Participacíón electoral
Viejos y nuevos paradigmas políticos
- Silvio Guerra Morales
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- opinion@epasa.com
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No hay que gastar o invertir cuantiosas sumas de dinero para ser electo, un independiente puede llegar a la presidencia de la nación, son algunos de los nuevos paradigmas políticos.

Portadas de los diarios Panamá América y Crítica, en las que se anuncia sobre el reñido triunfo del candidato presidencial por el Partido Revolucionario Democrático, Laurentino 'Nito' Cortizo. Las elecciones se realizaron el domingo 5 de mayo. Foto: EFE.
Sin duda alguna que los viejos paradigmas constitucionales y legales que regían el acontecer político electoral, en nuestro país, han venido siendo desplazados por otros que, en un intento de caracterizarlos y mediante el empleo del método comparativo, a mi juicio, presentan las siguientes notas: 1.Viejo paradigma: Exclusividad de los partidos políticos para postular candidatos a puestos de elección popular.
Nuevo paradigma: Pueden correr como candidatos a puestos de elección popular, sujetos a las condiciones y a las exigencias de la Ley electoral, todo ciudadano independiente, entendiendo por "independiente" a aquel conciudadano que no es miembro de un partido político, ya que se permite que una organización o grupo político, sin patente de partido, -esto es que no se encuentren inscritos o registrados como tal ante la máxima entidad electoral, cual es el Tribunal Electoral-, estén detrás de ese candidato independiente secundándolo o apoyándolo.
2. Viejo paradigma: Hegemonía de los partidos políticos para poner presidentes en el país.
Nuevo paradigma: Un independiente puede llegar a la presidencia de la nación.
Las recientes elecciones han puesto de manifiesto que un independiente puede llegar a ocupar el solio presidencial.
Sin embargo, en este aspecto, es menester precisar que inmediatas reformas electorales demandan, con carácter de urgencia, que los derechos electorales de los independientes, en todos los puestos de elección popular, sean igualados o equiparados en un mismo nivel con los derechos de los partidos políticos.
Obviamente, que habrán de establecerse reglas de proporcionalidad o, en todo caso, de trato preferente en lo que toca a gastos, inversiones en campaña, prerrogativas, etc.
Aunque pudimos observar, en estas elecciones que acaban de acontecer, que los medios de comunicación dieron casi igual participación a todos los candidatos presidenciables.
Eso es positivo.
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3. Viejo paradigma: La compra de votos o el chantaje electoral.
Nuevo paradigma: No hay que gastar o invertir cuantiosas sumas de dinero para ser electo.
Agrada escuchar declaraciones de diputados electos que han manifestado que, en un caso, no gastó más de sesenta -60- dólares en su campaña y en otro, un joven abogado, que sus gastos no sobrepasaron los cuarenta mil dólares -$40,000.00- , cuando en el pasado, hubo candidatos a diputados que gastaban millonarias sumas de dinero en la contienda electoral.
Ello incluía, sin duda alguna, la compra vulgar de la conciencia ciudadana de no pocos electores.
Esto aún se sigue dando, sobre todo en áreas del interior, en donde la conciencia crítica de los ciudadanos es menos intensa o poco manifiesta en torno a presentar denuncias, quejas, etc. como expresión de malestar social general.
Entonces, la necesidad en lo que respecta a obtener un empleo o cargo de funcionario público –nombramientos-; o la necesidad urgente de llevar el sustento a los hogares –hambre-, medicinas al enfermo-, etc., juegan un papel que inhibe el desarrollo de la conciencia crítica ciudadana.
Como decía mi padre, "el hambre tiene cara de perro, pero hay que mantener la dignidad siempre".
José Martí, a quien he citado en otras entregas, decía que "Es mejor morir con dignidad que vivir sin ella".
Bueno, tal vez hoy día poco importará a muchos ciudadanos lo que concierne a la dignidad, pero ahora que Laurentino 'Nito' Cortizo ha dicho que la luz que alumbrará su gestión de gobierno, sin dejar de construir infraestructuras, es el tema de la educación, ojalá que en las escuelas se le enseñe a nuestros niños y muchachos que la dignidad vale más que la plata y que todo el oro del mundo.
Ese es un credo que hay que impulsar.
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4. Viejo paradigma: Democracia residual: Cociente, medio cociente y residual. Una democracia de mentiras o en donde se elige a aquel por quien la ciudadanía no votó.
Nuevo paradigma: Las disputas que se han dado o generado frente a la proclamación de diputados que no ganaron vía la cantidad de votos emitidos, en la llamada democracia plural de partidos –circuito plurinominales- o de alianzas, ha puesto de manifiesto que urgen reformas inminentes en este sentido.
Más ahora que "los independientes" ganan terreno en el escenario político y los partidos políticos atraviesan una severa crisis de legitimidad y representatividad social.
Viejo paradigma: Saca un nuevo partido –propósitos demagógicos- y participa en las elecciones.
Nuevo paradigma: Los partidos recién fundados y meses antes de contiendas electorales generales, con propósitos de abrirse espacio en el acontecer político panameño, no son garantía de legitimidad ni de representatividad de la voluntad del electorado.
Prueba de algún partido desaparecerá del escenario tras los resultados catastróficos obtenidos en las elecciones pasadas.
Abogado.
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