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Violencia y redes sociales
- Alexander A. Alleyne Botacio
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Aquello que se creía iba generar un cambio en la actitud de las personas, hoy se evidencia la ausencia de mecanismos de cohesión social y la pérdida de legitimidad de las instituciones.
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La fuerza ha superado el diálogo y la imposición de unos sobre otros con violencia, marca la constante.
La denominada crisis de institucionalidad y de las instituciones ha dado paso a formas de interacción que se creían superadas, legitimando con ello formas de interacción violentas; evidenciando los vacíos en la sociedad con profunda incertidumbre frente al devenir.
Esta pareciera que solo se conduce por un individualismo que reacciona ante los cambios y vacíos de la institucionalidad y las instituciones.
Sobre las violencias, el filósofo coreano Byung-Chul Han, en el texto Topología de la Violencia, señala: "Hay cosas que no desaparecen.
Entre ellas se encuentra la violencia.
La Modernidad no se define, precisamente, por su aversión a esta.
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La violencia solo es proteica (cambia de formas o de ideas).
Su forma de aparición varía según la constelación social.
En la actualidad, muta de visible en invisible, de frontal a viral, de directa en mediada, de real en virtual, de física a psíquica, de negativa en positiva, y se retira de espacios subcutáneos, subcomunicativos, capilares y neuronales…". (Chul Han, 2018)
Es precisamente en las redes y a través de estas, las violencias adquieren una serie de características más allá del hecho.
Las redes como "espacio" dotado de poder con capacidad para maximizar y ponderar las expresiones de una sociedad en constante desencuentro, conflictos y hasta dinámicas individuales y colectivas antagónicas con el "orden" establecido.
Las expresiones violentas, antes eran puntuales, tenían como medio de divulgación el rumor, la experiencia y demoraba en algunos casos horas y días en llegar a nuestros sentidos; hoy ocurren y se comparten casi en tiempo real.
Lo que se sube y transmite en las redes y mensajería instantánea se queda en la red, adquiere una característica de universalidad, permanencia y legitimidad.
En los inicios del 2019, el publicitado proyecto Altos de los Lagos en la provincia de Colón, como factor de cambio, se ha convertido en un espacio de riñas y conflictos vecinales resultando en muerte en algunos casos.
Lo anterior nos lleva a aproximarnos a acciones de orden explicativo.
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Una sociedad con rasgos primitivos.
Nos expresa, poca capacidad colectiva de adaptarse a las nuevas formas, normas y contextos.
Aquello que se creía iba generar un cambio en la actitud de las personas, hoy se evidencia la ausencia de mecanismos de cohesión social y la pérdida de legitimidad de las instituciones.
Aún cuando las normas, (entre estas las penales, nuevos actores como jueces de paz o métodos alternos para resolver conflictos) están en constante modificación hacia lograr un cambio en la conducta individual/ colectiva no se logra el objetivo: el control social de algunas conductos consideradas como desviadas.
Lo que tenemos es una sociedad anacrónica sustentada en formas o dinámicas que van en contravía de lo establecido en la formalidad de las normas; ello nos conduce a la reemergencia de conductas colectivas que se creían superadas y explotas o legitimadas en y por las redes sociales.
La fuerza ha superado el diálogo y la imposición de unos sobre otros con violencia; marca la constante.
Sin duda, las redes sociales ganan mayor aceptación e inclinación a su uso colectivo; son espacios y herramientas donde se (re) producen todo tipo de actividades.
La violencia es una de tantas y por ser producida y promovida en plataformas diseñadas para generar notoriedad, sus alcances son muchas veces mayores que aquella que ocurre por medios tradicionales.
Hoy adquiere relevancia lo conocido, lo que ocurre y se pone a prueba la efectividad de los mecanismos de control social formal y los informales.
Hoy se ponderan las acciones antes consideradas negativas.
El uso de las redes sociales legitiman algunas acciones que antes eran consideradas negativas con el solo hecho de filmar, distribuir algunos contenidos se reproduce la violencia y se legitima.
En perspectiva, las redes sociales lograrán mayor potencia en su uso, queda encarar a los usuarios.
Ello implica el desarrollo de criterios, promover su uso bajo parámetros saludables hacia impactar en los factores generadores de las violencias.
De lo contrario, será un elemento que agravará las conductas que hoy tenemos, por razón que los hechos sociales se hacen complejos cuando ocurren sin intervenciones consecuentes con la razón.
Sociólogo.
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