Relaciones
¿Somos los humanos una especie monógama?
Aunque la poliginia probablemente estuvo presente en el pasado humano, como lo está en las sociedades humanas contemporáneas, el peso de la evidencia parece apoyar la monogamia social.
- Emilio E. Romero R.
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- - Publicado: 21/11/2019 - 12:00 am
Los indicadores biológicos sugieren la formación de una pareja a largo plazo. Foto: Archivo.
Las sociedades humanas son complejas en cuanto a la selección de pareja, por lo que una clasificación simple de un sistema de apareamiento humano es un desafío dada la variedad de estrategias de emparejamiento observadas (monogamia, poligamia, poliandria y poliginia).
Dada la ubicación humana en el orden de los primates, abordamos el apareamiento humano desde una perspectiva comparativa para comprender mejor los rasgos conductuales y físicos con nuestros parientes vivos más cercanos.
Nos enfocaremos en tres rasgos examinados en referencia a la predicción de los sistemas de reproducción: dimorfismo sexual, tamaño de los testículos y ovulación oculta.
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El dimorfismo sexual se manifiesta cuando los machos y las hembras difieren en tamaño o apariencia.
En los primates, los niveles mínimos de dimorfismo sexual se asocian con la monogamia y las bajas tasas de competencia entre machos.
Es de esperar que estas diferencias de tamaño sean más pronunciadas dentro de las especies polígamas de un solo macho/múltiples hembras, donde la competencia masculina es intensa.
Por ejemplo, los machos de gorilas de montaña dominantes monopolizan el acceso sexual a un grupo de hembras, en cambio, para las especies que viven en grupos de varios machos /hembras, como los chimpancés, el dimorfismo tiende a ser intermedio.
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Los humanos hoy en día expresan solo ligeras diferencias en el tamaño corporal por sexo en comparación con las especies promiscuas y polígamas estrechamente relacionadas.
El tamaño de los testículos se usa comúnmente, ya que indica, en general, el apareamiento múltiple femenino, de modo que los testículos grandes en relación con el tamaño del cuerpo se correlacionan positivamente con la frecuencia de apareamiento de hembras con múltiples machos simultáneamente.
Los valores humanos están dentro del rango de variación de gorilas y orangutanes, por lo tanto, los valores humanos son consistentes con especies polígamas.
Se afirma que la ovulación oculta y la receptividad sexual constante de las mujeres humanas facilita la monogamia, limitando la información disponible para los hombres sobre la fertilidad.
Sin embargo, esta asociación se ha repensado, ya que cada vez es más evidente que la ovulación oculta no solo es característica de los humanos y otros primates monógamos, sino también de especies de primates polígamos.
Al examinar los rasgos colectivamente, los humanos se encuentran dentro del rango típico de las especies unidas por parejas.
La falta de dimorfismo sexual exagerado y el tamaño de los testículos parece descartar una historia de apareamientos poligámicos.
En cambio, los indicadores biológicos sugieren la formación de una pareja a largo plazo.
Aunque la poliginia probablemente estuvo presente en el pasado humano, como lo está en las sociedades humanas contemporáneas, el peso de la evidencia parece apoyar la monogamia social.
Esto no impide que hombres y mujeres tomen múltiples parejas a través de la monogamia en serie, u ocasionalmente entablan relaciones sexuales sin compromiso.
Licdo. En Biología con orientación en Biología animal.
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