Sociedad
Valoremos nuestra existencia
Se necesita un plan de Estado, fuerte, puntual y que siga las directrices para que se pueda implementar con autoridades, y combinación estratégica entre padres, educadores, junta escolar y gobierno.
Sociedad
Se necesita un plan de Estado, fuerte, puntual y que siga las directrices para que se pueda implementar con autoridades, y combinación estratégica entre padres, educadores, junta escolar y gobierno.
Apoyemos a los adultos mayores, quienes son instrumentos de pasar esos valores de generación en generación. Seamos gestores de un nuevo amanecer. Foto: EFE.
En este mes, dedicado a los valores éticos, morales y familiares, nos preguntamos: ¿Cuál es la mejor definición de valores? Y tenemos que hacer una reflexión profunda, de su significado y del reto para conservarlos en el futuro. La experiencia de una persona, a través de su trayectoria impecable en distintos aspectos, nos da la pauta de nuestra sensibilidad moral y cristiana para dejar un legado a futuras generaciones.
Nuestros padres sientan las bases y los valores para el futuro de sus hijos, y que sea lo que guiará sus vidas y formarán a sus descendientes, para diferenciar entre el bien y el mal, y que caracterizarán su paso por la vida con honor e hidalguía.
Pero, ¿cómo podemos destacar los principales valores? Hay infinidad de valores que podemos mencionar, y donde el hogar tiene un papel intrínseco para esa formación, y donde serán su guía para el resto de su existencia, como son el respeto, justicia, honestidad, tolerancia, solidaridad, para practicarlos en el hogar, trabajo y comunidad.
También tenemos valores morales como la misericordia, comprensión, compasión, bondad, paciencia, perseverancia y que, acompañados de una fe en que Dios es nuestro guía, es lo que nos va a sacar adelante a lo largo de nuestra vida.
Y ¿qué decir de los valores como perseverancia, puntualidad y prudencia? ¡Ay!, ¿cuántas faltas se cometen por no seguirlos? Tenemos que ser responsables de nuestros actos, y atenernos a las consecuencias. Saber que toda acción, y malas decisiones, por ignorancia, omisión o a sabiendas, nos va a perjudicar si no sabemos hacerlo sabiamente.
Debemos poner el honor, integridad y la honradez, como guía siempre de nuestra vida. Si no tenemos honor ni palabra, no tenemos nada. Nuestra vida es vacía, y, al no poner nuestra confianza en Dios, no tenemos una base sólida en que apoyarnos. La felicidad depende de practicar el amor a nuestros semejantes, el perdón, la caridad y la sencillez, y si no lo hacemos, estamos muy lejos de alcanzar aquel ideal.
Jamás desdeñes a los demás por su color, credo, religión ni manera de pensar. Da el ejemplo con tus obras, y demos lo mejor de nosotros.
El ejemplo es la base para que los niños absorban los valores que más tarde, en su vida, serán su guía y futuro. Debemos ser instrumentos de los valores para futuras generaciones. No dejemos perder estos valores, ahora que la humanidad está tan en decadencia por una presión de grupo sin precedentes. Salvemos a la juventud. Apoyemos a los adultos mayores, quienes son instrumentos de pasar esos valores de generación en generación. Seamos gestores de un nuevo amanecer.
VEA TAMBIÉN: De la libertad y otras dolencias
Pero, toda descripción de valores está muy bonita, pero ¿qué hacemos, y qué se requiere para que una nación, para que Panamá, y el mundo sean promotores de esos valores? Aquí viene lo difícil. Se necesita un plan de Estado, fuerte, puntual y que siga las directrices para que se pueda implementar con autoridades, y combinación estratégica entre padres, educadores, junta escolar y gobierno. Pero hecho por profesionales con una trayectoria significativa.
Una estrategia seria y acorde con la realidad, sin caer en la gran presión que existe actualmente para que los valores pasen y mueran como un dinosaurio. Donde los medios de comunicación tomen conciencia de cualquier difusión que vaya en contra de los principios morales y familiares. Regulaciones locales en centros y juntas comunitarias para aprovechar al máximo cualquier oportunidad de disertar y concientizar sobre valores morales y familiares. Una oferta a los estudiantes graduandos, que parte de su tesis debe tener un porcentaje sobre valores humanos y familiares, y cómo conservarlos.
Dedicar diariamente una "cápsula de valores". Que se organicen programas con adultos mayores y niños, de manera que ese legado esté intrínsicamente ligado a diversas generaciones.
En resumen, que haya una fuente de valores cívicos, morales, familiares y profesionales, donde la sociedad tenga un pilar inagotable dónde nutrirse, y no caigamos en situaciones graves y peligro ni ser manipulados por amistades que no contribuyen.
Jubilada.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.