Tiempos oscuros en la Asamblea Nacional
- Ing. Helmut De Puy
- /
- Ciudadano construyendo futuro
- /
- - Actualizado: 16/11/2023 - 12:00 am
En la compleja danza de la política panameña, la Asamblea Nacional se ha convertido en un escenario donde la crítica y la denuncia deberían resonar con fuerza. Sin embargo, la realidad pinta un cuadro desalentador, marcado por la presencia prolongada de diputados que, en lugar de servir al pueblo, se han enriquecido a expensas del erario público.
Es inquietante observar cómo muchos de estos diputados han tejido su propia red de intereses en la Asamblea, manteniéndose durante años en sus curules, a menudo sin aportar soluciones reales a los desafíos que enfrenta el país. La acumulación de poder y riqueza parece ser la constante, mientras las necesidades de la población quedan relegadas a un segundo plano.
La longevidad en el cargo se ha convertido en sinónimo de privilegio, y es necesario analizar si estos representantes realmente han estado trabajando en beneficio del pueblo o simplemente han perfeccionado la fórmula para su propio enriquecimiento. La falta de renovación y la perpetuación en el poder son síntomas de un sistema político que requiere una revisión profunda. Los malos manejos en la Asamblea Nacional no son un secreto. Se ha desviado cuantiosas sumas de dinero a través de la descentralización, un mecanismo que, en teoría, debería fortalecer el desarrollo regional. Sin embargo, en la práctica, parece haberse convertido en una herramienta para que algunos diputados canalicen recursos hacia sus propios intereses, en lugar de beneficiar a las comunidades que representan.
Este desvío de fondos no sólo es una afrenta a la confianza del pueblo, sino que también perpetúa la desigualdad y la falta de oportunidades en diversas regiones del país. Mientras los diputados se enriquecen, las comunidades sufren las consecuencias de una gestión deficiente que deja de lado las necesidades básicas. Es imperativo que la ciudadanía exija transparencia y rendición de cuentas. El escrutinio público debe convertirse en un faro que ilumine los rincones oscuros de la gestión legislativa. La responsabilidad recae tanto en los ciudadanos como en las instituciones encargadas de salvaguardar la democracia.
En conclusión, la Asamblea Nacional de Panamá enfrenta desafíos significativos que van más allá de la mera crítica. Se trata de una llamada de atención para revitalizar la política, promover la participación ciudadana y erradicar prácticas que socavan la confianza en la institución. La necesidad de una reforma integral se hace cada vez más evidente, y sólo con la acción colectiva se podrá construir un sistema político que realmente sirva al pueblo panameño.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.