política pasa algo como pasa en el deporte, aunque tu equipo vaya mal ese es tu equipo, ya sea béisbol o fútbol, y en política pasa eso mucho aunque le vaya mal a un partido hay algunos que se la aguantan, aunque poco a poco el partido va a ir perdiendo, pero la identidad ideológica causa un efecto de resistencia, pero en Panamá esa identidad es muy baja y el panameño apuesta al que él cree que va a ganar y no con el que se siente identificado ideológicamente".
Considera que para que un gobierno pueda repetir en Panamá les falta ser acertados porque la frustración y el disgusto tienen mucho que ver con el desacierto, ya que los gobiernos se olvidan que tienen que ser acertados.
El analista incluso señala que en Panamá cuando el Gobierno llega a la mitad de su gestión se interesa más por cómo prepararse para las próximas elecciones que por gobernar y solucionar los problemas de la población.
"Así que las segundas mitades suelen ser muy desacertadas porque se olvidan de gobernar, y gobernar no es lo mismo que ser candidato electoral son dos cosas totalmente distintas. Gobernar significa resolver los problemas de la gente y ser un candidato significa resolver tu propio problema, son dos cosas totalmente distintas", recuerda Toro.
Los presidentes apuestan a política, apuestan a candidatos y se preocupan más de proyectos electorales que de proyectos de gestión . Someten los proyectos de gestión a la elección. También indica que los gobiernos en el desgaste pierden coherencia y eso tiene que ver más con los partidos políticos que con los gobiernos, los gobiernos dependen mucho de los partidos políticos y los partidos políticos se vuelven muy incoherentes y eso llega al elector a preguntarse porque va a votar por alguien que no comprende.
Por su parte Jaime Porcell es tajante: "No se reeligen porque no saben gobernar, saben ganar elecciones, saben hacerse del poder, pero después no saben gobernar. Si supieran gobernar no sucedieran las catástrofes estas que se dan".
El analista enumera una serie de cosas como toma de decisiones sin consulta, esconden información y se preocupan más por cómo ayudar a sus copartidarios que a la población en general.
Considera que los partidos políticos manejan suficientes recursos para prepararse y hacer un buen gobierno, pero no les interesa.
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