Tiempos difíciles en una era de cambios
Ahora nos toca un tiempo para reflexionar, para nacer; un tiempo para plantar, y para cosechar; un tiempo para sanar; un tiempo para construir; un tiempo para reír; un tiempo para saltar de gusto.
- Manning Maxie Suárez [email protected]
- - Publicado: 27/11/2019 - 12:00 am
Hemos vivido semanas llenas de tragedias, que han dejado no solo pérdidas materiales millonarias en diferentes países del mundo sino también pérdidas humanas irreparables todas. Foto: Archivo.
En el libro del Eclesiastés (Ekklesiastés), en la Biblia, libro sagrado para judíos como para cristianos, existe un capítulo que se puede titular “Hay un tiempo para todo”.
Me refiero al capítulo 3 del mismo libro y que inicia diciendo: “1. Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: 2 un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar; 3 un tiempo para matar, y un tiempo para sanar; un tiempo para destruir, y un tiempo para construir; 4 un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto; (3:1-3.)” ¿Qué tiempo será el que estamos viviendo en Panamá?
El Libro del Eclesiastés pertenece al grupo de escritos sapienciales de la Biblia, y, al parecer, fue escrito por el mismo Rey Salomón en su época de ancianidad.
El autor se autonomina: Qohélet que significa: "el congregador".
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Lo cierto es que, cuando lees este libro, encuentras en el mismo una sabiduría llena de un gran sentido común, tal vez por aquello de que los años cuando suman experiencias y la analizas con profundidad salen grandes enseñanzas basadas en lo que tiene sentido común, y algunas veces en lo que no lo tiene.
Hemos vivido semanas llenas de tragedias, que han dejado no solo pérdidas materiales millonarias en diferentes países del mundo sino también pérdidas humanas irreparables todas.
Huracanes, terremotos, tornados, guerras, atentados, descubrimientos en materia de corrupción, que han dejado un sinsabor cuasi apocalíptico para muchas personas alrededor del mundo.
Los medios de comunicación nacional e internacional no han parado por horas de transmitir estas realidades, Chile, Bolivia, Ecuador, Argentina, Nicaragua, Panamá etc..
Definitivamente, hemos pasado de un tiempo para nacer, a un tiempo para morir; de un tiempo para construir a un tiempo para matar; y así a un tiempo para destruir, a un tiempo para llorar, a un tiempo para estar de luto.
¿Qué tiempo será el que estamos viviendo en Panamá?
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A pesar de ello, comentaba con algunos viejos amigos, el valor de miles de personas afectadas y de aquellas que siempre están listas para la solidaridad humana, se ha hecho sentir.
Qué alegría me da el saber que nuestro país, solidario siempre con otras naciones, como es el caso de los inmigrantes en nuestro país, siempre se ha hecho presente en estas situaciones.
El espíritu humano, siempre se sobrepone ante las adversidades de la vida.
Entre más terrible sea esa realidad que nos golpea fuerte, hasta tirarnos al piso a comer polvo, el espíritu humano impulsado por esa fe en la vida, nos levanta siempre haciendo crecer en nosotros la nueva esperanza en la vida.
Los hechos acaecidos recientemente en países devastados, no por la guerra, sino por estas fuerzas invencibles de la naturaleza y de la intolerancia humana, se levantarán sin duda alguna de su devastación porque así es la naturaleza humana.
Todo tiene su momento oportuno; como dice el Eclesiastés, hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo.
Ahora nos toca un tiempo para reflexionar, para nacer; un tiempo para plantar, y para cosechar; un tiempo para sanar; un tiempo para construir; un tiempo para reír; un tiempo para saltar de gusto.
Ánimo a todos, “que después que pasa la tormenta siempre viene la calma”.
Y esto, de los casos de corrupción que vive nuestra nación, que no es nuevo, llegará el tiempo en que todos los que vivimos en este hermoso país, tendremos la satisfacción que trae consigo la Justicia y podremos vivir todos en paz y en bienestar.
Reverendo
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