Juan Carlos Varela administró un gobierno acorralado por las renuncias
- José Alberto Chacón
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Desde el 1 de julio de 2014 hasta agosto de 2018, 38 ministros y directores dijeron adiós al gobierno del presidente Juan Carlos Varela.
Desde sus inicios el gobierno del presidente Juan Carlos Varela experimentó un continuo inconveniente a la hora de realizar designaciones y por mantener a esos funcionarios en los cargos.
Las constantes renuncias por diversos escándalos fueron el pan de cada día, lo que para los analistas políticos se traduce como una inestabilidad recurrente en el engranaje gubernamental de turno.
Esta semana dos figuras de alto perfil rechazaron la designación que les hizo el mandatario que dejará de ser el hombre con más poder político del país el 30 junio.
Emanuel González-Revilla e Isabel de Saint Malo le dijeron no al gobernante quien los propuso, junto a Jorge González, como nuevos miembros de la Junta Directiva de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
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Los diputados de la Asamblea Nacional dieron el aval a Jorge González que en la actualidad se desempeña como ministro de la Presidencia. No obstante, al conocerse que la canciller Isabel de Saint Malo y el embajador de Panamá en Washington, Emanuel González-Revilla también eran considerados para la ACP, el rechazo ciudadano y de los grupos opositores al Gobierno, hizo literalmente ebullición.
A raíz de las fuertes críticas los dos funcionarios declinaron. En ambos casos argumentaron que la no aceptación del cargo se debía a que preferían que se eligiera a personas que lograran un consenso, y que en vez de unir, esas designaciones provocaban división, negatividad y desgaste a un gobierno acostumbrado a la poca popularidad.'
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ministros hubo en esta, que fue una de las carteras más sensibles de su gestión.
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en Comercio e Industrias, la historia fue diferente con un trío de ministros en cinco años.
Pero ambos diplomáticos no son los únicos que han visto frustradas sus pretensiones auspiciadas por el presidente que ganó las elecciones con el 37% de los votos en 2014.
Otro ejemplo de aquella debacle se manifestó en la Caja de Seguro Social (CSS). Stevenson Girón, el primer director de esa institución, renunció en diciembre de 2016 en medio de una polémica por el desabastecimiento de medicamentos y otra serie de irregularidades.
Empero, Stevenson Girón aseguró que su dimisión en la entidad se produjo por fuertes diferencias con el contralor Federico Humbert. Como si fuera poco, su reemplazo Alfredo Martiz no duró mucho; dejó el cargo en agosto de 2018.
El tema del nombramiento de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia no ha escapado al escarnio público. Juan Carlos Varela vivió en carne propia lo que significa tener oposición en el Órgano Legislativo. En diciembre de 2017 envió al palacio Justo Arosemena los nombres de Zuleyka Moore y Ana Lucrecia Tovar de Zarak, la primera fungía como fiscal Especial Anticorrupción, quien ha sido cuestionada por casos de presunta persecución política contra empresarios y exfuncionarios del gobierno de Ricardo Martinelli. La segunda es una abogada, su pecado capital radicó en ser la esposa de Iván Zarak, entonces viceministro de Economía.
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Suspicazmente, Iván Zarak renunciaría a su puesto un día antes de que el país conociera que su cónyuge era la figura que sucedería a Jerónimo Mejía en el supremo panameño. El final es conocido, ninguna logró los votos necesarios para llegar al palacio de justicia Gil Ponce.
Otro dato interesante es que desde el 1 de julio de 2014 hasta agosto de 2018, 38 ministros y directores dijeron adiós al Gobierno. Muchos de ellos alegaron que se trató por cuestiones personales y otros, que se dedicarían a la política. Tal es el caso de Mario Etchelecu, ministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot) o el de Alcibiades Vásquez, del Mides.
A juicio del analista político Richard Morales, hay varios factores que influenciaron en las numerosas renuncias, pero que la corrupción y la desorganización son los dos puntos que mayormente provocaron esas dimisiones.
"Esos funcionarios debieron enfrentar la disfuncionalidad de las instituciones que hace imposible que cumplan con los objetivos para las que fueron creadas; por otro lado, está la falta de dirección del gobierno que no tenía un proyecto de país claro, y por último y el más notable, las implicaciones de esos servidores públicos en casos de corrupción, lo que los obligó a tomar distancia", explicó Richard Morales.
Un hecho que llamó la atención ciudadana fue la renuncia de Dulcidio de la Guardia, uno de los hombres de confianza de Juan Carlos Varela. El exministro de Economía y Finanzas se separó de la institución para volver a la vida privada; era junio de 2018.
También se dieron los casos de Ada Romero, directora de Ampyme. Ella dejó el cargo en 2015, luego de ser denunciada por supuesta coima. En 2016 se reportó la baja de Rodolfo Aguilera, ministro de Seguridad. Al parecer tenía una diferencia con su viceministro Rogelio Donadío.
Pero además de las renuncias repetitivas, el gobierno de Juan Carlos Varela se mantuvo entre los niveles más bajo de popularidad; tanto su gestión como la de sus ministros no gozaron del beneplácito del pueblo. Eso se debió, según el constitucionalista Ernesto Cedeño, a la incapacidad de resolver necesidades básicas y por hacer promesas que no se hicieron realidad.
"Fue un Gobierno que no solucionó los problemas más apremiantes; la ciudadanía percibió que les dio la espalda y en donde se dio un deterioro considerable en la calidad de vida de las personas", dijo esta fuente.
Renuncias que afectaron la credibilidad
También abandonaron el barco el ministro de Salud, Francisco Javier Terrientes, en medio de una alerta por el H1N1. Le siguió Idalia Martínez, directora de la Senniaf, luego de un escándalo por la adopción de una menor de edad.
Edwin Cárdenas, exdirector del IMA, hizo lo propio a raíz de una investigación en su contra por presuntas irregularidades en su gestión.
Uno de los episodios más criticados fue el de Grimaldo Córdoba que ejercía como director de promoción de salud del Ministerio de Salud. Grimaldo Córdoba renunció y se le abrió un proceso por ejercer de forma ilegal la medicina.
El doctor sin idoneidad fue condenado a tres años y medio de prisión, se fue beneficiado por un reemplazo de pena y en lugar de ir a la cárcel, pagó seis mil dólares de multa para solucionar su problema judicial.
A todos ellos se le suma la renuncia de Luis Ernesto Carles en el Mitradel y el secretario de Metas, Jorge González; Yesenia Rodríguez, directora del Ifarhu, quienes también se postularon a cargos en las elecciones populares.
La cifra de renuncias en el periodo liderado por Juan Carlos Varela, hasta el momento, llega a 43.
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