Soluciones
Suicidio colectivo es matar el agro de todo un país
... ya no se ven fincas sino barriadas, ríos que se convierten en cloacas, bosques en calles y aire en polvo, con esto el futuro va ser aterrador y dañino, dado que llegará un momento que estaremos hambrientos y enfermos...
- Olmedo Quintero
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- - Actualizado: 28/3/2019 - 11:57 am
El agro y la industria deben ser protegidos con políticas de productividad, no solo es producción, es producción sostenible, e industrializar productos del campo para un mejor aprovechamiento. Foto: Archivo
La guerra comercial entre China y Estados Unidos siguió y se tornó más violenta con embargos navales en Europa y el Pacífico sur.
Es el año 202.. y la economía de bienes y servicios se ha ido abajo, igual las bolsas.
Japón informa que tiene comida para un mes, Rusia ha mandado a millones de prisioneros y profesionales de diversas ramas a producir alimentos, pero, aún así, ya hay muertos por el hambre, varios países de Europa están en peligro crítico, mientras oleadas de emigrantes llegan a los pocos países que conservan su campo en producción, entre estos están los países latinoamericanos.
Lo que leyó anteriormente es un futuro no tan lejano, es un suicidio colectivo, el país que no tiene seguridad alimentaria, dado que quien no manda en su mesa es un esclavo de otros, y esto lo pudimos observar en los días más aciagos de nuestro país, cuando sin calles y sin comunicación la gente no pasó hambre por el agro, que siguió enviando comida a la capital, y el agro ha sido la tabla de salvación de muchos países que sacrificaron gran parte de su economía al servicio y luego esta colapsó, ejemplo Estados Unidos en el 2008.
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En Panamá, la economía se mantiene con 95% de servicios, 3 del agro, 2 de industrias, un verdadero abismo mortal, la idea debe ser 60% servicios, 30% industrias y 10% agro, para sobrevivir, pero aquí no hay industrias, unas pocas, esto se debe cambiar, para que el manejo económico sea sostenible, y no una bomba de tiempo.
Por esta razón, el agro y la industria deben ser protegidos con políticas de productividad, no solo es producción, es producción sostenible, e industrializar productos del campo para un mejor aprovechamiento, donde impere el manejo ecológico en las fincas, el bienestar y el monitoreo constante de suelo, agua y forraje, no dejar nada a la suerte, ser autosuficientes en los productos que más consumimos y exportar, si hay excedentes, ser importador de medicinas y minerales que nos sea imposible, repito, imposible fabricar; no importemos granos que producimos, ni carne ni productos que aquí se producen y menos si son de inferior calidad; no matemos a la población con productos de calidad inferior, eso es irresponsable y lo condena Dios o el karma, según lo que crea; las importaciones se calendarizan, se evalúan y así como se entra, deben salir exportaciones, seamos además de un hub de servicios de alimentos, no solo de paso, sino producidos aquí también.
Vemos con preocupación que ya no se ven fincas sino barriadas, ríos que se convierten en cloacas, bosques en calles y aire en polvo, con esto el futuro va ser aterrador y dañino, dado que llegará un momento que estaremos hambrientos y enfermos, lo que hace que la productividad laboral, sea poca o hasta nula, el futuro es prometedor si se hacen los cambios que se deben y no los que se pueden.
Esa es la idea, no hacer lo mismo siempre sino ser agentes de cambio, pero para esto necesitamos disciplina y autoridad, disciplina para hacer cumplir las leyes y autoridad para exigir respeto, dado que por esto es que el sector agropecuario está como está y la condición ambiental cada día peor, no es una idea es la realidad.
Debemos hacer instituciones con personal idóneo y con experiencia en estos ámbitos, ya la hora de improvisar pasó, es hora de hacer no de pensar, de dar soluciones y no problemas, estamos al borde de un cataclismo alimentario y ambiental, esa es la realidad.
Manos a la obra.
Ingeniero.
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