Ventilando aristas de turismo plateado

Conocí a la relacionista pública Marilena González Jurado cuando fungía como directora ejecutiva de la Comisión Nacional para la Conmemoración del V Centenario del Descubrimiento del Océano Pacífico hará una docena de años.

En aquel momento, como presidente de la Comisión de Turismo de APEDE, para colaborar activamente con los festejos, fragüé una singular aventura, por primera vez en nuestra historia republicana, el escalamiento del cerro Pechito Parao en Darién por parte de un heterogéneo grupo de ejecutivos, paraje donde Balboa visualiza por vez primera lo que denominó como Mar del Sur en 1513.

Resultó diverso el grupo porque al anunciar la aventura había una candente efervescencia en la asociación con un interés en concurrir por más de un centenar de colegas, entusiasmo que poco a poco se fue erosionando por infundados temores de serpientes, narcotraficantes e insectos.

Al final, nos trasladamos a Quebrada Eusebio un puñado de auténticos ejecutivos aventureros, en su mayoría féminas, acompañados del entusiasta guía Erasmo de León, de Darién Ecotours y el veterano senderista y fotógrafo Ariel Blanco.

Posterior al denuedo, durante una gira ibérica que nos trasladó a Madrid donde compartimos con el XX Duque de Veragua, don Cristóbal Colón de Carvajal y Gorosábel, descendiente directo del descubridor de las Américas, durante una conferencia de prensa auspiciada por TVE, posteriormente trasladándonos a Jerez de los Caballeros, poblado natal de Balboa en Extremadura, luego ante la Confederación de Empresarios de Sevilla y finalmente la Cámara de Comercio y la Universidad de Barcelona, presentando los pormenores del episodio.

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Preámbulo que narramos la semana pasada durante el programa Vida Plena con Marilena para Hispania TV donde nuestro enfoque fue el Turismo Plateado, modalidad que cubrí durante mi intervención en octubre pasado durante el Foro Iberoamericano de Economía Plateada en la sede del Parlamento Latinoamericano con asistencia presencial de representantes de 22 países y 10,000 espectadores virtuales.

Planteaba que este singular grupo de viajeros representa una oportunidad significativa para la industria turística en Panamá. En su mayoría jubilados o prejubilados suelen contar con más tiempo libre y recursos económicos para invertir en sus experiencias de viajes.

Escalar Pechito Parao no es una vivencia tan rigurosa como, por ejemplo, el volcán Baru. La prueba está en la configuración de nuestro grupo de APEDE, algunos de la tercera edad y muchas mujeres. La peregrinación a lo largo del Camino de Santiago de Compostela en España, como muestra, atrae medio millón de visitantes anuales.

Si nuestras próximas autoridades de turismo gozan de visión, estamparían Pechito Parao como sitio histórico único en la historia universal, atándole a Panamá la Vieja en singulares traslados diarios abordó de un galeón navegando hasta el golfo de San Miguel para así recrear de forma íntima la hazaña del Jerezano, permitiendo a nuestros visitantes intimar con la riqueza ecológica del Darién, añadiendo la visita a una plantación de cacao, tal cual se acostumbra en Tierras Altas con las plantaciones de café. Cientos de miles de turistas se apuntarían en esta aventura, incluyendo un importante número de jubilados. Gracias Marilena, por la oportunidad de compartir con tu teleaudiencia a lo largo de los países hispanoparlantes, la trascendencia del turismo plateado y en particular sus aristas istmeñas.

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