Turismo en la Edad Plateada
- Jaime Figueroa Navarro
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La edad plateada se define como la etapa de la vida a partir de los 60 años. Normalmente, este grupo se compone de jubilados que en su mayoría han cumplido sus compromisos financieros y se encuentran en una etapa de "ocio" donde tal vez lo más importante resulta la planificación del resto de su vida.
Nos podríamos echar en una hamaca y vegetar. Después de todo hemos laborado 4 décadas y merecemos un descanso. ¡Craso error! El pasar del calendario no perdona. Las enfermedades y dolencias acechan, acentuándose cada día más. Cuando antes nos encontrábamos en discotecas, ahora lo hacemos en las largas filas de las farmacias. Resulta común que al reencontrar a un conocido lo primero que mencione es alguna dolencia. Y nadie menciona cómo prevenir lo que se avecina.
Tantos ahorros de largos años parecen destinados a ser diluidos por visitas médicas, cuentas de hospitales y una cada vez más extensa lista de medicamentos. Es la ley de la vida, dicen algunos, resignados a bastones y dependencia. En nuestro caso particular, resultado de una juventud sumamente activa y atlética, participando entusiastamente en actividades deportivas, se me olvidó que mi abuela materna quien nos heredó longevos genes, también en su cofre genético nos legó osteoartitis, tema que desconocía hasta sentir molestias cada vez más agudas en la rodilla derecha, pateada y abusada sin tregua durante extendidas prácticas y juegos de futbol en mis años escolares.
Fue entonces cuando el Dr. Félix Stanziola, mi ortopeda, en su despacho de Miami redactó una receta, enviándome al entrenador en el gimnasio que forma parte de su consultorio. Para resolver el tema de la dolencia en la rodilla lo más importante no era reposo, muy por el contrario, elevando el asiento de una bicicleta estática, media hora pedaleando vigorosamente 3 veces por semana, reforzando como resultado toda la musculatura a lo largo de las piernas eliminando así la presión sobre las rodillas y el consecuente dolor.
Ello me obliga a ir al gimnasio donde un entrenador personal recomendó una rutina de pesas para poco a poco ir quemando las grasas formando nuevos músculos, generando nuevas amistades y mejorando en todo sentido el aspecto físico y mental. Religiosamente, asisto a las 5 de la mañana, con bríos y vigor.
Acto seguido, dedicó tiempo a la planificación de mis viajes a diversos destinos alrededor del globo, merecidas vacaciones anuales. Posterior a una etapa de experimentación y errores, he logrado afinar la fórmula más económica y práctica para disfrutar aquellas travesías abonando mensualmente el costo de un crucero, cuya sublime comodidad incluye la totalidad de alimentos y actividades de ocio abordo, desempacando y empacando una sola vez a lo largo del recorrido, visitando destinos variables.
Nuestro crucero este año a bordo de Norwegian Sky, nos trasladará a inicios de diciembre desde Barcelona, España hasta La Romana, República Dominicana en un desplazamiento de 16 noches a 3 continentes incluyendo escalas en Cádiz (Sevilla), España; Casablanca y Agadir, Marruecos; Arrecife y Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias; Porto Grande, Cabo Verde; Philipsburg, Antillas Holandesas y Tórtola, Islas Vírgenes británicas anteriores al desembarque en La Romana, con varios días de descanso, plenos de actividades en alta mar. A Dios gracias, posterior a los festines gastronómicos abordo, mantendremos la disciplina de la visita diaria a primera luz al gimnasio para evitar la compra de pantalones de una o dos tallas mayores, visitas médicas y las filas de las farmacias.
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